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temporal
La capital de Aragón pasa su momento crítico, según el ministro Matas, de una riada que ha anegado más de 10.000 hectáreas
m. a. / agencias
zaragoza. La crecida del Ebro alcanzó los 5,73 metros de altura y un caudal de 2.957 metros cúbicos por segundo en la ciudad de Zaragoza, que ha pasado toda la jornada en alerta y en la que no se han producido inundaciones de importancia, salvo en algunas zonas bajas y próximas al cauce.
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ofreció anoche una rueda de prensa en la que precisó que la punta de la avenida llegó a la capital aragonesa a las 18.00 y que se mantiene estable desde entonces, lo que hace pensar a los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que no subirá más.
Tras indicar que después de un periodo de tiempo indeterminado, comenzará a descender de forma mucho más rápida que subió , instó a la prudencia y advirtió de que la atención se ha desplazado ahora a los municipios de ambas riberas del río, aguas abajo de la capital, a donde empezó a llegar, previsiblemente, durante la madrugada de hoy.
El ministro reveló que ayer por la mañana ya hubo que desalojar la urbanización Las Huertas, de Alfajarín, y que se está trabajando en el reforzamiento de dos motas en Pina y en un muro de hormigón que se ha seccionado en Nuez de Ebro.
La avenida, que obligó a desalojar el pueblo de Pradilla y que ha mantenido durante dos días en vilo a pequeñas poblaciones como Boquiñeni, Cabañas o Alcalá y ha anegado miles de hectáreas de cultivo, continúa su trayecto hacía el mar y provoca ahora los mayores problemas en localidades aguas abajo de la capital aragonesa, según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
La situación de mayor alarma, que continua también en la capital aragonesa, se ha decretado en poblaciones como El Burgo, Fuentes, Pina y Gelsa, hacia donde se dirige ahora la cresta de la avenida, aunque las autoridades no esperan que se produzcan inundaciones de sus cascos urbanos.
Por otra parte, los bomberos buscaron durante toda la jornada de forma infructuosa a una persona que al parecer se desnudó y se lanzó al agua en la zona del Parque Deportivo Ebro, según los testimonios ofrecidos por tres personas a la Policía Local y Nacional.
Mientras, los pueblos de la Ribera Alta comienzan a recuperar la normalidad al bajar, aunque muy lentamente, el nivel de las aguas, que han anegado unas 10.000 hectáreas, según las primeras estimaciones del Gobierno aragonés.
En los municipios de Novillas, Boquiñeni, Gallur, Pradilla, Remolinos, Cabañas y Alagón, el nivel de la avenida ya está bajando y, por ejemplo en Pradilla, uno de los lugares más afectados por las inundaciones, el nivel del Ebro ha bajado 1,5 metros desde el máximo nivel de anoche y ya está en la cota 6,58.
Luis Eduardo Moncín, alcalde de Pradilla, cuyos 650 vecinos fueron desalojados de manera repentina el viernes al ceder un dique e inundarse el casco urbano, dijo a Efe que la crecida ha provocado cuantiosos daños en las viviendas y algunos derrumbamientos. El alcalde manifestó que al menos la mitad del pueblo se ha inundado.
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