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ABC Pág.   Viernes, 05/12/2003

Autor: Marsella. Agencias
 
       
 
Las aguas vuelven a su cauce en el sur de Francia 
 
     
     
 

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La situación mejoró hoy un poco en el sur de Francia, asolado por las inundaciones, ya que amainaron las fuertes lluvias en las regiones de Nimes, Arles y Aviñón que desde el domingo inundaron amplias zonas.

El número de muertos a causa de las inundaciones aumentó hoy a
seis, ya que según fuentes policiales en Nimes, un hombre de 37 años
murió en su garage inundado en la localidad de Bellegarde. Al
parecer, había sufrido previamente un desmayo.

Las inundaciones dejaron atrás casas destrozadas, coches echados a
perder y masas de lodo. Más de 5. 000 socorristas se encuentran de todas formas aún en estado de alerta máxima para reparar roturas de diques y controlar la seguridad de los habitantes.

Unas 10. 000 personas entre Lyon, Marsella y Nimes tuvieron que
abandonar el miércoles sus casas y pasar la noche en refugios,
escuelas y gimnasios. Las escuelas también permanecerán cerradas hoy.
Marsella y sus alrededores fueron declarados zona de catástrofe.
'Esta es la inundación del siglo', dijeron los bomberos del
departamento de Bouches-du-Rhone. En las primeras horas de la mañana el Ródano tenía un cauce registrado sólo en el siglo XIX. Por la
mañana, el fluviómetro bajó 'cinco centímetros por hora'. En la
mayoría de los ríos afluentes también bajaron los niveles de agua.

Grandes zonas aún se asemejan a grandes lagos en Camargue.
Soldados y legionarios tuvieron que rescatar con helicópteros a los
habitantes desde techos de las casas.

'Las tareas de limpieza llevarán meses', dijo un portavoz de la
prefectura Gard. En Montpellier, donde los habitantes se encontraban
el miércoles completamente aislados del mundo exterior, la mayoría de
las calles eran hoy nuevamente transitables. Allí cayeron en un día
más de 270 litros de lluvia por kilómetro cuadrado.

El Ródano alcanzó según los bomberos el miércoles por la noche la
'crecida del siglo', nunca antes registrada desde el siglo XIX. Por
la mañana, el fluviómetro siguió bajando. Al norte de Arles se
produjo por la noche una rotura de dique.

Los bomberos siguieron rescatando conductores descuidados que
pasaron con sus coches por calles inundadas. 'La gente no presta
atención a las advertencias de las autoridades. Tienen la idea fija
de seguir conduciendo sus coches', dijo un bombero.

Unas 250. 000 personas cerca de Nimes siguen sin contar con agua
potable y unas 100 rutas siguen cortadas. Es posible transitar las
rutas más elevadas y el tránsito ferroviario también pudo ser
reestablecido por tramos.

Frente a la antigua arena romana en Nimes, de 2. 000 años de
antigüedad, se formaron durante todo el día largas hileras de
habitantes para recibir agua potable. En la ciudad medieval de
Carcassone y en las localidades aledañas miles de ayudantes siguen en
alerta máxima para reparar roturas de diques y ayudar a los
habitantes.

Los habitantes que volvieron a sus hogares tras pasar la noche
fuera de ellos se encontraron con terribles escenas de devastación.
Se emplearon excavadoras y grandes maquinarias para limpiar las masas
de lodo, los árboles arrancados y las casas derruidas.

'Mi hijo perdió todo', se quejó en un suburbio de Marsella un
hombre. 'No tuvo ni tiempo de llevarse sus documentos', agregó. En
Mauguio, una localidad costera al este de Montpellier, de 15. 000
habitantes, el agua subió tan rápido en una casa que los bomberos ya
no lograron llegar. 'En unos diez minutos el agua subió1, 5 metros',
dijo un hombre.

En el valle del Ródano y Camargue, la principal preocupación de
los bomberos es que se venzan los diques. 'Si se quiebran, se
producirá una gran inundación', afirmó Gilles Dumas, alcalde de
Fourques. Los diques fueron reforzados tras las inundaciones de 1993
y 1994. 'Sin embargo, no fueron concebidos para detener estas enormes
masas de agua', explicó.

El frente de mal tiempo se desplazó según las autoridades hacia el
oeste. En la costa, cerca de Perpignan, las ráfagas de viento
alcanzaron velocidades de hasta 150 kilómetros por hora y en los
Pirineos cayó nieve por encima de los 800 metros sobre el nivel del
mar. Cerca de Foix, las fuertes nevadas causaron cortes de luz en
unas 10. 000 casas.

El gobierno francés puso a disposición una ayuda de 12 millones de
euros (14, 5 millones de dólares) para las zonas inundadas.