Rango: Ley
Fecha de disposición: 13/12/1999
Fecha de publicación: 14/12/1999
Número de boletín: 46
Órgano emisor: Presidencia
Título: LEY
46/1999, de 13 de diciembre, de modi-ficación de la Ley 29/1985, de 2
de agosto, de Aguas.
LEY 46/1999, de 13 de diciembre, de modi-ficación de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas.
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La Ley 29/1985,
de 2 de agosto, de Aguas, supuso la necesaria puesta al día de la legislación
española en la materia, al sustituir a la Ley de 13 de junio de 1879,
que, con sus más de cien años de vida, si bien lógicamente
modificada y completada por toda una serie de normas posteriores, ha configurado
los elementos esenciales del régimen jurídico de las aguas continentales
en España. En este sentido, resultaba evidente que dicha ley, aun gozando
de una gran perfección técnica y constituyendo un modelo en su
género para su tiempo, presentaba ya una absoluta insuficiencia para
abordar la regulación jurídica de nuestras aguas continentales,
tanto por la nueva configuración autonómica del Estado nacida
de la Constitución de 1978, como por las profundas transformaciones sufridas
por la sociedad española, los significativos avances tecnológicos,
la cada día mayor presión de la demanda y la creciente conciencia
ecológica y de mejora de la calidad de vida.
De esta manera, el texto de 1985 estableció el nuevo régimen jurídico
del dominio público hidráulico a la luz del sistema constitucional
de distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas,
fijando así un nítido marco normativo para todas las Administraciones
públicas competentes, ratificado en esencia por la sentencia del Tribunal
Constitucional 227/1988, de 29 de noviembre. Por otra parte, dicha ley configuró
el agua como un recurso unitario renovable a través del ciclo hidrológico,
no distinguiendo entre aguas superficiales y subterráneas, a través
de la demanialización de estas últimas, legalizó un complejo
proceso de planificación hidrológica y vinculó la disponibilidad
del recurso en cantidad suficiente ala exigencia de calidad del mismo.
Sin embargo, la aplicación práctica de la Ley de Aguas de 1985
ha permitido constatar tanto la existencia de diversos problemas prácticos
en la gestión del agua a nivel nacional, que deben resolverse con vistas
al futuro, como la ausencia en ella de instrumentos eficaces para afrontar las
nuevas demandas en relación con dicho recurso, tanto en cantidad, dado
que su consumo se incrementa exponencialmente, como en calidad, teniendo en
cuenta la evidente necesidad de profundizar y perfeccionar los mecanismos de
protección existentes en la Ley de 1985.
En este sentido, la experiencia de la intensísima sequía, padecida
por nuestro país en los primeros años de la década final
de este siglo, impone la búsqueda de soluciones alternativas, que, con
independencia de la mejor reasignación de los recursos disponibles, a
través de mecanismos de planificación, permitan, de un lado, incrementar
la producción de agua mediante la utilización de nuevas tecnologías,
otorgando rango legal al régimen jurídico de los procedimientos
de desalación o de reutilización, de otro, potenciar la eficiencia
en el empleo del agua para lo que es necesario la requerida flexibilización
del actual régimen concesional a través de la introducción
del nuevo contrato de cesión de derechos al uso del agua, que permitirá
optimizar socialmente
los usos de un recurso tan escaso, y, por último, introducir políticas
de ahorro de dicho recurso, bien estableciendo la obligación general
de medir los consumos de agua mediante sistemas homologados de control o por
medio de la fijación administrativa de consumos de referencia para regadíos.
Asimismo, las mayores exigencias que imponen, tanto la normativa europea como
la propia sensibilidad de la sociedad española, demandan de las Administraciones
públicas la articulación de mecanismos jurídicos idóneos
que garanticen el buen estado ecológico de los bienes que integran el
dominio público hidráulico, a través de instrumentos diversos,
como puede ser, entre otros, el establecimiento de una regulación mucho
más estricta de las autorizaciones de vertido, para que éstas
puedan constituir verdaderamente un instrumento eficaz en la lucha contra la
contaminación de las aguas continentales, o la regulación de los
caudales ecológicos como restricción general a todos los sistemas
de explotación.
Igualmente, se constata la necesidad de hacer frente a la significativa laguna
legal que la vigente ley no ha resuelto, como es la ausencia de regulación
de la obra hidráulica, como modalidad singular y específica de
la obra pública, a fin de equipararla a otro tipo de obras que ya gozan
de regulación específica, tales como carreteras, puertos o ferrocarriles,
y que, junto con las recientes innovaciones legales sobre las nuevas formas
de financiación y ejecución de obras hidráulicas previstas
por la Ley 13/1996, de 30 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas
y del orden social, especialmente con la regulación del contrato de concesión
de construcción y explotación de obras hidráulicas, permitan
el establecimiento de un marco general regulador de este tipo de obras.
Al propio tiempo, resulta evidente la necesidad de potenciar y apoyar a las
Comunidades de Usuarios, a fin de fomentar la participación y responsabilidad
de los diferentes protagonistas en la gestión del agua, y la conveniencia
de aumentar también el carácter participativo de las Confederaciones
Hidrográficas, con objeto de adecuar su régimen jurídico
a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Todo ello, sin perjuicio de
fomentar, además, la colaboración entre las distintas Administraciones
públicas competentes, teniendo en cuenta su especial protagonismo en
materia de ordenación del territorio, usos del suelo y construcción
y regulación de las obras hidráulicas.
Todos estos objetivos, necesidades y demandas se afrontan mediante el presente
texto modificativo de la Ley 29/1985, de forma que sin alterar sustantivamente
la legislación preexistente y manteniendo su espíritu codificador,
se dé respuesta a sus insuficiencias, a los nuevos retos que exige la
gestión del agua a las puertas del siglo XXI , en concordancia con nuestra
plena integración en la Unión Europea y ala necesidad de otorgar
la máxima protección a dicho recurso natural como bien medioambiental
de primer orden.
Artículo único. Modificaciones que se introducen en el articulado
de la Ley 29/1985, de 2 de agosto,
de Aguas.
Los preceptos de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, que se relacionan
a continuación, quedan modificados en los términos que en cada
caso se indican.
Primero. Se introduce
un nuevo apartado e) en el artículo 2:
e) Las aguas procedentes de la desalación de agua de mar una vez que,
fuera de la planta de producción, se incorporen a cualquiera de los elementos
señalados en los apartados anteriores.»
Segundo. Se modifica
el apartado 2 del artículo 5, que queda redactado de la siguiente forma:
«2. El dominio privado de estos cauces no autoriza para hacer en ellos
labores ni construir obras que puedan hacer variar el curso natural de las aguas
o alterar su calidad en perjuicio del interés público o de tercero,
o cuya destrucción por la fuerza de las avenidas pueda ocasionar daños
a personas o cosas.»
Tercero. Se da
nueva redacción al artículo 10, con el siguiente tenor:
«10. Las charcas situadas en predios de propiedad privada se considerarán
como parte integrante de los mismos siempre que se destinen al servicio exclusivo
de tales predios y sin perjuicio de la aplicación de la legislación
ambiental corres' pondiente.»
Cuarto. Se crea un nuevo apartado 2 en el artículo 1 1, y el anterior
apartado 2 pasa a ser el apartado 3, con la siguiente redacción:
«2. Los Organismos de cuenca darán traslado a las Administraciones
competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo de los
datos y estudios disponibles sobre avenidas, al objeto de que se tengan en cuenta
en la planificación del suelo y, en particular, en las autorizaciones
de usos que se acuerden en las zonas inundables.
3. El Gobierno, por Real Decreto, podrá establecer las limitaciones en
el uso de las zonas inundables que estime necesarias para garantizar la seguridad
de las personas y bienes. Los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas
podrán establecer, además, normas complementarias de dicha regulación.»
Quinto. Se crea
un nuevo capítulo V en el Título I, cuya rúbrica será:
«De las aguas procedentes de la desalación», que estará
compuesto por el artículo 12 bis, con el siguiente contenido:
«Artículo 12 bis.
1. Cualquier persona física o jurídica podrá realizar la actividad de desalación de agua de mar, previas las correspondientes autorizaciones administrativas respecto a los vertidos que procedan, a las condiciones de incorporación al dominio público hidráulico y a los requisitos de calidad según los usos a los que se destine el agua.
2. Lo dispuesto
en este artículo se entiende sin perjuicio de las autorizaciones y concesiones
demaniales que sean precisas de acuerdo con la Ley 22/1988, de 28 de julio,
de Costas, y las demás que procedan conforme a la legislación
sectorial aplicable si a la actividad de desalación se asocian otras
actividades industriales reguladas, así como las derivadas de los actos
de intervención y uso del suelo.
Aquellas autorizaciones y concesiones que deban otorgarse por dos o más
órganos u organismos públicos de la Administración General
del Estado se tramitarán en un sólo expediente, en la forma que
reglamentariamente se determine.
3. La desalación de aguas continentales se someterá al régimen previsto en esta Ley para la explotación del dominio público hidráulico.»
Sexto. Se crea el artículo 13 bis, con el siguiente contenido:
«Artículo
13 bis.
1. Todas las personas físicas o jurídicas tienen derecho a acceder
a la información en materia de
aguas en los términos previstos en la Ley 38/1995, de 12 de diciembre,
sobre el derecho a la información en materia de medio ambiente, y, en
particular, a la información sobre vertidos y calidad de las aguas.
2. Los miembros de los órganos de gobierno y administración de
los Organismos de cuenca tienen derecho a obtener toda la información
disponible en el organismo respectivo en las materias propias de la competencia
de los órganos de que formen parte.»
Séptimo. Se modifican los apartados 1, 2 y 4 del artículo 20, que tendrán el siguiente contenido:
«1. Los Organismos
de cuenca, con la denominación de Confederaciones Hidrográficas,
son Organismos autónomos de los previstos en el artículo 43.1.a)
de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de
la Administración General del Estado, adscritos a efectos administrativos
al Ministerio de Medio Ambiente.
