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Diario de Sevilla Pág. G059  Martes, 16/03/2004

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El Guadiamar supera los límites de la UE sobre cadmio, cinc y cobre  
 
     
  Pie de foto:d. s. vertido. La espuma clásica que crea el alpechín se destaca en un tramo del río Guadiamar, aún deteriorado tras el desastre de Aznalcóllar.    
 

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medio ambiente
rosa llacer
n Más de un lustro después del desastre minero de Aznalcóllar, el río Guadiamar todavía presenta concentraciones de metales tóxicos más elevadas de lo que permite la Unión Europea (UE) en su directiva 76/464/CEE sobre contaminación de las aguas continentales y subterráneas de los países miembros. Cadmio, cinc y, en menor medida, cobre son los elementos que aparecen en el agua del río según los informes que elabora semestralmente la Red Integral de Calidad de Aguas (ICA) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que cuenta con 142 estaciones de muestreo a lo largo de toda la cuenca.
Desde agosto de 2001, y con una periodicidad mensual, la red ICA cuenta con diez estaciones de medición para controlar expresamente el cumplimiento de esta directiva que, a grandes líneas, obliga a adoptar medidas para eliminar la contaminación causada por las sustancias peligrosas contenidas en la lista I –un total de 17 entre las que se encuentra el cadmio– y a reducir la producida por las de la lista II –otros 28 elementos, entre ellos el cinc y el cobre así como sus derivados–. Los resultados de estos sondeos para el río Guadiamar, pertenecientes a 2003, no pueden ser más desalentadores.
La estación situada en El Guijo –el mismo lugar que ha elegido la Consejería de Medio Ambiente para sus sondeos– no ha superado entre enero y junio de 2003 –la época de lluvias– ninguno de los controles realizados para el cadmio y el cinc, mientras que el cobre presenta resultados algo mejores con un 83 por ciento de muestras favorables. Los mismos autores del informe emitido por la CHG lo ratifican: La estación situada en el río Guadimar sigue presentando un alto nivel de incumplimiento de metales , se lee en el estudio de la red ICA.
Los datos toman una mayor dimensión si se comparan con los obtenidos en los otros diez puntos de muestreo, situados desde el río Guadalbullón en Mengíbar (Jaén) hasta el río Guadalete en el Portal (Cádiz). Todas las estaciones, a excepción de la del Guadiamar, han superado el test para estos tres metales pesados en cada una de las pruebas realizadas. Incluso la estación número 10.803, ubicada en el río Guadiel en Bailén (Jaén), se encuentra dentro de los límites de la directiva europea en cuanto a la presencia de cadmio, cinc y cobre. La precisión es importante pues esta misma estación es la que incumple los umbrales permitidos por la directiva europea en un mayor número de sustancias peligrosas (tertubilizanina, aldrín, endrín, cianuro y un metal pesado, el plomo) de toda la cuenca del río Guadalquivir.
Una vez detectados estos puntos con presencia de sustancias tóxicas por encima de la permitido,la red ICA explica en su informe que se realizarán seguimientos exhaustivos de cada una de las estaciones infractoras para determinar si la contaminación se debe a un caso aislado o si, por el contrario, tiene un origen concreto y perdurable en el tiempo. Éste parece ser el caso de El Guijo, ya que otras prospecciones, como las realizadas por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, también señalan este punto como uno de los que presenta una peor calidad general del agua del territorio andaluz, con concentraciones de metales pesados estables desde hacia varios años.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, aunque con muchas cautelas, baraja la posibilidad de que la balsa minera de Aznalcóllar tenga algún tipo de fisura que expliquee la permanencia en el tiempo de valores tan altos de cadmio, cinc y cobre. Fuentes de la Comisaría de Aguas apuntaron esta causa como probable, si bien, y como se recoge en el informe de la red ICA, se siguen tomando muestras para obtener datos definitivos. Hace varios meses, coincidiendo con el quinto aniversario del vertido, un foro científico ya advirtió de que las vísceras de peces y otros organismos siguen presentando metales por encima de la media.
Más allá de estos datos negativos, el informe de la CHG destaca el buen estado general de la cuenca del Guadalquivir en lo que se refiere a elementos tóxicos regulados por Bruselas. De las 45 sustancias contenidas en las listas I y II de la directiva 76/464/CEE sólo se han detectado incumplimientos de un total de ocho, casos en su mayor parte relacionados con la actividad agrícola o el vertido de aguas residuales sin depurar a los cauces. La presencia de cianuro, altamente tóxico y con consecuencias fatales para los ecosistemas fluviales, en el entorno de Bailén y Mengíbar es probablemente el caso más grave de los detectados por las estaciones de la red ICA en Andalucía.
Cinco años y medio después del vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aún destaca en sus informes la elevada presencia de metales