Sociedad
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Jueves, 04/09/2003 Autor: R. BARROSO |
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El Segura tiene un 36 por ciento menos de agua embalsada que su media de los últimos diez años |
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[4,627 Caracteres] Los empresarios de los 23 municipios de Murcia y Albacete que sufren cortes de agua muestran su preocupación por la repercusión en la producción y el empleo MADRID. Son muchos los que esperan que la llegada del otoño ensombrezca de nubarrones los cielos de España y las lluvias vuelvan a dar un respiro a nuestros embalses. En la vertiente Mediterránea -una de las zonas más castigadas por la ausencia de precipitaciones- tan sólo la cuenca del Júcar y las de Cataluña registran a estas alturas niveles de agua embalsada superiores a la media de la última década. Mientras que las del Sur y Ebro se sitúan por debajo de sus valores medios. No obstante, el farolillo rojo sigue siendo para la cuenca del Segura, que con un 10,4 por ciento de agua embalsada (contabilizando el trasvase Tajo-Segura) se sitúa cerca de nueve puntos por debajo de su media de los últimos cinco años y a seis del porcentaje del agua en la última década. Y si ya por entonces la situación evidenciaba el desfase existente entre necesidades de consumo y recursos de agua disponibles, la brecha continúa aumentando. A pesar de que hay que tener en cuenta que la calificación de sequía, escasez y zona árida no resulta válida para todas las áreas geográficas y que cada Confederación Hidrográfica posee sus propios cánones de medida para considerar si se puede hablar o no de sequía en su zona, lo cierto es que la cuenca del Segura lleva atravesando desde hace tiempo momentos críticos. Así, ante una climatología adversa y ante la falta de soluciones reales, la resignación va haciendo mella entre los habitantes de la zona, demasiado acostumbrados a las restricciones domésticas y al sofoco agrícola en un país ya de por sí propenso a pasar sed. Pérdidas millonarias Pero las restricciones de agua a las que se someten durante el año muchos pueblos de España causan algo más que molestia a sus vecinos. La economía se resiente y las pérdidas son, en ocasiones, millonarias. Los cortes de agua (de doce horas) que durante estos días sufren más de veinte municipios de Murcia y Albacete han hecho saltar las alarmas entre los empresarios de la zona que auguran que los tanques de agua de muchas de sus industrias no darán para mantener el ritmo actual de producción y muestran su preocupación no sólo por las pérdidas de producción, sino por la repercusión que tendrá en el número de empleos y en las perspectivas de futuro. Una cuestión sobre la que ayer debatieron expertos, políticos y economistas reunidos en Santander que coincidieron en afirmar que el agua es vital para el desarrollo económico, informa Efe. No obstante, el director general del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, quiso insistir en que el desarrollo sólo es sostenible si se basa en lo económico, lo social y la protección medioambiental. «Para lograr el desarrollo sostenible -agregó- es vital el equilibrio en las cuentas públicas y la estabilidad presupuestaria», ya que, en su opinión, «el agua es imprescindible para hacer despegar el desarrollo y fundamental para mantenerlo». Los expertos avalaron el desarrollo de trasvases sostenibles y apostaron por poner «precios reales» al agua. En ello coincidió el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Vizcaíno, que resaltó el «espectacular» desarrollo de la obra hidráulica en España. Una política encaminada a aumentar la capacidad de almacenamiento, facilitar el transporte de caudales y la conexión entre distintas cuencas. Más crítico se mostró el consejero de Castilla-La Mancha, Alejandro Gil, quien señaló que en el uso del agua debe primar el abastecimiento de la población y «en ningún caso el desarrollo económico se debe realizar a costa de los ecosistemas». «No somos antitrasvasistas -aseguró- pero éstos han de realizarse en unas condiciones adecuadas». Precio al agua del mar Por su parte, el director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Trigueros, insistió en la necesidad de una gestión integrada del agua de las costas y las confederaciones, ya que «cualquier actuación en una cuenca, como la construcción de un embalse, repercute en la costa». Trigueros dijo que la agricultura (que consume el 70 por ciento de los recursos hídricos de la región mediterránea) es uno de los sectores clave para el desarrollo económico en la costa. Además, señaló que ante la entrada en vigor de la directiva marco del agua -que incluye en su gestión a las aguas costeras- habrá que plantearse si se pone precio al agua del mar. |
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