2. Los Organismos de cuenca dispondrán de autonomía para regir
y administrar por sí los intereses que les sean confiados; para adquirir
y enajenar los bienes y derechos que puedan constituir su propio patrimonio;
para contratar y obligarse y para ejercer ante los Tribunales todo género
de acciones, sin más limitaciones que las impuestas por las leyes. Sus
actos y resoluciones ponen fin a la vía administrativa.»
«4. Los Organismos de cuenca se rigen por la Ley 6/1997, de 14 de abril,
y demás disposiciones de aplicación a los Organismos autónomos
de la Administración General del Estado, así como por la presente
Ley y por los reglamentos dictados para su desarrollo y ejecución.»
Octavo. Se introduce un nuevo apartado f) en el artículo 22, y el anterior apartado f) pasa a ser el apartado g) con la siguiente redacción:
«f) La realización,
en el ámbito de sus competencias, de planes, programas y acciones que
tengan como objetivo una adecuada gestión de las demandas, a fin de promover
el ahorro y la eficiencia económica y ambiental de los diferentes usos
del agua mediante el aprovechamiento global e integrado de las aguas superficiales
y subterráneas, de acuerdo, en su caso, con las previsiones de la correspondiente
planificación sectorial.
g) La prestación de toda clase de servicios técnicos relacionados
con el cumplimiento de sus fines específicos y, cuando les fuera solicitado,
el asesoramiento a la Administración General del Estado, Comunidades
Autónomas, Corporaciones locales y demás entidades públicas
o privadas, así como a los particulares.»
Noveno. El texto del artículo 23 se convierte en el apartado 1 de tal
artículo, y se crean los apartados 2, 3 y 4, por lo que el artículo
23 tendrá la siguiente redacción:
«Artículo 23.
1. Los Organismos de cuenca y las Comunidades Autónomas podrán establecer una mutua colaboración en el ejercicio de sus respectivas competencias, especialmente mediante la incorporación de aquéllas a la Junta de Gobierno de dichos organismos, según lo determinado en esta Ley.
2. Los Organismos
de cuenca podrán celebrar convenios de colaboración con las Comunidades
Autónomas, las Administraciones locales y las Comunidades de Usuarios
para el ejercicio de sus respectivas competencias, conforme a lo dispuesto en
la legislación vigente.
3. Los expedientes,
que tramiten los Organismos de cuenca en el ejercicio de sus competencias sustantivas
sobre la utilización y aprovechamiento del dominio público hidráulico,
se someterán a informe previo de las Comunidades Autónomas para
que manifiesten, en el plazo y supuestos que reglamentariamente se determinen,
lo que estimen oportuno en materias de su competencia. Las autorizaciones y
concesiones sometidas a dicho trámite de informe previo no estarán
sujetas a ninguna otra intervención ni autorización administrativa
respecto al derecho a usar el recurso, salvo que así lo establezca una
ley estatal, sin perjuicio de las autorizaciones o licencias exigibles por otras
Administraciones públicas en relación a la actividad de que se
trate o en materia de intervención o uso de suelo. Al mismo trámite
de informe, se someterán los planes, programas y acciones a que se refiere
el artículo 22, apartado f).
4. Las Confederaciones Hidrográficas emitirán informe previo,
en el plazo y supuestos que reglamentariamente se determinen, sobre los actos
y planes que las Comunidades Autónomas hayan de aprobar en el ejercicio
de sus competencias, entre otras, en materia de medio ambiente, ordenación
del territorio y urbanismo, espacios naturales, pesca, montes, regadíos
y obras públicas de interés regional, siempre que tales actos
y planes afecten al régimen y aprovechamiento de las aguas continentales
o a los usos permitidos en terrenos de dominio público hidráulico
y en sus zonas de servidumbre y policía, teniendo en cuenta, a estos
efectos, lo previsto en la planificación hidráulica y en las planificaciones
sectoriales aprobadas por el Gobierno. El informe se entenderá favorable
si no se emite en el plazo indicado. Igual norma será también
de aplicación a los actos y ordenanzas que aprueben las entidades locales
en el ámbito de sus competencias.
No será necesario el informe previsto en el párrafo anterior en
el supuesto de actos dictados en aplicación de instrumentos de planeamiento
que hayan sido objeto del correspondiente informe previo por la Confederación
Hidrográfica.»
Décimo. El apartado b) del artículo 25 queda redactado del siguiente
tenor:
«b) La Administración General del Estado contará con una
representación de cuatro vocales como mínimo, uno de cada uno
de los Ministerios de Medio Ambiente; de Agricultura, Pesca y Alimentación;
de Industria y Energía; y de Sanidad y Consumo, y un representante de
la Administración tributaria del Estado, en el supuesto de que por convenio
se encomiende a ésta la gestión y recaudación en la cuenca
de las exacciones previstas en la presente Ley.»
Undécimo. Se modifica la redacción del artículo 26, que tendrá el siguiente contenido:
«Artículo
26.
Corresponde a la Junta de Gobierno:
a) Aprobar los planes de actuación del organismo, la propuesta de presupuesto
y conocer la liquidación de los mismos.
b) Acordar, en su caso, las operaciones de crédito necesarias para finalidades
concretas relativas
a su gestión, así como para financiar las actuaciones incluidas
en los planes de actuación, con los límites que reglamentariamente
se determinen.
c) Adoptar los acuerdos que correspondan en el ejercicio de las funciones establecidas
en el artículo 21 de la presente Ley, así como los relativos a
los actos de disposición sobre el patrimonio de los Organismos de cuenca.
d) Preparar los asuntos que se hayan de someter al Consejo de Agua de la cuenca.
e) Aprobar, previo informe del Consejo del Agua de la cuenca, las modificaciones
sobre la anchura de las zonas de servidumbre y de policía previstas en
el artículo 6 de la presente Ley.
f) Declarar acuíferos sobreexplotados o en riesgo de estarlo, determinar
los perímetros de protección de los acuíferos subterráneos
conforme a lo señalado en el artículo 54 de la presente Ley, aprobar
las medidas de carácter general contempladas en el artículo 53
y ser oída en el trámite de audiencia al Organismo de cuenca a
que se refiere el artículo 56. Asimismo, le corresponde la adopción
de las medidas para la protección de las aguas subterráneas frente
a intrusiones de aguas salinas a que se refiere el artículo 91 de la
presente Ley.
g) Adoptar las decisiones sobre Comunidades de Usuarios a las que se refieren
los artículos 73.4 y 74.4.
h) Promover las iniciativas sobre zonas húmedas a las que se refieren
los apartados 5 y 6 del artículo 103.
i) Informar, a iniciativa del Presidente, las propuestas de sanción por
infracciones graves o muy graves cuando los hechos de que se trate sean de una
especial trascendencia para la buena gestión del recurso en el ámbito
de la cuenca hidrográfica.
j) Aprobar, en su caso, criterios generales para la determinación de
las indemnizaciones por daños y perjuicios ocasionados al dominio público
hidráulico, de acuerdo con el artículo 1 10 de la presente Ley.
k) Proponer al Consejo del Agua de la cuenca la revisión del plan hidrológico
correspondiente
¡) Y, en general, deliberar sobre aquellos asuntos que sean sometidos
a su consideración por su Presidente o por cualquiera de sus miembros.»
Duodécimo.
Se modifica la redacción del artículo 27, que tendrá el
siguiente contenido:
«Artículo 27.
Los Presidentes de los Organismos de cuenca serán nombrados y cesados
por el Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Medio Ambiente. Los
nombramientos se ajustarán a lo establecido en el artículo 18.2
de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de
la Administración General del Estado»
Decimotercero.
Se modifica la redacción del artículo 30, con el siguiente contenido:
«Artículo 30.
Las Juntas de Explotación tienen por finalidad coordinar, respetando
los derechos derivados de las correspondientes concesiones y autorizaciones,
la explotación de las obras hidráulicas y de los recursos de agua
de aquel conjunto de ríos, río, tramo de río o unidad hidrogeológica,
cuyos aprovechamientos estén especialmente interrelacionados. Las propuestas
formuladas por las Juntas de Explotación en el ámbito de sus competencias
se trasladarán, a los efectos previstos en el artículo 28.1, al
Presidente del Organismo de cuenca.
La constitución de las Juntas de Explotación, en las que los usuarios
participarán mayoritariamente en relación a sus respectivos intereses
en el uso del agua y al servicio prestado a la comunidad, se determinará
reglamentariamente.
Se promoverá la constitución de Juntas de Explotación conjunta
de aguas superficiales y subterráneas en todos los casos en que los aprovechamientos
de unas y otras aguas estén claramente interrelacionados.»
Decimocuarto. Se
añade un apartado e) al artículo 34 con el siguiente texto:
«e) Las entidades locales cuyo territorio coincida total o parcialmente
con el de la cuenca estarán representadas en función de la extensión
o porcentaje de dicho territorio afectado por la cuenca hidrográfica.»
Decimoquinto. Se
modifican los apartados 1 y 4 del artículo 38, de la siguiente forma:
«1. La planificación hidrológica tendrá por objetivos
generales conseguir el buen estado ecológico del dominio público
hidráulico y la satisfacción de las demandas de agua, el equilibrio
y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las
disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo
y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás
recursos naturales.»
«4. Los planes hidrológicos se elaborarán en coordinación
con las diferentes planificaciones sectoriales que les afecten, tanto respecto
a los usos del agua como a los del suelo, y especialmente con lo establecido
en la planificación de regadíos y otros usos agrarios.»
Decimosexto. Se
modifica el artículo 44, con el siguiente contenido:
«Artículo 44.
