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Tarragona General
Diario de Tarragona Pág. 1  Miercoles, 05/03/2003

Autor: Arantza Prádanos
 
       
 
Naciones Unidas augura una crisis de alcance mundial por falta de agua en las próximas décadas 
 
     
     
 

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Las crisis mundiales que hoy se libran por el petróleo y otras fuentes energéticas, se desatarán mañana por el agua. Naciones Unidas augura un negro futuro a vastas regiones del planeta por la creciente escasez del líquido elemento y culpa a la inercia política de los gobiernos de la falta de estrategias para mejorar la gestión y frenar un consumo insostenible. De todas las crisis sociales y naturales que debemos afrontar los seres humanos, la de los recursos hídricos es la que más afecta a nuestra propia supervivencia y a la del planeta . El director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, resume en esta frase el mensaje central del primer Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos (WWDR), elaborado por la ONU en este 2003, Año Internacional del Agua Dulce. Por primera vez, una veintena de organismos de Naciones Unidas han diseñado el mapa hídrico mundial y evaluado sus zonas de riesgo, el desigual reparto de los recursos y el progresivo agotamiento de las fuentes de suministro humano y agrícola. En este punto, un dato avala las predicciones más agoreras; según el informe, en las próximas dos décadas el promedio mundial de abastecimiento de agua por habitante disminuirá un tercio. En la peor de las hipótesis, a mediados de siglo 7.000 millones de personas tendrán problemas para abastecerse de agua en 60 países; en el mejor de los supuestos, sólo 2.000 millones en 48 países. Una vez más, la partida es desigual. Los países en vías de desarrollo juegan con desventaja y afrontan gravísimos problemas de potabilidad, contaminación y falta de saneamiento, que cada año acarrean la muerte a 2'2 millones de personas en el mundo, por males vinculados a cauces de agua (malaria, bilharzosis, etc.). Entre los diez países con peor calidad de agua de los 122 analizados por las agencias de la ONU son mayoría los de peor nivel de desarrollo: India, Marruecos, República Centroafricana, Burundi, Sudán, Níger, Burkina Faso y Ruanda entre otros, aunque, paradójicamente, el farolillo rojo de esta lista sea la muy europea Bélgica por la precariedad de sus aguas subterráneas, el nivel de contaminación industrial, y el deficiente tratamiento de aguas residuales. España ocupa el puesto número 28 de un ranking de calidad que encabezan Finlandia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Japón.