Sociedad
Múltiple
ABC Pág.   Viernes, 01/08/2003

Autor: ARACELI ACOSTA
 
       
 
No se podrá trasvasar ni una gota del agua del Ebro hasta dentro de 4 años, cuando se fije el caudal ecológico 
 
     
     
 

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La Generalitat abandonó ayer la reunión de la comisión ejecutiva del consorcio que debe aprobar el Plan Integral del Delta del Ebro, que lleva un año de retraso

MADRID. El caudal ecológico que debe tener el tramo final del Ebro para poder realizar el trasvase a las Cuencas Internas de Cataluña, Júcar, Segura y Sur no se determinará hasta dentro de cuatro años, por lo que nunca antes de esa fecha podrá realizarse transferencia alguna de agua desde el río. Si bien esta fecha es más o menos acorde con los plazos de ejecución de las obras necesarias para el trasvase, según lo previsto por el Ministerio de Medio Ambiente, lo cierto es que supone un condicionante más para su inicio pues, aunque las obras se pudieran hacer en menos tiempo, sin que esté fijado ese caudal ecológico no se podrá trasvasar ni una gota de agua, según establece la ley del Plan Hidrológico.

Estos plazos para determinar cuál debe ser el régimen hídrico en el tramo final del Ebro (90 kilómetros) se recogen en el documento de Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, realizado por un equipo multidisciplinar de técnicos, cuyas líneas generales se presentaron ayer. Tal y como adelantó este periódico el pasado mes de enero, la actuación central de este plan era el establecimiento de una red de sensores a lo largo de esos últimos 90 kilómetros del Ebro que evaluaría una serie de indicadores ambientales, como el régimen hídrico, la calidad del agua, la salinidad y la regresión, entre otros. Pues bien, precisamente los resultados que arrojen estos sensores serán los que permitan determinar en un plazo de tres años a partir de su instalación (para la que se calcula otro año) cuáles son los mejores caudales de mantenimiento para el tramo final del río. Esto no sólo afecta al trasvase, ya que, según ha podido saber ABC, tampoco se autorizará ningún nuevo uso en ese tramo final hasta que este caudal esté fijado.

Casi 600 millones de euros

Para que este tiempo empiece a contar, el documento debe ser aprobado por el Consejo de Ministros, lo que no parece que pueda plantear ningún problema, pues ayer la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, resaltó las bondades del documento y anunció que el Plan Integral del Delta del Ebro contará con una financiación de 560 millones de euros. Sin embargo, antes de llegar al Gobierno para que éste dé su visto bueno, el trabajo de los técnicos debe ser aprobado por la Comisión Ejecutiva del Consorcio para la Protección Integral del Delta del Ebro y de su Consejo General. Precisamente ayer esta comisión ejecutiva se reunía para tratar el documento, pero los seis representantes de la Generalitat de Cataluña abandonaron la reunión por no estar de acuerdo con las tesis expuestas en el plan. Los puntos de fricción son principalmente dos: el caudal ecológico y la creación de una nueva sociedad encargada de gestionar el tramo final del Ebro, incluido el Delta, y de ejecutar las actuaciones previstas en el Plan. En cuanto al primero, la Generalitat viene defendiendo que el caudal ecológico en el tramo final del Ebro fuera 35 metros cúbicos superior al fijado en el plan de la cuenca (100). En cuanto al segundo punto, el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Ramón Espadaler, consideró ayer que «crear una sociedad mercantil que asuma competencias de la Generalitat y los Ayuntamientos, es casi un plan de privatización».

Asimismo, Espadaler calificó de «tomadura de pelo» el documento técnico del plan, al que continuamente se refiere como el plan del Gobierno central o del Ministerio de Medio Ambiente, cuando la comisión ejecutiva encargada de supervisarlo y aprobarlo en primer término está formada a partes iguales por la Administración del Estado y por la autonómica, y cuyo presidente, con voto de calidad, fue nombrado por la Generalitat. Precisamente, estos enfrentamientos políticos han provocado que este plan lleve por ahora, aún no se ha aprobado, más de un año de retraso sobre el mandato del PHN.