Sociedad
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Miercoles, 03/09/2003 Autor: R. B. |
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Restricciones de agua de doce horas al día en la principal zona receptora del trasvase del Ebro |
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[5,307 Caracteres] Más de 250.000 personas se enfrentan en Murcia y Albacete a restricciones de agua durante doce horas al día a la espera de la llegada de las lluvias MADRID. Los rigores del verano han hecho mella en los embalses peninsulares. Ayer, las presas almacenaban 31.500 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 58,3 por ciento de su capacidad total. Aunque en general la mayoría de las cuencas han visto mermadas sus reservas, es sin duda la del Segura la que registra una situación más dramática: si la lluvia no lo remedia, los expertos temen que las reservas no alcancen hasta final de mes. La reserva de agua se encuentra al 10,4 por ciento, de una capacidad de almacenamiento de casi 1.000 hectómetros cúbicos. Una cifra que se sitúa muy por debajo de las garantías para abastecimiento y riego, que se estiman en el 15 por ciento. La situación, además, se agrava si no se tiene en cuenta el agua aportada desde el Acueducto Tajo-Segura, sin la cual las reservas apenas alcanzan el 6 por ciento. Y es que las aportaciones del Segura se han ido reduciendo año tras año. Si en el año hidrometeorológico 2000-2001 las aportaciones del Segura eran de 350 hectómetros cúbicos, el pasado año fueron 207, y este (que termina el 30 de septiembre) ya se inició con un déficit de 6 hectómetros. Una situación nada halagüeña y que hace temer lo peor en la principal cuenca receptora del trasvase del Ebro, que le aportaría 430 hectómetros cúbicos al año. La sequía hace, pues, estragos en las reservas de la cuenca del Segura y de ella no se escapa ni su afluente más rico: el Taibilla. Un caudal que desde hace años viene experimentando un importante descenso y que ha hecho saltar no sólo las alarmas sino también las restricciones de agua. Más de 250.000 afectados Una situación que conocen bien los habitantes de la zona que desde hace diez días han comprobado cómo durante ocho horas al día (10 de la noche a 6 de la mañana) por sus grifos no caía ni gota de agua. La Mancomunidad de los Canales del Taibilla (que se nutre de este afluente y del trasvase Tajo-Segura) abastece a un total de 76 municipios de las provincias de Murcia (42), Alicante (32) y Albacete (2). En total, una población estable de 1.800.000 habitantes que se dispara en verano hasta alcanzar los dos millones y medio. No obstante, explica Isidoro Carrillo, presidente de la Mancomunidad, las peores restricciones afectan a aquellos municipios que dependen en exclusiva de las aguas del Taibilla: dos en Albacete y veintitrés en Murcia, aunque de estos últimos Lorca y Cartagena no dependen en su totalidad de las aguas del afluente. La situación es crítica y, desde ayer, las restricciones se endurecen para las más de 250.000 personas que viven en esos municipios: durante 12 horas al día no dispondrán de agua. «Nos vemos obligados a aumentar las restricciones porque no hemos conseguido ahorrar el 20 por ciento de agua que pretendíamos con los primeros cortes», explica Carrillo, que reconoce que «el embalse del Taibilla está prácticamente seco, sólo dispone del agua necesaria para que los peces no mueran». Mínimos históricos La razón hay que buscarla en que por cuarto año consecutivo los aportes del río Taibilla han registrado mínimos históricos. No en vano, durante los meses de julio y agosto se ha llegado a niveles un 15 por ciento inferiores a los del pasado año. Así, del valor normal de 60 hectómetros cúbicos al año que hasta hace cinco aportaba este afluente se ha pasado hoy día a menos de 40. Este progresivo descenso del caudal ha llevado a la Mancomunidad de Canales del Taibilla a encargar un estudio de hidrogeología que precise si el afluente está enfermo y por qué bajan, año tras año, sus recursos. Los primeros datos señalan que este descenso «está justificado por la disminución de las precipitaciones y por el aumento de temperatura media que se está registrando en la zona», explica Carrillo. Para paliar la situación, los habitantes del lugar han podido contar con aportaciones extraordinarias de agua de las cuencas del ya maltrecho Segura y del Júcar. «No podemos esperar a las aguas del Ebro -reconoce Carrillo- por eso necesitamos también de la aportación de las desaladoras que ya están en marcha». Estas desaladoras, situadas en Alicante (ya terminada y en fase experimental desde el mes de julio) y San Pedro del Pinatar podrán aportar hasta 42 hectómetros cúbicos al año, un aporte que vendría a paliar el déficit estructural del río Taibilla. Cortes en Santander Pero no sólo ha sido la región de Murcia una de las que se ha tenido que enfrentar a los cortes en el suministro de agua. En Cantabria, la ciudad de Santander ha tenido que afrontar durante varios días cortes de agua para que pudieran recuperarse los depósitos que la abastecen. Una vez restablecida la situación, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, aseguró que «hasta el año que viene ya no hay ningún problema» con el agua, debido tanto a la marcha de la mayor parte de los turistas, con el consecuente descenso poblacional, como a la llegada de las precipitaciones. No obstante, señaló que con que hubiera llovido un par de días en agosto, «se habría podido salvar el verano». |
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