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ABC Pág.   Viernes, 11/04/2003

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La Comisión Europea «no cuestiona» el PHN pero pide que se aclare la cantidad a trasvasar 
 
     
     
 

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El presidente de la Generalitat entregó en Bruselas el informe sobre el Plan Hidrológico Nacional a la comisaria de Medio Ambiente y al presidente del Parlamento

BRUSELAS. El presidente de la Comunidad Valenciana, José Luis Olivas, presentó ayer a la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, un «contrainforme» para rebatir las conclusiones a las que llegó el documento de las instituciones de Aragón sobre el PHN.

«Hemos recibido montañas de información y la estamos analizando», comentó un alto funcionario de la Comisión Europea, que ayer sumó las 47 páginas del documento valenciano a la pila de análisis, panfletos, estudios y denuncias de la más diversa procedencia y con las más variopintas conclusiones. «Es un asunto que se ha politizado mucho», comentó con preocupación este funcionario, declinando pronunciarse sobre el dictamen que debe adoptar el Ejecutivo comunitario.

No obstante, fuentes muy solventes de la Comisión Europea señalaron a ABC que el PHN «no está cuestionado» en Bruselas, aunque están a la espera de que se «aclare» la cantidad a trasvasar desde el Ebro.

Escaso rigor científico

El presidente valenciano criticó el «escaso rigor científico» que constató a lo largo de las 254 páginas del informe aragonés y puso en duda la independencia y la solvencia de los expertos estadounidenses consultados, así como a sus redactores. Pese al escaso valor que observó en el texto aragonés, Olivas indicó que sigue preocupado por el impacto que esta y otras aportaciones puedan causar en la financiación europea del Plan Hidrológico Nacional, que puede alcanzar hasta 6.000 millones de euros, es decir, un tercio de las inversiones previstas.

Olivas presentó su «contrainforme» a la prensa en Bruselas, a Wallström y al presidente del Parlamento Europeo, otra institución donde el PHN ha sido objeto de debates enconados entre partidarios y detractores.

Entre los defectos subrayados en el documento aragonés, Olivas destacó que esos expertos ni siquiera se molestaron en recabar información detallada sobre el terreno, en particular, en las cuencas deficitarias, y que se dedicaron a establecer comparaciones con regiones tan dispares como Estados Unidos, Australia o Chile, que presentan unas situaciones hídricas «muy distintas de las que se dan en España». El presidente valenciano afirmó que «las conclusiones son parciales y el informe adolece de rigor», porque «no conocen a fondo la situación de España y del conjunto del PHN».

Apertura, pese a todo

Olivas no se cerró en banda a la hora de estudiar variaciones o alternativas, aunque estimó poco serio pensar que se puede aumentar mucho más la desalinización, porque es más cara y produce emisiones de gases contaminantes. Sí aceptó, en cambio, discutir cuál es «caudal de garantía» que requiere el río Ebro, por debajo del cual podrían producirse desequilibrios importantes de los ecosistemas asociados y de la calidad del agua.

Pero tampoco sobre este punto, crucial para el análisis que realizará la Comisión Europea, están las ideas claras, ni entre los políticos ni entre los expertos. La Generalitat de Cataluña, por ejemplo, situaba hasta hace poco este caudal mínimo en 100 metros cúbicos por segundo y ahora lo ha aumentado a 135, algo que fue igualmente criticado por Olivas.

El examen de Bruselas

«Nuestra intención es no hacer declaraciones», es la respuesta invariable que se obtiene por parte de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea cuando se pregunta sobre el estado del análisis de las denuncias presentadas por las organizaciones ecologistas contra el PHN y los distintos informes técnicos e institucionales.

Pero fuentes de la CE precisan que «los intercambios con las autoridades españolas se suceden desde octubre de 2000» y que la CE se pronunciará sobre «proyectos individuales, para garantizar que cada uno de ellos cumple todas las condiciones» respecto de la directiva de aguas, la de aves y otras normas ambientales europeas.

«No nos vamos a ponunciar ni contra ni a favor del PHN», afirman. Y entre los argumentos que más importancia tendrán en el dictamen final, destacan «la cantidad de agua trasvasada respecto del caudal del Ebro, el caudal mínimo para la protección del delta del río», a fin de «garantizar su estatus químico y ecológico». Una información que, aseguran, «las autoridades españolas todavía no nos han transmitido de forma clara». «Nuestros expertos tienen que saber cuánto va a ser trasvasado», sentenció.