1. Tendrán la consideración de obras hidráulicas de interés
general y serán de competencia de la Administración General del
Estado, en el ámbito de las cuencas a que se refiere el artículo
19 de esta Ley:
a) Las obras que sean necesarias para la regulación y conducción
del recurso hídrico, al objeto de garantizar la disponibilidad y aprovechamiento
del agua en toda la cuenca.
b) Las obras necesarias para el control, defensa y protección del dominio
público hidráulico, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades
Autónomas, especialmente las que tengan por objeto hacer frente a fenómenos
catastróficos como las inundaciones, sequías y otras situaciones
excepcionales, así como la prevención de avenidas vinculadas a
obras de regulación que afecten al aprovechamiento, protección
e integridad de los bienes de dominio público hidráulico.
c) Las obras de corrección hidrológico-forestal cuyo ámbito
territorial afecte a más de una Comunidad Autónoma.
d) Las obras de abastecimiento, potabilización y desalación cuya
realización afecte a más de una Comunidad Autónoma.
2. El resto de obras hidráulicas serán declaradas de interés
general por ley.
3. No obstante, lo señalado en el apartado anterior, podrán ser
declaradas obras hidráulicas de interés general mediante Real
Decreto:
a) Las obras hidráulicas contempladas en el apartado 1 en las que no
concurran las circunstancias en él previstas, a solicitud de la Comunidad
Autónoma en cuyo territorio se ubiquen, cuando por sus dimensiones o
coste económico tengan una relación estratégica en la gestión
integral de la cuenca hidrográfica.
b) Las obras necesarias para la ejecución de planes nacionales, distintos
de los hidrológicos pero que guarden relación con ellos, siempre
que el mismo plan atribuya la responsabilidad de las obras a la Administración
General del Estado, a solicitud de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio
se ubique.
4. La declaración como obras hidráulicas de interés general
de las infraestructuras necesarias para las transferencias de recursos, a que
se refiere la letra c), apartado 1 del artículo 43 de la presente Ley,
sólo podrá realizarse por la norma legal que apruebe o modifique
el Plan Hidrológico Nacional.»
Decimoséptimo.
Se modifica el apartado 4 del artículo 51 y se introduce un nuevo apartado
6, con los siguientes contenidos:
«4. Al extinguirse el derecho concesional, revertirán a la Administración
competente gratuitamente y libres de cargas cuantas obras hubieran sido construidas
dentro del dominio público hidráulico para la explotación
del aprovechamiento, sin perjuicio del cumplimiento de las condiciones estipuladas
en el documento concesional.»
«6. La vigencia de los contratos de cesión de derechos de uso del
agua a que se refiere el artículo 61 bis será la establecida por
las partes en dichos contratos. En todo caso, la extinción del derecho
al uso privativo del cedente implicará automáticamente la caducidad
del contrato de cesión.»
Decimoctavo. Se
modifica la redacción del apartado 1 del artículo 53 y se añade
un apartado 4, con los siguientes contenidos:
«1. El Organismo de cuenca, cuando así lo exija la disponibilidad
del recurso, podrá fijar el régimen de explotación de los
embalses establecidos en los ríos y de los acuíferos subterráneos,
régimen al que habrá de adaptarse la utilización coordinada
de los aprovechamientos existentes. Igualmente, podrá fijar el régimen
de explotación conjunta de las aguas superficiales y de los acuíferos
subterráneos.»
«4. Los Organismos de cuenca determinarán, en su ámbito
territorial, los sistemas de control efectivo de los caudales de agua utilizados
y de los vertidos al dominio público hidráulico que deban establecerse
para garantizar el respeto a los derechos existentes, permitir la correcta planificación
y administración de los recursos, y asegurar la calidad de las aguas.
A tal efecto, y a instancias del Organismo de cuenca, los titulares de las concesiones
administrativas de aguas y todos aquellos que por cualquier otro título
tengan derecho a su uso privativo, estarán obligados a instalar y mantener
los correspondientes sistemas de medición que garanticen información
precisa sobre los caudales de agua en efecto utilizados y, en su caso, retornados.
Reglamentariamente se establecerá la forma de cómputo de los caudales
efectivamente aprovechados cuando se trate de caudales sobrantes de otros aprovechamientos.
Las Comunidades de Usuarios podrán exigir también el establecimiento
de análogos sistemas de medición a los comuneros o grupos de comuneros
que se integran en ellas.
La obligación de instalar y mantener sistemas de medición es exigible
también a quienes realicen cualquier tipo de vertidos en el dominio público
hidráulico.
Los sistemas de medición serán instalados en el punto que determine
el Organismo de cuenca previa audiencia a los usuarios. Las Comunidades de Usuarios
podrán solicitar la instalación de un único sistema de
medición de caudales para los aprovechamientos de conjuntos de usuarios
interrelacionados.
Las medidas previstas en el presente apartado podrán ser adoptadas por
el organismo competente de la Comunidad Autónoma, en coordinación
con el Organismo de cuenca, cuando así se haya encomendado.»
Decimonoveno. Se
modifican los apartados 1 y 3 del artículo 54, con los siguientes contenidos:
«1. El Organismo de cuenca competente, oído el Consejo del Agua,
podrá declarar que los recursos hidráulicos subterráneos
de una zona están sobreexplotados o en riesgo de estarlo. En estas zonas
el Organismo de cuenca, de oficio o a propuesta de la Comunidad de Usuarios
u órgano que la sustituya, conforme al apartado 2 del artículo
79, aprobará, en el plazo máximo de dos años desde la declaración,
un plan de ordenación para la recuperación del acuífero
o unidad hidrogeológica. Hasta la aprobación del plan, el Organismo
de cuenca podrá establecer las limitaciones de extracción que
sean necesarias como medida preventiva y cautelar.
El referido plan ordenará el régimen de extracciones para lograr
una explotación racional de los recursos y podrá establecer la
sustitución de las captaciones individuales preexistentes por captaciones
comunitarias, transformándose, en su caso, los títulos individuales
con sus derechos inherentes, en uno colectivo que deberá ajustarse a
lo dispuesto en el Plan de ordenación.»
«3. Asimismo, a fin de proteger las aguas subterráneas frente a
los riesgos de contaminación, el Organismo de cuenca podrá determinar
perímetros de protección del acuífero o unidad hidrogeológica
en los que será necesaria autorización del Organismo de cuenca
para la realización de obras de infraestructura, extracción de
áridos u otras actividades e instalaciones que puedan afectarlo.»
Vigésimo.
Se añaden los apartados 7 y 8 al artículo 57, con los siguientes
contenidos:
«7. Los caudales ecológicos o demandas ambientales no tendrán
el carácter de uso a efectos de lo previsto en este artículo y
siguientes, debiendo considerarse como una restricción que se impone
con carácter general a los sistemas de explotación. En todo caso,
se aplicará también a los caudales medioambientales la regla sobre
supremacía del uso para abastecimiento de poblaciones recogida en el
párrafo final del apartado 3 del artículo 58. Los caudales ecológicos
se fijarán en los planes hidrológicos de cuenca. Para su establecimiento,
los Organismos de cuenca realizarán estudios específicos para
cada tramo de río.
8. El otorgamiento de una concesión no exime al concesionario de la obtención
de cualquier otro tipo de autorización o licencia que, conforme a otras
leyes, se exija a su actividad o instalaciones.»
Vigésimo
primero. Se modifica el apartado 4 del artículo 58, que quedará
redactado de la siguiente forma:
«4. Dentro de cada clase, en caso de incompatibilidad de usos, serán
preferidas aquéllas de mayor utilidad pública o general, o aquéllas
que introduzcan mejoras técnicas que redunden en un menor consumo de
agua o en el mantenimiento o mejora de su calidad.»
Vigésimo segundo. Se modifican los apartados 2 y 4 del artículo
59 y se crea un nuevo apartado 5, con los siguientes contenidos:
«2. El agua que se conceda quedará adscrita a los usos indicados
en el título concesional, sin que pueda ser aplicada a otros distintos,
ni a terrenos diferentes si se tratase de riegos, con la excepción de
lo previsto en el artículo 61 bis.»
«4. Cuando el destino de las aguas fuese el riego, el titular de la concesión
deberá serlo también de las tierras a las que el agua vaya destinada,
sin perjuicio de las concesiones otorgadas a las Comunidades de Usuarios y de
lo que se establece en el artículo siguiente. La concesión para
riego podrá prever la aplicación del agua a distintas superficies
alternativa o sucesivamente o prever un perímetro máximo de superficie
dentro del cual el concesionario podrá regar unas superficies u otras.
5. El Organismo de cuenca podrá otorgar concesiones colectivas para riego
a una pluralidad de titulares de tierras que se integren mediante convenio en
una agrupación de regantes, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado
5 del artículo 73. En este supuesto, el otorgamiento del nuevo título
concesional llevará implícita la caducidad de las concesiones
para riego preexistentes de las que sean titulares los miembros de la agrupación
de regantes en las superficies objeto del convenio.»
Vigésimo
tercero. Se modifica el apartado 4 del artículo 60, con la siguiente
redacción:
«4. Las obras e instalaciones que no hayan revertido a la Administración
competente pasarán, en su caso, a la titularidad del nuevo concesionario.»
Vigésimo cuarto. Se crea un nuevo artículo 61 bis, con el siguiente
contenido:
«Artículo 61 bis.
1. Los concesionarios o titulares de algún derecho al uso privativo de
las aguas podrán ceder con carácter temporal a otro concesionario
o titular de derecho de igual o mayor rango según el orden de preferencia
establecido en el plan hidrológico de la cuenca correspondiente o, en
su defecto, en el artículo 58 de la presente Ley, previa autorización
administrativa, la totalidad o parte de los derechos de uso que les correspondan.
El volumen anual susceptible de cesión en ningún caso podrá
superar al realmente utilizado por el cedente. Reglamentariamente se establecerán
las normas para el cálculo de dicho volumen anual, tomando como referencia
el valor medio del caudal realmente utilizado durante la serie de años
que se determinen, corregido, en su caso, conforme a la dotación objetivoque
fije el plan hidrológico de cuenca y el buen uso del agua, sin que en
ningún caso pueda cederse un caudal superior al concedido. Los concesionarios
o titulares de derechos de usos privativos de carácter no consuntivo
no podrán ceder sus derechos para usos que no tengan tal consideración.
