sociedad
Múltiple
ABC Pág.   Sabado, 06/03/2004

Autor: R. BARROSO/
 
       
 
El agua envasada de tres de cada cien botellas vendidas en España procede del grifo 
 
     
     
 

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La Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas asegura «desconocer» que en España empresas capten agua de la red pública para embotellarla
MADRID. La polémica desatada en Reino Unido por la venta de agua embotellada procedente del río Támesis -la misma que consumen los británicos a través del grifo de casa pero con un tratamiento adicional- ha cruzado fronteras y ha despertado el recelo de los consumidores españoles. ¿Es agua todo lo que reluce? ¿Pueden fiarse de una publicidad que anuncia arroyos cristalinos bajando de las montañas? ¿Encierran los cada vez más sugerentes envases simple agua del grifo? Lo cierto es que aunque la legislación permite la venta de agua obtenida de la red pública tras un proceso de tratado, y son muy pocas las empresas que en nuestro país llevan a cabo esta práctica, el desconocimiento del consumidor permite que aguas de distinta procedencia convivan en los estantes de los supermercados, mientras el marketing se derrama ocultando unas diferencias que muy pocos saben o advierten.«La captación de agua del grifo para su venta una vez tratada es una práctica legal siempre que se mencione en el etiquetado -señala Irene Zafra, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (Aneabe)- porque el público tiene derecho a saber que está consumiendo agua potable preparada y no mineral o de manantial».En España, tres son los tipos de aguas que se comercializan: minerales naturales, de manantial y potables preparadas. No obstante, sólo el 3 por ciento del agua envasada que se consume en España corresponde a estas últimas y, según Aneabe, «no hay conocimiento de que algunas empresas traten el agua de la red pública». A pesar de esta afirmación, una de las compañías que comercializa agua preparada en nuestro país, Nafree S.A., utiliza el agua del grifo de la red de Murcia para poner en el mercado un agua «desmineralizada y esterilizada mediante un proceso físico-químico» y otra recomendada para el consumo y preparación de los alimentos infantiles (Aquabebé), según informa Efe.Filtrar el agua del grifoNafree reconoce en su etiquetado que se trata de «agua de abastecimiento público preparada» aunque no lo resalta de manera especial. El proceso de elaboración del agua se lleva a cabo en una planta de Lorquí (Murcia), situada a orillas del río Segura donde se eliminan del agua pública las sales minerales mediante un filtrado por presión y los residuos sólidos, a los que le siguen procesos de descalcificación, ósmosis, rayos ultravioletas, enriquecimiento de calcio y pasteurización. Para la elaboración del agua la compañía cuenta con un caudal continuo de 10.000 litros a la hora, aunque de ellos sólo puede envasar 6.000.«Lo importante -señala Irene Zafra- es que el consumidor pueda distinguir claramente qué tipo de agua va a adquirir y que no se le engañe». Una opinión en la que coincide el director general de Consumo de Murcia, José Gabriel Ruiz, quien insistió en que «la legislación actual permite vender agua natural, de manantial, y además aguas preparadas, siempre que en su etiquetado aparezca de forma correcta su denominación».Por tanto, las diferencias existentes entre los tipos de agua que se comercializan en nuestro país, a pesar de que puedan parecer mínimas, resultan sustanciales. Las aguas minerales naturales tienen un origen subterráneo, son bacteriológicamente sanas y tienen minerales y componentes que resultan beneficiosos para la salud. Las de manantial presentan una excelente calidad, también son aguas potables de origen subterráneo pero, a diferencia de las minerales, no tienen accción alguna sobre la salud. Ninguna de ellas puede ser sometida a tratamientos que modifiquen su composición original, salvo la separación de elementos inestables como el hierro o el azufre.Etiquetado claroPor el contrario, las aguas preparadas -que tras la polémica han sido convertidas en la oveja negra de la familia- son aquellas que han sido sometidas a tratamientos físico-químicos para que cumplan los requisitos sanitarios. «La ley permite diversas maneras de obtener agua preparada -señala Irene Zafra-. Pueden proceder de manantiales o ser captadas de pozos (potables preparadas) o provenir de la red de abastecimiento pública, como es el agua comercializada en Reino Unido por Coca-Cola». En cualquier caso, el tipo de agua, el nombre del manantial o lugar de explotación debe figurar claramente en la etiqueta y en el caso de venta de agua preparada, ésta debe aparecer en forma destacada y nunca en un tamaño inferior al de la marca u otro signo distintivo y además, si se trata de agua de abastecimiento público preparada, se ha de espeficar. «En España no se puede coger agua del grifo, envasarla y venderla sin que haya sido tratada, sólo podría llevarse a cabo en situaciones de emergencia, para abastecimiento de la población y sería gratuita», puntualizan desde Aneabe.Una nueva culturaCada vez son más las personas que se decantan por el agua embotellada. No en vano, el consumo mundial aumenta una media de un 12 por ciento cada año, a pesar de que su precio es mucho más alto comparado con el agua del grifo. Incluso en aquellos países donde existe un servicio público de agua potable, las personas pueden llegar a gastar hasta mil veces más dinero en agua embotellada que si la cogiera de la red pública, según la Organización Mundial de la Salud.Además, más de la mitad del agua embotellada que se bebe en el mundo es agua preparada (59 por ciento) y la restante (41 por ciento) es agua mineral o de manantial. España tampoco se queda atrás en esta «nueva moda» en la que el agua ha pasado de ser un bien de consumo necesario a convertirse en un elemento gastronómico y un signo de los nuevos tiempos. Durante 2002, los españoles consumieron 4.513 millones de litros de agua envasada: 110 litros por persona. Eso sí, las favoritas son las minerales (89,7 por ciento), seguida de las de manantial (7,3) y las potables preparadas (3). En cuestión de burbujas también está claro: las aguas sin gas representan el 95,2 por ciento de la producción frente al 4,8 de las que contienen gas.España es el cuarto consumidor de agua embotellada de la UE, por detrás de Francia, Alemania e Italia. Hasta ahora, el sector ha estado dominado por multinacionales y pequeños manantiales, pero algunas marcas de refrescos han mostrado su interés y se han sumado a la comercialización de aguas potables preparadas. Para evitar más polémicas y desconfianzas, la asociación de consumidores Facua ha pedido al Ministerio de Sanidad y Consumo que acabe con la publicidad de algunas marcas de agua envasada que se venden como si fueran «tónicos milagrosos» y que «compiten de forma desleal con el agua del grifo».