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Diario Montañés Pág.   Jueves, 25/03/2004

Autor: MARIANA CORES/SANTANDER
 
       
 
Agua y civilización en Santander  
 
  SANTANDER   
  Pie de foto:OBRA. El historiador Modesto González con su libro. / SE QUINTANA   
 

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Modesto González relata en un libro el efecto histórico de esta obra pública El investigador destacó la calidad y «pureza» del suministro de la ciudad
MARIANA CORES/SANTANDER
OBRA. El historiador Modesto González con su libro. / SE QUINTANA
El abastecimiento de agua a la ciudad de Santander (1884) supuso un cambio sustancial para la sociedad de la época. «Esta tremenda e importantísima obra de ingeniería cambió la forma de pensar y sentir de los santanderinos», explicó a este periódico el investigador e historiador Modesto González Cañibano, escritor del libro 'Historia del abastecimiento del agua a la ciudad de Santander. 1864-1961', encargado y editado por el Ayuntamiento de Santander.

A través de sus más de seiscientas páginas, este libro, que será presentado hoy a las ocho de la tarde en la sede de la ONCE por González y el concejal de Medio Ambiente, Íñigo de la Serna, analiza paso a paso la historia del abastecimiento de agua, cuyas obras comenzaron en mayo de 1882 y que concluyeron, «en un tiempo récord», cuatro años después.

Por aquel entonces, apuntó González, Santander contaba con una población de 35.000 habitantes «y doce fuentes que producían 400 metros cúbicos de aguas potables, pero éstas eran un foco continuo de contaminación».

El santanderino Antonio de la Dehesa jugó un papel fundamental en toda esta génesis, ya que fue su impulsor. De la Dehesa «se mostraba indignado por el hecho de que multitud de mujeres tuvieran que hacer largas colas, y después recorridos, para llevar el agua hasta sus hogares, además de por las enfermedades que transmitía dada su contaminación», señaló. El Alto de Miranda fue la primera zona de Santander en beneficiarse del sistema de tuberías. Tras ésta le siguieron muchas más «que supusieron el despegue del desarrollo industrial de la ciudad», apuntó el escritor. Sin esta obra, agregó, hubiera sido imposible la construcción del Palacio de la Magdalena o la fábrica de Nueva Montaña Quijano.

González afirmó que gracias a este abastecimiento, Santander posee una de las aguas potables «más puras de España», procedente de los manantiales de San Martín de Toranzo.

El Archivo Histórico del Servicio Municipalizado de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento de Santander (SEMAS), así como el del Ayuntamiento, junto a numerosas publicaciones «han hecho posible que yo escribiera este libro, a los que hay que sumar varios colaboradores y a mi ayudante de investigación, Elena Rojo».