2. Los contratos de cesión deberán ser formalizados por escrito
y puestos en conocimiento del Organismo de cuenca y de las Comunidades de Usuarios
a las que pertenezcan el cedente y el cesionario mediante el traslado de la
copia del contrato, en el plazo de quince días desde su firma. Se entenderán
autorizados, sin que hasta entonces produzcan efectos entre las partes, en el
plazo de un mes a contar desde la notificación efectuada al Organismo
de cuenca, si éste no formula oposición cuando se trate de cesiones
entre miembros de la misma Comunidad de Usuarios, y en el plazo de dos meses
en el resto de los casos. Cuando la cesión de derechos se refiera a una
concesión para regadíos y usos agrarios, el Organismo de cuenca
dará traslado de la copia del contrato a la correspondiente Comunidad
Autónoma y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación,
para que emitan informe previo en el ámbito de sus respectivas competencias
en el plazo de diez días.
3. El Organismo de cuenca podrá no autorizar la cesión de derechos
de uso del agua, mediante resolución motivada, dictada y notificada en
el plazo señalado, si la misma afecta negativamente al régimen
de explotación de los recursos en la cuenca, a los derechos de terceros,
a los caudales medioambientales, al estado o conservación de los ecosistemas
acuáticos, o si incumple algunos de los requisitos señalados en
el presente artículo, sin que ello dé lugar a derecho a indemnización
alguna por parte de los afectados. También podrá ejercer en ese
plazo un derecho de adquisición preferente del aprovechamiento de los
caudales a ceder, rescatando los caudales de todo uso privativo.
4. Los adquirentes de los derechos dimanantes de la cesión se subrogarán
en las obligaciones que correspondan al cedente ante el Organismo de cuenca
respecto al uso del agua.
5. La cesión de derechos de uso del agua podrá conllevar una compensación
económica que se fijará de mutuo acuerdo entre los contratantes
y deberá explicitarse en el contrato. Reglamentariamente podrá
establecerse el importe máximo de dicha compensación.
6. Los caudales que sean objeto de cesión se computarán como de
uso efectivo de la concesión a los efectos de evitar la posible caducidad
del título concesional del cedente.
7. En el caso de cesiones entre usuarios de agua para riego, deberá constar
en el contrato la identificación expresa de los predios que el cedente
renuncia a regar o se compromete a regar con menos dotación durante la
vigencia del contrato, así como la de los predios que regará el
adquirente con el caudal cedido.
8. Cuando la realización material de las cesiones acordadas requiera
el empleo de instalaciones o infraestructuras hidráulicas de las que
fuesen titulares terceros, su uso se establecerá por libre acuerdo entre
las partes. En el caso de que las instalaciones o infraestructuras hidráulicas
necesarias sean de titularidad del Organismo de cuenca, o bien tenga éste
encomendada su explotación, los contratantes deberán solicitar,
a la vez que dan traslado de la copia del contrato para su autorización,
la determinación del régimen de utilización de dichas instalaciones
o infraestructuras, así como la fijación de las exacciones económicas
que correspondan de acuerdo con la legislación vigente. Si para la realización
material de las cesiones acordadas fuese necesario construir nuevas instalaciones
o infraestructuras hidráulicas, los contratantes deberán presentar,
a la vez que solicitan la autorización, el documento técnico que
defina adecuadamente dichas obras e instalaciones. Cuando las aguas cedidas
se vayan a destinar al abastecimiento de poblaciones, se presentará también
informe de la autoridad sanitaria sobre la idoneidad del agua para dicho uso.
La autorización del contrato de cesión no implicará por
sí misma la autorización para el uso o construcción de
infraestructuras a que se refiere este apartado. La resolución del Organismo
de cuenca sobre el uso o construcción de infraestructuras a que se refiere
al párrafo anterior será independiente de la decisión que
adopte sobre la autorización o no del contrato de cesión, y no
se aplicarán a la misma los plazos a que se refiere el anterior apartado
2.
9. El incumplimiento de los requisitos establecidos en este artículo
será causa para acordar la caducidad del derecho concesional del cedente.
10. Los Organismos de cuenca inscribirán los contratos de cesión
de derechos de uso del agua en el Registro de Aguas al que se refiere el artículo
72, en la forma que se determine reglamentariamente. Posteriormente, podrán
inscribirse, además, en el Registro de la Propiedad, en los folios abiertos
a las concesiones administrativas afectadas.
11. En las situaciones reguladas en los artículos 53, 54 y 56 de la presente
Ley, y en aquellas otras que reglamentariamente se determinen por concurrir
causas análogas, se podrán constituir centros de intercambio de
derechos de uso del agua mediante Acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta
del Ministro de Medio Ambiente. En este caso, los Organismos de cuenca quedarán
autorizados para realizar ofertas públicas de adquisición de derechos
de uso del agua para posteriormente cederlos a otros usuarios mediante el precio
que el propio organismo oferte. La contabilidad y registro de las operaciones
que se realicen al amparo de este precepto se llevarán separadamente
respecto al resto de actos en que puedan intervenir los Organismos de cuenca.
Las Comunidades Autónomas podrán instar a los Organismos de cuenca
a realizar las adquisiciones a que se refiere el párrafo anterior para
atender fines concretos de interés autonómico en el ámbito
de sus competencias.
Las adquisiciones y enajenaciones del derecho al uso del agua que se realicen
conforme a este apartado deberán respetar los principios de publicidad
y libre concurrencia y se llevarán a cabo conforme al procedimiento y
los criterios de selección que reglamentariamente se determinen.
12. Cuando razones de interés general lo justifiquen, el Ministro de
Medio Ambiente podrá autorizar expresamente, con carácter temporal
y excepcional, cesiones de derechos de uso del agua que no respeten las normas
sobre prelación de usos a que se refiere el apartado 1.
13. Las competencias de la Administración hidráulica a las que
se refiere el presente artículo serán ejecutadas en las cuencas
intracomunitarias por la Administración hidráulica de la correspondiente
Comunidad Autónoma.
14. Sólo se podrán usar infraestructuras que interconecten territorios
de distintos planes hidroógicos de cuenca para transacciones reguladas
en este artículo si el Plan Hidrológico Nacional o las leyes singulares
reguladoras de cada trasvase así lo han previsto. En este caso, la competencia
para autorizar el uso de estas infraestructuras y el contrato de cesión
corresponderá al Ministerio de Medio Ambiente, entendiéndose desestimadas
las solicitudes de cesión una vez transcurridos los plazos previstos
sin haberse notificado resolución administrativa.»
Vigésimo
quinto. Se añade un párrafo segundo al artículo 69.2, con
el siguiente contenido:
«La incoación de los expedientes sobre aprovechamientos de áridos
se notificará a los órganos responsables del dominio público
marítimo terrestre de la misma cuenca para que estos puedan optar por
su uso en la regeneración del litoral que siempre será preferente
sobre cualquier otro posible uso privativo.»
Vigésimo
sexto. Se añade un nuevo apartado 4 al artículo 71, con la siguiente
redacción:
«4. En el caso de concesiones y autorizaciones en materia de regadíos
u otros usos agrarios, será preceptivo un informe de la correspondiente
Comunidad Autónoma y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
en relación con las materias propias de su competencia y, en especial,
respecto a su posible afección a los planes de actuación existentes.»
Vigésimo
séptimo. Se modifican los apartados 1 y 2 del artículo 74, con
los siguientes contenidos:
«1. Las Comunidades de Usuarios tienen el carácter de corporaciones
de derecho público, adscritas al Organismo de cuenca, que velará
por el cumplimiento de sus Estatutos u Ordenanzas y por el buen orden del aprovechamiento.
Actuarán conforme a los procedimientos establecidos en la presente Ley,
en sus Reglamentos y en sus Estatutos y Ordenanzas, de acuerdo con lo previsto
en la Ley 30/1992, de 26 de diciembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
2. Los Estatutos y Ordenanzas de las Comunidades de Usuarios incluirán
la finalidad y el ámbito territorial de la utilización de los
bienes del dominio público hidráulico, regularán la participación
y representación obligatoria, en relación a sus respectivos intereses,
de los titulares actuales y sucesivos de bienes y servicios y de los participantes
en el uso del agua; y obligarán a que todos los titulares contribuyan
a satisfacer en equitativa proporción los gastos comunes de explotación,
conservación, reparación y mejora, así como los cánones
y tarifas que correspondan. Los Estatutos y Ordenanzas de las Comunidades, en
cuanto acordados por su Junta General, establecerán las previsiones correspondientes
a las infracciones y sanciones que puedan ser impuestas por el jurado de acuerdo
con la costumbre y el procedimiento propios de los mismos, garantizando los
derechos de audiencia y defensa de los afectados.»
Vigésimo octavo. Se añade una nueva letra d) al apartado 4 del
artículo 76, con el siguiente contenido:
«d) Ejecutar en el ámbito de sus competencias las funciones que
les sean atribuidas por las leyes o que puedan asumir en virtud de los Convenios
que suscriban con el Organismo de cuenca.»
Vigésimo noveno. El texto del artículo 79 se convierte en el apartado
1 de tal artículo y se crean los apartados 2 y 3, por lo que el artículo
79 tendrá la siguiente redacción:
«1. Los usuarios de una misma unidad hidrogeológica o de un mismo
acuífero estarán obligados, a requerimiento del Organismo de cuenca,
a constituir una Comunidad de Usuarios, correspondiendo a dicho organismo, a
instancia de parte o de oficio, determinar sus límites y establecer el
sistema de utilización conjunta de las aguas.
2. En los acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo
en aplicación del apartado 1 del artículo 54 de esta Ley, será
obligatoria la constitución de una Comunidad de Usuarios. Si transcurridos
seis meses desde la fecha de la declaración de sobreexplotación
no se hubiese constituido la Comunidad de Usuarios, el Organismo de cuenca la
constituirá de oficio, o encomendará sus funciones con carácter
temporal a un órgano representativo de los intereses concurrentes.
