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Pais vasco Bizkaia
DEIA Pág.   Miercoles, 22/01/2003

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Urola, Deba y Oria son los ríos más contaminados por los vertidos sin tratar 
 
     
     
 

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LA SITUACIÓN de la red fluvial de Gipuzkoa está «muy condicionada» por la alteración de la calidad del agua debido a la existencia de vertidos sin tratamiento y a la degradación de su hábitat físico por los encauzamientos. La fuerte utilización de los recursos acuíferos, que ocasiona importantes déficits de agua en algunos tramos, y la gran cantidad de azudes y presas, más de 200, que interrumpen los movimientos y migraciones de la fauna piscícola, son otros de los aspectos negativos que resalta el último 'Estudio de la calidad del agua de los ríos de Gipuzkoa 2001' elaborado por la Diputación. Las perspectivas se fijan en las obras de saneamiento y depuración en marcha.
Basado el estudio en el control de la calidad físico-química, la calidad biológica mediante índices bióticos, la fauna piscícola y la producción primaria, los datos que aportan las 64 estaciones de muestreo ubicadas en las seis unidades hidrológicas de Gipuzkoa concentran los mejores resultados en las cuencas orientales (Bidasoa, Oiartzun y Urumea), mientras que los peores se registran en las cuencas de los ríos Urola y Deba.
El río Oria se suma a la lista de ríos con mayor deterioro en sus aguas. Aunque los nacimientos de estos tres ríos se mantienen en buenas condiciones, la situación cambia drásticamente cuando sus caudales asoma a las primeras poblaciones, donde los vertidos provocan una intensa contaminación con la consiguiente bajada de los índices biotopos, que indican la calidad biológica, e incluso la desaparición de la fauna piscícola.
En la cuenca del río Deba (62,4 kilómetros de longitud) la calidad del agua es «excelente» en su cabecera (Leintz) y se mantiene «correcta» hasta recibirse los vertidos de Eskoriatza, Aretxabaleta y Arrasate, que conllevan una «intensa» contaminación urbana e industrial, con presencia de tóxicos como el cobre, cinc, cadmio y níquel. A pesar de la tímida recuperación en los siguientes kilómetros, la calidad química es «muy deficiente», con ausencia de fauna piscícola. De hecho, no se detecta ningún pez en la pesca eléctrica que se realiza en Soraluze.
La situación se mantiene de forma similar hasta cerca de la desembocadura, ya que a los procesos de autodepuración se oponen los nuevos aportes contaminantes de Elgoibar. En Mendaro aparecen las primeras especies de peces: loina, ezkailu, locha, corcón y platija.
En la cuenca del río Urola (59,3 Kms.), la calidad del agua es «elevada» desde su nacimiento en Aizkorri hasta Legazpi, situación que sufre un cambio «drástico» por los vertidos de este municipio, Urretxu y Zumarraga, lo que ocasiona la desaparición de la fauna piscícola. La calidad tiende a mejorar en Aizpurutxo y Azkoitia, aunque aún hay síntomas de contaminación. La Edar de Badiolegi y el aporte de aguas limpias de Ibai-Eder procuran la mejora «más rotunda», alcanzando el tope en Aizarnazabal, donde hay presencia de siete especies. Aguas abajo, los vertidos papeleros en Oikina, incrementados en el último decenio, suponen un «importante deterioro».
El río Oria (78,5 Kms.), por su parte, tiene «buenas condiciones» hasta recibir los vertidos de Segura e Idiazabal, empeorando según se suman a su curso Beasain, Ordizia y localidades adyacentes. En este punto del Goierri se presenta la peor situación, con agua «totalmente inapropiada» para la fauna piscícola. la situación tiende a mejorar en los siguientes kilómetros, aunque la «fuerte» presencia de nutrientes, elevadas temperaturas estivales y deficiente oxigenación se mantienen hasta la desembocadura.
Cuencas orientales
El río Urumea (55,3 kilómetros) presenta una «excelente situación» en su mayor parte tras su .espectacular» mejora. La fauna piscícola es estable, con salón, trucha, ezkailu, locha y anguila. En Ergobia hay evidencias «anómalas» de contaminación orgánica. Aunque el estudio recalca la necesidad de que las centrales hidroeléctricas respeten los caudales en la zona alta y los dispositivos de paso para peces en los saltos artificiales.
En el río Oiartzun (18,4 Kms), la calidad del agua sufre un «impacto moderado» al recibir las aguas cargadas de cinc de la regata Arditurri. A pesar de ello, ezkailus y truchas están presentes.Y el Bidasoa (69 kms) tiene una buena calidad química y permite el desarrollo de salmónidos.