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ABC Pág.   Sabado, 15/02/2003

Autor: A. ACOSTA, J. FERNÁNDEZ-CUESTA
 
       
 
Jaume Matas: «Las obras del Pacto del Agua hubieran evitado la catástrofe» 
 
     
     
 

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Estas obras, recogidas en el Plan Hidrológico Nacional, «no son un capricho», asegura Matas, que dice no entender que el PSOE defienda este proyecto en unas regiones y en otras no

Tras la tempestad las aguas empiezan a volver a su cauce en la cuenca del Ebro. Esta vuelta a la normalidad pasa por la reparación urgente de las infraestructuras hidráulicas dañadas, para lo que el Ministerio de Medio Ambiente ha destinado 54,8 millones de euros, y en segundo lugar, una vez que se tengan todos los daños evaluados, por las indemnizaciones a las personas afectadas. El motivo para dar prioridad a la reparación de las infraestructuras -dice el ministro- no es otro que una cuestión de defensa, «no vaya a ser que ocurra otra desgracia y nos pille con la guardia baja».

-¿Nos pilló con la guardia baja lo ocurrido a partir del día 4?

-No. El nivel de riesgo que tenemos en España es que solemos acordarnos de Santa Bárbara cuando llueve. Nuestros ríos y nuestra forma de recibir las lluvias hace que se produzcan avenidas, que lógicamente necesitan de unas infraestructuras que puedan paliar, corregir y evitar que provoquen daños en las personas y en la actividad económica. Pero además hemos tenido suerte porque afortunadamente los dos caudales, el que bajaba por el Ebro y el del río Aragón, no confluyeron al mismo tiempo en su punto máximo porque si no la avenida hubiese sido todavía mucho más importante.

- En qué medida estas obras de regulación han contribuido a laminar la avenida.

- Desde la cuenca del Zadorra y la propia cuenca del Ebro en Aragón y otros ríos se produjeron avenidas que confluyeron en el Ebro, provocando que en Castejón hubiera en un momento determinado 3.300 metros cúbicos por segundo. Y esto ha sido así gracias a que determinadas instalaciones de regulación han funcionado, como en el Zadorra, Yesa e Itoiz. Gracias a la actuación de esos embalses, esa punta en Castejón y Zaragoza se redujo en 500 metros cúbicos por segundo. Hay que imaginarse lo que hubiera significado sumar esos 500 metros cúbicos a esta avenida...hubiera sido como la del 61.

- En qué hubiera cambiado la situación si una obra emblemática del Pacto del Agua, como el recrecimiento de Yesa, hubiese estado terminada, o si Itoiz hubiese estado en pleno funcionamiento.

-Se hubiera podido reducir más la avenida aunque no totalmente, ya que los dos embalses no actúan en la cuenca principal del Ebro, pero sí hubiéramos reducido lo que bajaba por el Irati y el Aragón, que eran 1.250 metros cúbicos por segundo.

- Entonces, si estuvieran terminadas, ¿las obras del Pacto del Agua hubieran evitado esta catástrofe?

- En una parte importante, sí. Evitarlo totalmente es imposible, pero hubieran paliado en una medida importante los efectos. Quiero llamar la atención sobre la necesidad de hacer estas obras, que no son un capricho. Porque hay quien sigue diciendo que es un capricho para que cuatro constructoras hagan cuatro obras. Que me digan cuál de estas obras que está prevista no es necesaria para resolver un problema de abastecimiento, de regadío o un problema de laminación de una avenida como las que se producen en este tipo de cuencas.

-Precisamente, los detractores del Plan Hidrológico en Aragón aseguran que si todas estas obras estuvieran hechas se habría demostrado que no se puede hacer el trasvase.

-Si se demuestra que no se puede hacer, pues no se hace. Lo que dice la Ley es que el agua sólo se puede trasvasar cuando sobra. Esa es la mejor cautela. Nosotros defendemos que hay agua excedentaria y la realidad va a demostrar que la hay, pero que quede claro que sólo se puede trasvasar cuando existan esos excedentes.