3. Los Organismos de cuenca podrán celebrar convenios con las Comunidades
de Usuarios de aguas subterráneas, al objeto de establecer la colaboración
de éstas en las funciones de control efectivo del régimen de explotación
y respeto a los derechos sobre las aguas. En estos convenios podrá preverse,
entre otras cosas, la sustitución de las captaciones de aguas subterráneas
preexistentes por captaciones comunitarias, así como el apoyo económico
y técnico del Organismo de cuenca a la Comunidad de Usuarios para el
cumplimiento de los términos del convenio.»
Trigésimo.
Se modifica la redacción del artículo 84, en el siguiente sentido:
«Artículo 84.
Son objetivos de la protección del dominio público hidráulico:
a) Prevenir el deterioro del estado ecológico y la contaminación
de las aguas para alcanzar un buen estado general.
b) Establecer programas de control de calidad en cada cuenca hidrográfica.
c) Impedir la acumulación de compuestos tóxicos o peligrosos en
el subsuelo capaces de contaminar las aguas subterráneas.
d) Evitar cualquiera otra acumulación que pueda ser causa de degradación
del dominio público hidráulico.
e) Recuperar los sistemas acuáticos asociados al dominio público
hidráulico.
Reglamentariamente se establecerán los niveles de calidad correspondientes
a los estados indicados en el apartado a) y los plazos para alcanzarlos.»
Trigésimo primero. El texto actual del artículo 87, pasa a ser
su apartado 1 y se crean los apartados 2 y 3, con el siguiente contenido:
«2. El deslinde aprobado declara la posesión y la titularidad dominical
a favor del Estado, dando lugar al amojonamiento.
3. La resolución de aprobación del deslinde será título
suficiente para rectificar las inscripciones del Registro de la Propiedad contradictorias
con el mismo, en la forma y condiciones que se determinen reglamentariamente,
siempre que haya intervenido en el expediente el titular registra¡, conforme
a la legislación hipotecaria. Dicha resolución será título
suficiente, asimismo, para que la Administración proceda a la inmatriculación
de los bienes de dominio público cuando lo estime conveniente.
En todo caso los
titulares de los derechos inscritos afectados podrán ejercitar las acciones
que estimen pertinentes en defensa de sus derechos, siendo susceptible de anotación
preventiva la correspondiente reclamación judicial»
Trigésimo segundo. Se modifica la redacción del artículo
89, que tendrá el siguiente contenido:
«Artículo 89.
Queda prohibida con carácter general, y sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 92, toda actividad susceptible de provocar la contaminación
o degradación del dominio público hidráulico y, en particular:
a) Acumular residuos sólidos, escombros o sustancias, cualquiera que
sea su naturaleza y el lugar en que se depositen, que constituyan o puedan constituir
un peligro de contaminación de las aguas o de degradación de su
entorno.
b) Efectuar acciones sobre el medio físico o biológico afecto
al agua, que constituyan o puedan constituir una degradación del mismo.
c) El ejercicio de actividades dentro de los perímetros de protección,
fijados en los planes hidrológicos, cuando pudieran constituir un peligro
de contaminación o degradación del dominio público hidráulico.»
Trigésimo
tercero. Se modifica el artículo 90, que tendrá la siguiente redacción:
«Artículo 90.
Los Organismos de cuenca, en las concesiones y autorizaciones que otorguen,
adoptarán las medidas necesarias para hacer compatible el aprovechamiento
con el respeto del medio ambiente y garantizar los caudales ecológicos
o demandas ambientales previstas en la planificación hidrológica.
En la tramitación de concesiones y autorizaciones que afecten al dominio
público hidráulico que pudieran implicar riesgos para el medio
ambiente, será preceptiva la presentación de un informe sobre
los posibles efectos nocivos para el medio, del que se dará traslado
al órgano ambiental competente para que se pronuncie sobre las medidas
correctoras que a su juicio deban introducirse como consecuencia del informe
presentado. Sin perjuicio de los supuestos en que resulte obligatorio conforme
a lo previsto en la normativa vigente, en los casos en que el Organismo de cuenca
presuma la existencia de un riesgo grave para el medio ambiente, someterá
igualmente a la consideración del órgano ambiental competente
la conveniencia de iniciar el procedimiento de evaluación de impacto
ambiental.»
Trigésimo
cuarto. Se modifica la redacción del articulo 92, con el siguiente contenido:
«Artículo 92.
1. A los efectos de la presente Ley, se considerarán vertidos los que
se realicen directa o indirectamente en las aguas continentales así como
en el resto del dominio público hidráulico, cualquiera que sea
el procedimiento o técnica utilizada. Queda prohibido con carácter
general el vertido directo o indirecto de aguas y de productos residuales susceptibles
de contaminar las aguas continentales o cualquier otro elemento del dominio
público hidráulico, salvo que se cuente con la previa autorización
administrativa.
2. La autorización de vertido tendrá como objeto la consecución
del buen estado ecológico de las aguas, de acuerdo con las normas de
calidad, los objetivos ambientales y las características de emisión
e inmisión establecidas reglamentariamente en aplicación de la
presente Ley. Esas normas y objetivos podrán ser concretados para cada
cuenca por el respectivo plan hidrológico.
Por buen estado ecológico de las aguas se entiende aquel que se determina
a partir de indicadores de calidad biológica, físico-químicos
e hidromorfológicos, inherentes a las condiciones naturales de cualquier
ecosistema hídrico, en la forma y con los criterios de evaluación
que reglamentariamente se determinen.
3. Cuando se otorgue una autorización o se modifiquen sus condiciones
podrán establecerse plazos y programas de reducción de la contaminación
para la progresiva adecuación de las características de los vertidos
a los límites que en ella se fijen.
4. La autorización de vertido no exime de cualquier otra que sea necesaria
conforme a otras leyes para la actividad o instalación de que se trate.»
Trigésimo
quinto. Se modifica la redacción del artículo 93, con el siguiente
contenido:
«Artículo 93.
1. Las autorizaciones de vertidos establecerán las condiciones en que
deben realizarse, en la forma que reglamentariamente se determine.
En todo caso, deberán especificar las instalaciones de depuración
necesarias y los elementos de control de su funcionamiento, así como
los límites cuantitativos y cualitativos que se impongan a la composición
del efluente y el importe del canon de control del vertido definido en el artículo
105.
2. Las autorizaciones de vertido tendrán un plazo máximo de vigencia
de cinco años, renovables sucesivamente siempre que cumplan las normas
de calidad y objetivos ambientales exigibles en cada momento. En caso contrario,
podrán ser modificadas o revocadas de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 96 y 97.
3. A efectos del otorgamiento, renovación o modificación de las
autorizaciones de vertido el solicitante acreditará ante la Administración
hidráulica competente, en los términos que reglamentariamente
se establezcan, la adecuación de las instalaciones de depuración
y los elementos de control de su funcionamiento, a las normas y objetivos de
calidad de las aguas. Asimismo, con la periodicidad y en los plazos que reglamentariamente
se establezcan, los titulares de autorizaciones de vertido deberán acreditar
ante la Administración hidráulica las condiciones en que vierten.
Los datos a acreditar ante la Administración hidráulica conforme
a este apartado, podrán ser certificados por las entidades que se homologuen
a tal efecto, conforme a lo que reglamentariamente se determine.
4. Las solicitudes de autorizaciones de vertido de las entidades locales contendrán,
en todo caso, un plan de saneamiento y control de vertidos a colectores municipales.
Las entidades locales estarán obligadas a informar a la Administración
hidráulica sobre la existencia de vertidos en los colectores locales
de sustancias tóxicas y peligrosas reguladas por la normativa sobre calidad
de las aguas.»
Trigésimo sexto. Se modifica la redacción del artículo 96, con el siguiente contenido: «Artículo 96.
1. El Organismo de cuenca podrá revisar las autorizaciones de vertido en los siguientes casos:
a) Cuando sobrevengan circunstancias que, de haber existido anteriormente, habrían justificado su denegación o el otorgamiento en términos distintos.
b) Cuando se produzca una mejora en las características del vertido y así lo solicite el interesado.
c) Para adecuar el vertido a las normas y objetivos de calidad de las aguas que sean aplicables en cada momento y, en particular, a las que para cada río, tramo de río, acuífero o masa de agua dispongan los planes hidrológicos de cuenca.
2. En casos excepcionales, por razones de sequía o en situaciones hidrológicas extremas los Organismos de cuenca podrán modificar, con carácter general, las condiciones de vertido a fin de garantizar los objetivos de calidad.»
Trigésimo séptimo. Se modifica la redacción del artículo 97, con el siguiente contenido: «Artículo 97.
1. Comprobada la existencia de un vertido no autorizado, o que no cumpla las condiciones de la autorización, el Organismo de cuenca realizará las siguientes actuaciones:
a) Incoar un procedimiento sancionador y de determinación del daño causado a la calidad de las aguas.
b) Liquidará el canon de control de vertido, de conformidad con lo establecido en el artículo 105.
2. Complementariamente, el Organismo de cuenca podrá acordar la iniciación de los siguientes procedimientos:
a) De revocación de la autorización de vertido, cuando la hubiera, para el caso de incumplimiento de alguna de sus condiciones.
b) De autorización del vertido, si no la hubiera, cuando éste sea susceptible de legalización.
c) De declaración de caducidad de la concesión de aguas en los casos especialmente cualificados de incumplimiento de las condiciones o de inexistencia de autorización, de los que resulten daños muy graves en el dominio público hidráulico.
3. Las revocaciones y declaraciones de caducidad acordadas conforme al apartado anterior no darán derecho a indemnización.»
Trigésimo octavo. Se modifica la redacción del artículo 101, con el siguiente contenido: «Artículo 101.
1. El Gobierno establecerá las condiciones básicas para la reutilización de las aguas, precisando la calidad exigible a las aguas depuradas según los usos previstos.
2. La reutilización de las aguas procedentes de un aprovechamiento requerirá concesión administrativa como norma general. Sin embargo, en el caso de que la reutilización fuese solicitada por el titular de una autorización de vertido de aguas ya depuradas, se requerirá solamente una autorización administrativa, en la cual se establecerán las condiciones necesarias complementarias de las recogidas en la previa autorización de vertido.
