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ABC Pág.   Martes, 07/01/2003

Autor: POR B. YUSTE
 
       
 
El Guadarrama, una cloaca olvidada 
 
     
     
 

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El crecimiento desorbitado de los núcleos urbanos que vierten al cauce y la falta de medidas de saneamiento adoptadas por las instituciones competentes para afrontar este efecto ha provocado el abandono progresivo del río, que ahora se encuentra en una de sus peores situaciones

TOLEDO. Los altos niveles de contaminación del río Guadarrama que el alcalde de Carranque denuncia en la misiva que envió hace unas semanas al presidente Alberto Ruiz-Gallardón no son constatados por las autoridades madrileñas. Y es que la interpretación del Gobierno de Madrid dista mucho de la descrita por el primer edil en su escrito. Así, la Consejería de Medio Ambiente se ha limitado a recordar que desde 1998 se han invertido 54 millones de euros en la construcción de estaciones depuradoras en la cuenca del Guadarrrama.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Tajo ha señalado que los vertidos ilegales a los que se refiere el alcalde de Carranque se producen «de manera puntual», y cuando se tiene conocimiento de ellos se actúa con la apertura del preceptivo expediente que, tras su tramitación, puede dar lugar a la pertinente sanción, si es que se demuestra la comisión de un delito.

Además, y conforme a los parámetros empleados por la CHT para medir el índice de calidad de los ríos, las aguas del Guadarrama cuentan como media con 50 sobre 100 puntos, lo que constituye la calificación más alta.

La respuesta del Gobierno de Gallardón y de la Confederación no convence al alcalde, Alejandro Pompa, quien mantiene que la contaminación del río «es absolutamente real». Asegura que «es lógico que quieran tirar balones fuera, puesto que este tema no les interesa», pero lo cierto es que, a su juicio, la degración del Guadarrama es un hecho.

Abandono progresivo

El crecimiento desorbitado de los núcleos urbanos que vierten al río y la falta de medidas de saneamiento adoptadas por las instituciones competentes para afrontar este efecto ha provocado el abandono progresivo del Guadarrama, que ahora se encuentra en una de sus peores situaciones. Precisamente, el alcalde de Carranque recuerda que hace unos dos años, y tras una etapa fatídica, se podían ver peces en el río. Sin embargo, desde entonces no se ha podido contemplar una imagen parecida.

La recuperación del Guadarrama es una prioridad sobre la que también se han pronunciado diversos grupos ecologistas. Junto al regidor de Carranque, estas organizaciones reclaman a la Comunidad de Madrid la adopción de las medidas precisas mediante las que se puedan frenar los elevados índices de contaminación que registra en estos momentos el río. Y esta solución es la que únicamente podrá poner coto a un proceso de degradación cada vez más preocupante, según estima Alejandro Pompa, quien fundamenta sus denuncias en los resultados negativos obtenidos tras efectuar los análisis pertinentes. Unos resultados que constataron la presencia en las aguas de componentes nocivos como nitratos, nitritos, amoníaco y materia orgánica, a lo que se ha de sumar la alta turbidez.

El alcalde de Carranque espera que el Gobierno de Madrid asuma su responsabilidad y destine los recursos necesarios (fundamentalmente, inversiones en depuración) para controlar una situación que se puede agravar en un futuro inmediato. De no ser así, Pompa indica que se tendría que recurrir a otras vías de denuncia, entre las que no descarta los tribunales.