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ABC Pág.   Sabado, 06/09/2003

Autor: ABC
 
       
 
El temporal de lluvia y viento se cobra dos muertos en Mallorca y JaénUn pequeño tornado provocó que volaran tejados, toldos y vallas en Denia 
 
     
     
 

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En Palma de Mallorca, el viento alcanzó los 100 kilómetros por hora y se llegaron a registrar en tan sólo diez minutos 23 litros por metro cuadrado

MADRID. Las lluvias intensas y los fuertes vientos que azotaron la parte oriental de la Península Ibérica durante las últimas 24 horas se han saldado con dos víctimas mortales e importantes destrozos en cosechas e infraestructuras viarias.

El primer deceso se registró en la zona residencial del Puente de la Sierra, a las afueras de Jaén, donde una joven de 25 años murió ahogada cuando el vehículo en el que viajaba se salió de la carretera y cayó en un canal de riego. Los aguaceros afectaron a seis municipios y tanto la línea ferroviaria Linares-Almería como 17 carreteras de la provincia jiennense estuvieron cortadas hasta la tarde de ayer por inundaciones y desprendimientos.

Málaga también padeció los rigores del temporal, que llevó a suspender el tránsito por varias carreteras durante la madrugada de ayer e inundó casi medio centenar de viviendas en Cuevas de San Marcos, localidad que perdió el 25 por ciento de la cosecha del olivar, según estimó la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

Tras los graves destrozos causados por las lluvias y las granizadas caídas en Mallorca e Ibiza los pasados martes y miércoles, Mallorca y en menor medida Menorca se vieron afectadas en la mañana de ayer por una tormenta de una gran intensidad que, indirectamente, en Palma causó la muerte de un hombre de unos 40 años de edad y trabajador de la Autoridad Portuaria de Baleares. La víctima navegaba en una barcaza cuando vio avanzar la tormenta, ante lo que intentó acercarse a los muelles de atraque. Pero un golpe de mar hizo volcar la barca cuando se encontraba a unos metros del puerto del Portixol. Sobrevivió durante unos veinte minutos, mientras tuvo oxígeno debido al vacío creado en el interior de la barcaza volcada. No obstante, pese a los denodados esfuerzos de los bomberos y la Guardia Civil, no fue posible rescatarlo a tiempo.

Los efectos de «la gota fría » en el archipiélago balear también se concretaron en graves daños materiales, sobre todo en Palma de Mallorca, Calvià, Inca y Pollença, con árboles arrancados desde la raíz, calles y sótanos inundados, barcas hundidas y empresas afectadas por la rotura de sus escaparates debido al fuerte viento, que en algunos momentos rozó los 100 kilómetros por hora, sobre todo en Palma, según informa Josep M. Aguiló. En tan sólo diez minutos, la fuerte tempestad, que atravesó Mallorca en apenas una hora, descargó en la capital 23 litros por metro cuadrado.

El Levante español vivió horas inquietantes durante la mañana de ayer, en particular, la provincia de Alicante, cuando una tromba de agua y fuertes vientos llegaron a provocar un pequeño tornado que causó destrozos de diversa consideración en las inmediaciones de Denia, donde efectivos del Parque Local de Bomberos realizaron más de 50 actuaciones durante toda la jornada. Tejados, toldos y vallas publicitarias fueron pasto de las fuertes rachas de viento en el área metropolitana, además se produjeron caídas de árboles a la calzada de las carreteras. Como consecuencia del tornado un coche resultó dañado, aunque no hay que lamentar daños personales.

Salidas de bomberos

Por su parte, en la comarca de L´Alcoià también se registraron lluvias con granizo con bastante intensidad a primera hora de la mañana, aunque su duración fue breve, por lo que no se produjeron daños relevantes. Los bomberos de Alcoy tuvieron que realizar achiques de agua y desembozos en un puente, así como en un centro de salud donde el acceso a las unidades del Samu había quedado totalmente encharcado e impedía la llegada de las ambulancias.

Tras la gran tromba de agua que cayó el jueves, la localidad zaragozana de Calatayud fue recuperando la normalidad en las últimas horas y acometiendo la consiguiente evaluación de daños, para lo que ya se han organizado grupos. Si importantes fueron las consecuencias del temporal en el área urbana, las fincas rurales de la comarca y las redes viarias, la peor parte se la llevó el yacimiento romano situado en la ciudad, otrora denominada «Bílbilis», que, en palabras del director de las excavaciones, Manuel Martín, presentaba un «aspecto absolutamente desolador» después del aguacero. El alcalde de Calatayud solicitó además al Ministerio de Medio Ambiente el diseño y ejecución de un plan especial que reduzca el riesgo de inundaciones, tras las cinco que ha sufrido en los cuatro últimos años, la más grave, la del jueves. El primer edil insistió en la importancia del desvío del barranco de Las Pozas, por el que transita el Jalón, que suele desbordarse con estos rudos temporales.