3. Cualquier persona física o jurídica que haya obtenido una concesión de reutilización de aguas podrá subrogarse por vía contractual con el titular de la autorización de vertido de aquellas aguas, en dicha titularidad, con asunción de las obligaciones que ésta conlleve, incluidas la depuración y la satisfacción del canon de control de vertido. Estos contratos deberán ser autorizados por el correspondiente Organismo de cuenca, a los efectos del cambio de titular de la autorización de vertido. En el caso de que la concesión se haya otorgado respecto a aguas efluentes de una planta de depuración, las relaciones entre el titular de ésta y el de aquella concesión serán reguladas igualmente mediante un contrato que deberá ser autorizado por el correspondiente Organismo de cuenca.
4. Las personas físicas o jurídicas que asuman las obligaciones a que se refiere el apartado anterior, podrán solicitar la modificación de la autorización de vertido previamente existente, a fin de adaptarla a las nuevas condiciones de vertido. Para su revisión se tendrá en consideración el volumen y la calidad del efluente que se vierta al dominio público hidráulico tras la reutilización.
5. En todo caso, el vertido final de las aguas reutilizadas se acomodará a lo previsto en la presente Ley.»
Trigésimo noveno. Se da nueva redacción al apartado 4 del artículo 103, con el siguiente tenor:
«4. Los Organismos de cuenca y la Administración ambiental competente coordinarán sus actuaciones para la conservación, la protección eficaz, la gestión sostenible y la recuperación de las zonas húmedas, especialmente de aquellas que posean un interés natural o paisajístico.»
Cuadragésimo. Se modifica la redacción del artículo 104, con el siguiente contenido:
«Artículo 104.
1. La ocupación, utilización o aprovechamiento de los bienes del dominio público hidráulico incluidos en los apartados b) y c) del artículo 2 de la presente Ley, que requieran concesión o autorización administrativa, devengarán a favor del Organismo de cuenca competente una tasa denominada canon de utilización de bienes del dominio público hidráulico, destinada a la protección y mejora de dicho dominio. Los concesionarios de aguas estarán exentos del pago del canon por la ocupación o utilización de los terrenos de dominio público necesarios para llevara cabo la concesión.
2. El devengo de la tasa se producirá con el otorgamiento inicial y el mantenimiento anual de la concesión o autorización y será exigible en la cuantía que corresponda y en los plazos que se señalen en las condiciones de dicha concesión o autorización.
3. Serán sujetos pasivos del canon los concesionarios o personas autorizadas o, en su caso, quienes se subroguen en lugar de aquéllos.
4. La base imponible de la exacción se determinará por el Organismo de cuenca según los siguientes supuestos:
a) En el caso de ocupación de terrenos del domino público hidráulico, por el valor del terreno ocupado tomando como referencia el valor de mercado de los terrenos contiguos.
b) En el caso de utilización del dominio público hidráulico, por el valor de dicha utilización o del beneficio obtenido con la misma.
c) En el caso de aprovechamiento de bienes del dominio público hidráulico, por el valor de los materiales consumidos o la utilidad que reporte dicho aprovechamiento.
5. El tipo de gravamen anual será del 5 por 100 en los supuestos previstos en las letras a) y b) del apartado anterior, y del 100 por 100 en el supuesto de la letra c), que se aplicarán sobre el valor de la base imponible resultante en cada caso.
6. En el supuesto de cuencas intercomunitarias este canon será recaudado por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.»
Cuadragésimo primero. Se modifica la redacción del artículo 105, con el siguiente contenido:
«Artículo 105.
1. Los vertidos al dominio público hidráulico estarán gravados con una tasa destinada al estudio, control, protección y mejora del medio receptor de cada cuenca hidrográfica, que se denominará canon de control de vertidos.
2. Serán sujetos pasivos del canon de control de vertidos, quienes lleven a cabo el vertido.
3. El importe del canon de control de vertidos será el producto del volumen de vertido autorizado por el precio unitario de control de vertido. Este precio unitario se calculará multiplicando el precio básico por metro cúbico por un coeficiente de mayoración o minoración, que se establecerá regiamentariamente en función de la naturaleza, características y grado de contaminación del vertido, así como por la mayor calidad ambiental del medio físico en que se vierte.
El precio básico por metro cúbico se fija en 2 pesetas/metro cúbico para el agua residual urbana y en 5 pesetas/metro cúbico para el agua residual industrial. Estos precios básicos podrán revisarse periódicamente en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado.
El coeficiente de mayoración del precio básico no podrá ser superior a 4.
4. El canon de control de vertidos se devengará el 31 de diciembre, coincidiendo el período impositivo con un año natural, excepto el ejercicio en que se produzca la autorización del vertido o su cese, en cuyo caso, se calculará el canon proporcionalmente al número de días de vigencia de la autorización en relación con el total del año. Durante el primer trimestre de cada año natural, deberá liquidarse el canon correspondiente al año anterior.
5. En el supuesto de cuencas intercomunitarias este canon será recaudado por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.
6. Cuando se compruebe la existencia de un vertido, cuyo responsable carezca de la autorización administrativa a que se refiere el artículo 92, con independencia de la sanción que corresponda, el Organismo de cuenca liquidará el canon de control de vertidos por los ejercicios no prescritos, calculando su importe por procedimientos de estimación indirecta conforme a lo que reglamentariamente se establezca.
7. El canon de control de vertidos será independiente de los cánones o tasas que puedan establecer las Comunidades Autónomas o Corporaciones locales para financiar las obras de saneamiento y depuración.»
Cuadragésimo segundo. Se modifican los apartados 1, 2 y 5 del artículo 106 y se crean los nuevos apartados 6 y 7, que tendrán la siguiente redacción:
«1. Los beneficiados por las obras de regulación de las aguas superficiales o subterráneas, financiadas total o parcialmente con cargo al Estado, satisfarán un canon de regulación destinado a compensar los costes de la inversión que soporte la Administración estatal y atender los gastos de explotación y conservación de tales obras.
2. Los beneficiados por otras obras hidráulicas específicas financiadas total o parcialmente a cargo del Estado, incluidas las de corrección del deterioro del dominio público hidráulico, derivado de su utilización, satisfarán por la disponibilidad o uso del agua una exacción denominada "tarifa de utilización del agua", destinada a compensar los costes de inversión que soporte la Administración estatal y a atender a los gastos de explotación y conservación de tales obras.»
«5. En el supuesto de cuencas intercomunitarias las exacciones previstas en este artículo serán gestionadas y recaudadas por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de la Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.
6. El organismo liquidador de los cánones y exacciones introducirá un factor corrector del importe a satisfacer, según el beneficiado por la obra hidráulica consuma en cantidades superiores o inferiores alas dotaciones de referencia fijadas en los planes hidrológicos de cuenca o, en su caso, en la normativa que regule la respectiva planificación sectorial, en especial en materia de regadíos u otros usos agrarios. Este factor corrector consistirá en un coeficiente a aplicar sobre la liquidación, que no podrá ser superior a 2 ni inferior a 0,5, conforme alas reglas que se determinen reglamentariamente.
7. El Organismo de cuenca aprobará y emitirá las liquidaciones reguladas en este artículo en el ejercicio al que correspondan.»
Cuadragésimo tercero. Se añade el apartado 3 al artículo 107, con el siguiente contenido:
«3. El pago de las exacciones previstas en la presente Ley, cuando los obligados a ello estén agrupados en una Comunidad de Usuarios u organización representativa de los mismos, se podrá realizar a través de tales comunidades o entidades, que quedan facultadas a tal fin para llevar a cabo la recaudación correspondiente, en los términos que se establezcan reglamentariamente.»
Cuadragésimo
cuarto. Se modifica el apartado a) y se crea el apartado h) del artículo
108, que tendrán los siguientes contenidos:
«a) Las acciones que causen daños a los bienes de dominio público
hidráulico y a las obras hidráulicas.»
«h) La apertura de pozos y la instalación en los mismos de instrumentos
para la extracción de aguas subterráneas sin disponer previamente
de concesión o autorización del Organismo de cuenca para la extracción
de las aguas.»
Cuadragésimo
quinto. Se modifica el apartado 2 del artículo 109, con el siguiente
contenido:
«2. La sanción de las infracciones leves y menos graves corresponderá
al Organismo de cuenca. En relación con las primeras se establecerá
reglamentariamente un procedimiento abreviado y sumario, respetando los principios
establecidos en el capítulo II del Título IX de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Será
competencia del Ministro de Medio Ambiente la sanción de las infracciones
graves y quedará reservada al Consejo de Ministros la imposición
de multas por infracciones muy graves.»
Cuadragésimo
sexto. Se añade el apartado 2 al artículo 1 1 1, con el siguiente
contenido:
«2. Para garantizar la eficacia de la resolución final que pudiera
recaer, podrán adoptarse, con carácter provisional, las medidas
cautelares que resulten necesarias para evitar la continuación de la
actividad infractora, como el sellado de instalaciones, aparatos, equipos y
pozos y el cese de actividades.»
Cuadragésimo séptimo. Se crea un nuevo Título VIII, con la rúbrica < De las obras hidráulicas», compuesto por los artículos 114 al 120, que tendrán los siguientes contenidos:
«Artículo
114.
A los efectos de esta Ley, se entiende por obra hidráulica la construcción
de bienes que tengan naturaleza inmueble destinada a la captación, extracción,
desalación, almacenamiento, regulación, conducción, control
y aprovechamiento de las aguas, así como el saneamiento, depuración,
tratamiento y reutilización de las aprovechadas y las que tengan como
objeto la recarga artificial de acuíferos, la actuación sobre
cauces, corrección del régimen de corrientes y la protección
frente a avenidas, tales como presas, embalses, canales de acequias, azudes,
conducciones, y depósitos de abastecimiento a poblaciones, instalaciones
de desalación, captación y bombeo, alcantarillado, colectores
de aguas pluviales y residuales, instalaciones de saneamiento, depuración
y tratamiento, estaciones de aforo, piezómetros, redes de control de
calidad, diques y obras de encauzamiento y defensa contra avenidas, así
como aquellas actuaciones necesarias para la protección del dominio público
hidráulico.
