Sociedad
Múltiple
ABC Pág.   Martes, 18/11/2003

Autor: J.F.C.
 
       
 
Suspendida la investigación por supuestas concesiones ilegales de agua del Segura 
 
     
     
 

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La autora de una carta en la que se acusaba a la Confederación del Segura y al Ministerio de trato de favor a grupos económicos murió dos meses antes de que la misiva se recibiera en la Fiscalía

MADRID. La declaración del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Juan Cánovas, ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por una serie de concesiones ilegales de agua, ha sido aplazada. Cánovas debía declarar en un proceso abierto a raíz de una supuesta apropiación indebida de fondos Feder en la región de Murcia, que derivó asimismo en concesiones ilegales de pozos en la misma zona hace ya años.

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid le había llamado a declarar «en calidad de denunciado», según recordó Cánovas ayer a ABC, después de que él se personase ante la Fiscalía «y rebatiese las acusaciones, pues no existe trato de favor ni negligencia» en la actuación de la Confederación Hidrográfica del Segura. El último capítulo de esta historia empezó a escribirse el 8 de julio de 2002 con una carta presuntamente remitida por María Vicenta Oliveros (jefa del área jurídico-administrativa de la Confederación del Segura) al fiscal de Medio Ambiente del TSJM, Emilio Valerio.

Esa carta fue registrada con fecha de 27 de septiembre de 2002 en la Fiscalía y en ella Oliveros supuestamente pedía declarar a causa de «la gravísima situación que existe en esta Confederación Hidrográfica y en los organismos centrales del Ministerio de Medio Ambiente, con relación al favorecimiento de determinadas personas y grupos económicos -a los que están vinculadas las autoridades decisoras, tanto de la Confederación como del Ministerio- en el negocio ilegal de las reservas y apertura de pozos ilegales».

En la misiva, su autora se declaraba jefa del área jurídico-administrativa de la Confederación Hidrográfica del Segura y firmaba como María Vicenta Olivera. Desde la Confederación se cree que tras conocerse que su nombre real era María Vicenta Oliveros Lapuerta, que la firma de su escrito no tiene nada que ver con su firma real abreviada o completa y que Oliveros falleció dos meses antes de recibirse la carta en la Fiscalía del Tribunal Superior de Madrid, se ha decidido suspender la comparecencia del presidente de la Confederación del Segura. Lo que queda ahora es saber si la guerra librada tanto en el frente social y político como en el ecologista a causa del trasvase del Ebro al sureste de España y a la zona metropolitana de Barcelona, ha llegado a los extremos de utilizar «a una pobre difunta». Lo único cierto ahora es que la cuenca del Segura tiene «en la actualidad un 4 por ciento de su capacidad de agua, por lo que requiere una gestión muy compleja, pero seguimos funcionando», dice el presidente de la Confederación del Segura, a la espera del trasvase del Ebro.