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Tarragona General 		Diari de Tarragona Pág. 2  Lunes, 05/01/2004
Autor: Joan Maria Piqué/Tarragona		  
       
 
La vida vuelve al Francolí 		  
  Ya no hay vallas en el parque fluvial. En un día de sol como el de ayer, la gente toma el parque del río   
     
 
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EL GRAN PULMON VERDE DE LA CIUDAD
El punto final a una obra pública lo pone la gente cuando la usa. El parque fluvial del río Francolí es un ejemplo de ello. Empezó como una simple canalización para impedir inundaciones, y ahora es una extensión verde, tan grande como cincuenta campos de fútbol, que debe servir como un punto de unión entre el centro de la ciudad y los barrios de Ponent.
El proyecto para canalizar la desembocadura del río se inició en 1995, y se presentó a finales de 2001, en los tiempos en que Maria Lluïsa Expósito era concejal de Urbanismo. Después de las inundaciones de octubre de 1994, era urgente buscar una solución. El tramo final del río era un lugar abandonado, situado frente a un polígono industrial. En el resto de Catalunya, lo único que se dabía del río era la estrofa de Tarragona m'esborrona, de Els Pets, en la que el grupo de Constantí gablaba del Francolí brut i encongit . Los periodistas políticos sabían, por otro lado, que la promesa de desviar el cauce del río era un hit de los discursos de investidura de Jordi Pujol en el Parlament: se repetía ritualmente a cada nueva elección del patriarca como president, como un mantra, y siempre se dejaba para otra legislatura.El proyecto de desvío terminó abandonándose para crear un parque fluvial. La Agència Catalana de l'Aigua estudió la climatología de los últimos 33 años para analizar la periodicidad de las crecidas. Se habilitó como zona de uso la más cercana al centro de la ciudad, porque en la de Ponent, discurren las conducciones soterradas del polígono petroquímico, como revelan los postes indicadores que pueblan esa ribera como unos juncos de cemento.La desembocadura se habilitó como una zona para las aves. Para ello se crearon pequeñas islas artificiales, con el objetivo de imitar los entornos naturales propios de la desembocadura de los ríos donde tienen su hábitat especies como el martín pescador o el martinet blanco. Los ornitólogos descubrieron la presencia de una especie nueva en la zona, el sistea, detectada en marzo de 2003. En las islas, algunas de las cuales son subacuáticas y otras emergen del curso de agua, se han plantado juncos y corrizas de arbustos. La obra fue ejecutada por una unión temporal de empresas ACS y Servià Cantó, que contaron con un presupuesto de casi dos millones y medio de euros. El acceso al parque se efectúa a través de rampas. La obra pretende hacer realidad una vieja aspiración de la ciudadanía: enlazar el centro urbano y los barrios de Ponent, surgidos como viviendas de los trabajadores que llegaron entre los años sesenta y setenta para trabajar en la industria química. Romperemos la barrera que supone el río , aseguraba el teniente de alcalde de Territori, Àngel Fernàndez. Aunque las vallas fueron y vinieron varias veces, el parque ya está abierto para su uso y disfrute.

 		  
   


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