Artículo
115.
1. Las obras hidráulicas pueden ser de titularidad pública o privada.
No podrá iniciarse la construcción de una obra hidráulica
que comporte la concesión de nuevos usos del agua, sin que previamente
se obtenga o declare la correspondiente concesión, autorización
o reserva demaniales, salvo en el caso de declaración de emergencia o
de situaciones hidrológicas extremas.
A las obras hidráulicas vinculadas a aprovechamientos energéticos
les resultará igualmente de aplicación lo previsto en la Ley 54/1997,
de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico.
2. Son obras hidráulicas públicas las destinadas a garantizar
la protección, control y aprovechamiento de las aguas continentales y
del dominio público hidráulico y que sean competencia de la Administración
General del Estado, de las Confederaciones Hidrográficas, de las Comunidades
Autónomas y de las entidades locales.
3. Son competencia de la Administración General del Estado las obras
hidráulicas de interés general. La gestión de estas obras
podrá realizarse directamente por los órganos competentes del
Ministerio de Medio Ambiente o a través de las Confederaciones Hidrográficas.
También podrán gestionar la construcción y explotación
de estas obras, las Comunidades Autónomas en virtud de convenio específico
o encomienda de gestión.
4. Son competencia de las Confederaciones Hidrográficas las obras hidráulicas
realizadas con cargo a sus fondos propios, en el ámbito de las competencias
de la Administración General del Estado.
5. El resto de las obras hidráulicas públicas son de competencia
de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales, de acuerdo con
lo que dispongan sus respectivos Estatutos de Autonomía y sus leyes de
desarrollo, y la legislación de régimen local.
6. La Administración General del Estado, las Confederaciones Hidrográficas,
las Comunidades Autónomas y las entidades locales podrán celebrar
convenios para la realización y financiación conjunta de obras
hidráulicas de su competencia.
7. El Ministerio de Medio Ambiente y las Confederaciones Hidrográficas,
en el ámbito de sus competencias, podrán encomendar a las Comunidades
de Usuarios, a las Comunidades Generales o Juntas Centrales de Usuarios, la
explotación y el mantenimiento de las obras hidráulicas que les
afecten. A tal efecto, se suscribirá un convenio entre la Administración
y las Comunidades o Juntas Centrales de Usuarios en el que se determinarán
las condiciones de la encomienda de gestión y, en particular, su régimen
económico-financiero.
Asimismo, las Comunidades de Usuarios y las Juntas Centrales de Usuarios podrán
ser beneficiarios directos, sin concurrencia, de concesiones de construcción
y/o explotación de las obras hidráulicas que les afecten. Un convenio
específico entre la Administración General del Estado y los usuarios,
regulará cada obra y fijará, en su caso, las ayudas públicas
asociadas a cada operación.
8. A los efectos previstos en la letra a) del apartado 3 del artículo
106, tendrán la consideración de gastos de funcionamiento y conservación
las cantidades que se obliguen a satisfacer la Administración General
del Estado o las Confederaciones Hidrográficas, en virtud de convenio
suscrito con un tercero a quien se haya atribuido la gestión de la construcción
y/o explotación de una obra hidráulica de interés general,
o sea concesionario de las mismas.
Artículo
116.
1. Las obras hidráulicas de interés general y las obras y actuaciones
hidráulicas de ámbito supramunicipal, incluidas en la planificación
hidrológica, y que no agoten su funcionalidad en el término municipal
donde se ubiquen, no estarán sujetas a licencia ni a cualquier acto de
control preventivo municipal a los que se refieren la letra b) del apartado
1 del artículo 84 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las
Bases de Régimen Local.
2. Los órganos urbanísticos competentes no podrán suspender
la ejecución de las obras a las que se refiere el párrafo primero
del apartado anterior, siempre que se haya cumplido el trámite de informe
previo, esté debidamente aprobado el proyecto técnico por el órgano
competente, las obras se ajusten a dicho proyecto o a sus modificaciones y se
haya hecho la comunicación a que se refiere el apartado siguiente.
3. El Ministerio de Medio Ambiente deberá comunicar alas entidades locales
afectadas la aprobación de los proyectos de las obras públicas
hidráulicas a que se refiere el apartado 1, a fin de que se inicie, en
su caso, el procedimiento de modificación del planeamiento urbanístico
municipal para adaptarlo ala implantación de las nuevas infraestructuras
o instalaciones, de acuerdo con la legislación urbanística que
resulte aplicable en función de la ubicación de la obra.
Artículo
117.
1. La Administración General del Estado, las Confederaciones Hidrográficas,
las Comunidades Autónomas y las entidades locales tienen los deberes
de recíproca coordinación de sus competencias concurrentes sobre
el medio hídrico con incidencia en el modelo de ordenación territorial,
en la disponibilidad, calidad y protección de aguas y, en general, del
dominio público hidráulico, así como los deberes de información
y colaboración mutua en relación con las iniciativas o proyectos
que promuevan.
2. La coordinación y cooperación a la que se refiere el apartado
anterior se efectuará a través de los procedimientos establecidos
en la Ley 12/1983, de 14 de octubre, del Proceso Autonómico; en la Ley
7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local, y en
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común,
así como de los específicos que se hayan previsto en los convenios
celebrados entre las Administraciones afectadas.
3. Respecto a las cuencas intercomunitarias, la aprobación, modificación
o revisión de los instrumentos de ordenación territorial y planificación
urbanística que afecten directamente a los terrenos previstos para los
proyectos, obras e infraestructuras hidráulicas de interés general
contemplados en los planes hidrológicos de cuenca o en el Plan Hidrológico
Nacional, requerirán, antes de su aprobación inicial, el informe
vinculante del Ministerio de Medio Ambiente, que versará en exclusiva
sobre la relación entre tales obras y la protección y utilización
del dominio público hidráulico y sin perjuicio de lo que prevean
otras leyes aplicables por razones sectoriales o medio ambientales. Este informe
se entenderá positivo si no se emite y notifica en el plazo de dos meses.
4. Los terrenos reservados en los planes hidrológicos para la realización
de obras hidráulicas de interés general, así como los que
sean estrictamente necesarios para su posible ampliación, tendrán
la clasificación y calificación que resulte de la legislación
urbanística aplicable y sea adecuada para garantizar y preservar la funcionalidad
de dichas obras, la protección del dominio público hidráulico
y su compatibilidad con los usos del agua y las demandas medioambientales. Los
instrumentos generales de ordenación y planeamiento urbanístico
deberán recoger dicha clasificación y calificación.
Artículo
1 18.
Los proyectos de obras hidráulicas de interés general se someterán
al procedimiento de evaluación de impacto ambiental en los casos establecidos
en la legislación de evaluación de impacto ambiental.
Artículo
119. ,
1. La aprobación de los proyectos de obras hidráulicas de interés
general llevará implícita la declaración de utilidad pública
y la necesidad de ocupación de los bienes y adquisición de derechos,
a los fines de expropiación forzosa y ocupación temporal, de acuerdo
con lo dispuesto en la legislación correspondiente.
2. La declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación
se referirá también a los bienes y derechos comprendidos en el
replanteo del proyecto y en las modificaciones de obras que puedan aprobarse
posteriormente.
3. La propuesta de declaración de urgencia para la ocupación de
bienes y derechos afectados por obras hidráulicas de interés general
corresponderá al órgano competente del Ministerio de Medio Ambiente.
4. Cuando la realización de una obra hidráulica de interés
general afecte de forma singular al equilibrio socioeconómico del término
municipal en que se ubique, se elaborará y ejecutará un proyecto
de restitución territorial para compensar tal afección.
Artículo
120.
1. La iniciativa para la declaración de una obra hidráulica como
de interés general, conforme a los apartados 2 y 3 del artículo
44 de la presente Ley, corresponderá al Ministerio de Medio Ambiente,
de oficio o a instancia de quienes tuvieran interés en ello, sin perjuicio
de lo dispuesto en las letras a) y b) del apartado 3 del artículo 44.
Podrán instar la iniciación del expediente de declaración
de una obra hidráulica como de interés general, en el ámbito
de sus competencias:
a) El resto de los Departamentos ministeriales de la Administración General
del Estado.
b) Las Comunidades Autónomas y las entidades locales.
c) Las Comunidades de Usuarios u organizaciones representativas de los mismos.
En todo caso, serán oídos en el correspondiente expediente las
Comunidades Autónomas y entidades locales afectadas.
2. Cuando se trate de obras hidráulicas que tengan como finalidad principal
los regadíos u otros usos agrarios, el Ministerio de Agricultura, Pesca
y Alimentación informará preceptivamente sobre las materias propias
de su competencia, en especial sobre la adecuación del proyecto a lo
establecido en la planificación nacional de regadíos vigente.
3. Para declarar una obra hidráulica de interés general, deberá
ponderarse la adecuación del proyecto a las exigencias medioambientales,
teniendo especialmente en cuenta la compatibilidad de los usos posibles y el
mantenimiento de la calidad de las aguas.
4. El expediente de declaración de una obra hidráulica como de
interés general deberá incluir una propuesta de financiación
de la construcción y explotación de la obra, así como un
estudio sobre los cánones y tarifas a satisfacer por los beneficiarios.
A estos efectos, dicho expediente será informado por el Ministerio de
Economía y Hacienda.»
Cuadragésimo octavo. El texto de la disposición adicional tercera se convierte en el apartado 1, y se añade un nuevo apartado 2, por lo que la citada disposición adicional tendrá la siguiente redacción:
1. Esta Ley no
producirá efectos derogatorios respecto de la legislación que
actualmente se aplica en el territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias,
que subsistirá en tanto ésta no dicte otras normas. A partir de
la entrada en vigor de esta Ley, los artículos que definen el dominio
público estatal y aquellos que supongan una modificación o derogación
de las disposiciones contenidas en el Código Civil, serán de aplicación
en Canarias, de acuerdo con la singularidad que le confiere su derecho especial.
2. Las actuaciones en obras de interés general en Canarias comprenderán
la desalación, reutilización o cualquier otro tipo de obra hidráulica,
que por su dimensión o interés público o social, suponga
una iniciativa esencial para el mantenimiento de adecuados niveles de disponibilidad
del agua en las diferentes islas. Dichas actuaciones serán propuestas
por la Administración de la Comunidad Autónoma y su ejecución
convenida con la Administración General del Estado.»
Cuadragésimo
noveno. Se agrega una nueva disposición adicional octava con la siguiente
redacción:
"Disposición adicional octava. Plazos en expedientes sobre dominio
público hidráulico.
A los efectos previstos en el artículo 42.2 de la Ley 30/1992, de 26
de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas
y del Procedimiento Administrativo Común, en la redacción dada
al mismo por la Ley 4/1 999, de modificación de la anterior, los plazos
para resolver y notificar la resolución en los procedimientos regulados
en esta Ley, serán los siguientes:
1. Procedimientos relativos a concesiones del dominio público hidráulico,
excepto los previstos en el artículo 61 bis, dieciocho meses.
2. Procedimientos de autorización de usos del dominio público
hidráulico, seis meses.
3. Procedimientos sancionadores y otras actuaciones referentes al dominio público
hidráulico, un año."
Disposición
adicional primera. Medidas complementarias derivadas del período de sequía
comprendido entre 7992 y 1995.
1. Se indemniza en la cuantía de las cuotas y recargos devengados de
la tarifa de utilización del agua y del canon de regulación correspondientes
al ejercicio
de 1995 y anteriores, a los titulares de explotaciones agrarias que hubieran
tenido que satisfacer los citados cánones y tarifas, diferidos en virtud
del artículo 6 del Real Decreto-ley 3/1992, de 22 de mayo; del artículo
3.3 del Real Decreto-ley 8/1993, de 21 de mayo; del artículo 1 del Real
Decreto-ley 2/1994, de 4 de enero; del artículo 3.1 del Real Decreto-ley
6/1994, de 27 de mayo; y, del artículo 3.1 de la Ley 8/1996, de 1 5 de
enero, por la que se adoptan medidas urgentes para reparar los efectos producidos
por la sequía.
2. Las explotaciones agrarias de regadíos beneficiarias de las indemnizaciones
establecidas en el apartado anterior, serán las incluidas en los ámbitos
territoriales afectados por la sequía, en las que se hayan producido
reducciones de más de 50 por 100 en las dotaciones de agua habitualmente
disponibles para los regadíos, según lo establecido en las disposiciones
legales citadas y en las normas dictadas en su desarrollo.
Disposición
adicional segunda. Acuíferos sobreexplotados.
1. En los acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo,
se podrán otorgar concesiones de aguas subterráneas que permitan
la extracción del recurso sólo en circunstancias de sequía
previamente constatadas por la Junta de Gobierno del Organismo de cuenca y de
acuerdo con el plan de ordenación para la recuperación del acuífero.
2. Los derechos de aprovechamiento del artículo 52.2 y los derechos sobre
aguas privadas a que se refiere la disposición transitoria tercera de
la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, estarán sujetos a las restricciones
derivadas del plan de ordenación para la recuperación del acuífero
o las limitaciones que en su caso se establezcan en aplicación del artículo
56, en los mismos términos previstos para los concesionarios de aguas,
sin derecho a indemnización.
Disposición adicional tercera. Ministerio de Medio Ambiente.
Todas las referencias que se contienen en la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, se han de entender realizadas al Ministerio de Medio Ambiente.
Disposición
adicional cuarta. Obras de mejora de infraestructura hidráulica del delta
del Ebro.
Una vez finalizado el plan de obras de mejora de infraestructura hidráulica
del delta del Ebro, sin perjuicio de las competencias de la Administración
Hidráulica del Estado, la Administración Hidráulica de
Cataluña, en la parte de la cuenca del Ebro situada en el territorio
de dicha Comunidad Autónoma, ejecutará las obras que permitan
un mejor aprovechamiento de los recursos de la misma previstos en la Ley 18/1981,
de 1 de julio, de actuaciones en materia de aguas en Tarragona, con cargo al
porcentaje del canon ingresado que se determine deforma definitiva en el Plan
Hidrológico Nacional.
Disposición
transitoria única. Canon de control de vertidos.
1. El canon de control de vertidos entrará en vigor el 1 de enero del
año 2001. Hasta la referida fecha permanecerá vigente el canon
de vertido establecido en el artículo 105 de la Ley 29/1 985, de 2 de
agosto, de Aguas.
2. Lo previsto en el apartado 5 del artículo 105 para gestión
y recaudación del canon de control de vertido en las cuencas intercomunitarias
será de aplicación a las cuencas intracomunitarias sin traspaso
de competencias.
Disposición
final primera.
El Gobierno y el Ministro de Medio Ambiente, en el ámbito de sus respectivas
competencias, podrán dictar las normas reglamentarias que requiera el
desarrollo y aplicación de la presente Ley.
Disposición
final segunda.
En el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de esta Ley, el
Gobierno dictará un Real Decreto legis-lativo en el que se refunda y
adapte la normativa legal en materia de aguas existente.
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y auto-ridades, que guarden
y hagan guardar esta Ley.
Madrid, 1 3 de diciembre de 1999.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno, JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ
LEY 46/1999, de 13 de diciembre, de modi-ficación de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas.JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La Ley 29/1985,
de 2 de agosto, de Aguas, supuso la necesaria puesta al día de la legislación
española en la materia, al sustituir a la Ley de 13 de junio de 1879,
que, con sus más de cien años de vida, si bien lógicamente
modificada y completada por toda una serie de normas posteriores, ha configurado
los elementos esenciales del régimen jurídico de las aguas continentales
en España. En este sentido, resultaba evidente que dicha ley, aun gozando
de una gran perfección técnica y constituyendo un modelo en su
género para su tiempo, presentaba ya una absoluta insuficiencia para
abordar la regulación jurídica de nuestras aguas continentales,
tanto por la nueva configuración autonómica del Estado nacida
de la Constitución de 1978, como por las profundas transformaciones sufridas
por la sociedad española, los significativos avances tecnológicos,
la cada día mayor presión de la demanda y la creciente conciencia
ecológica y de mejora de la calidad de vida.
De esta manera, el texto de 1985 estableció el nuevo régimen jurídico
del dominio público hidráulico a la luz del sistema constitucional
de distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas,
fijando así un nítido marco normativo para todas las Administraciones
públicas competentes, ratificado en esencia por la sentencia del Tribunal
Constitucional 227/1988, de 29 de noviembre. Por otra parte, dicha ley configuró
el agua como un recurso unitario renovable a través del ciclo hidrológico,
no distinguiendo entre aguas superficiales y subterráneas, a través
de la demanialización de estas últimas, legalizó un complejo
proceso de planificación hidrológica y vinculó la disponibilidad
del recurso en cantidad suficiente ala exigencia de calidad del mismo.
Sin embargo, la aplicación práctica de la Ley de Aguas de 1985
ha permitido constatar tanto la existencia de diversos problemas prácticos
en la gestión del agua a nivel nacional, que deben resolverse con vistas
al futuro, como la ausencia en ella de instrumentos eficaces para afrontar las
nuevas demandas en relación con dicho recurso, tanto en cantidad, dado
que su consumo se incrementa exponencialmente, como en calidad, teniendo en
cuenta la evidente necesidad de profundizar y perfeccionar los mecanismos de
protección existentes en la Ley de 1985.
En este sentido, la experiencia de la intensísima sequía, padecida
por nuestro país en los primeros años de la década final
de este siglo, impone la búsqueda de soluciones alternativas, que, con
independencia de la mejor reasignación de los recursos disponibles, a
través de mecanismos de planificación, permitan, de un lado, incrementar
la producción de agua mediante la utilización de nuevas tecnologías,
otorgando rango legal al régimen jurídico de los procedimientos
de desalación o de reutilización, de otro, potenciar la eficiencia
en el empleo del agua para lo que es necesario la requerida flexibilización
del actual régimen concesional a través de la introducción
del nuevo contrato de cesión de derechos al uso del agua, que permitirá
optimizar socialmente
los usos de un recurso tan escaso, y, por último, introducir políticas
de ahorro de dicho recurso, bien estableciendo la obligación general
de medir los consumos de agua mediante sistemas homologados de control o por
medio de la fijación administrativa de consumos de referencia para regadíos.
Asimismo, las mayores exigencias que imponen, tanto la normativa europea como
la propia sensibilidad de la sociedad española, demandan de las Administraciones
públicas la articulación de mecanismos jurídicos idóneos
que garanticen el buen estado ecológico de los bienes que integran el
dominio público hidráulico, a través de instrumentos diversos,
como puede ser, entre otros, el establecimiento de una regulación mucho
más estricta de las autorizaciones de vertido, para que éstas
puedan constituir verdaderamente un instrumento eficaz en la lucha contra la
contaminación de las aguas continentales, o la regulación de los
caudales ecológicos como restricción general a todos los sistemas
de explotación.
Igualmente, se constata la necesidad de hacer frente a la significativa laguna
legal que la vigente ley no ha resuelto, como es la ausencia de regulación
de la obra hidráulica, como modalidad singular y específica de
la obra pública, a fin de equipararla a otro tipo de obras que ya gozan
de regulación específica, tales como carreteras, puertos o ferrocarriles,
y que, junto con las recientes innovaciones legales sobre las nuevas formas
de financiación y ejecución de obras hidráulicas previstas
por la Ley 13/1996, de 30 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas
y del orden social, especialmente con la regulación del contrato de concesión
de construcción y explotación de obras hidráulicas, permitan
el establecimiento de un marco general regulador de este tipo de obras.
Al propio tiempo, resulta evidente la necesidad de potenciar y apoyar a las
Comunidades de Usuarios, a fin de fomentar la participación y responsabilidad
de los diferentes protagonistas en la gestión del agua, y la conveniencia
de aumentar también el carácter participativo de las Confederaciones
Hidrográficas, con objeto de adecuar su régimen jurídico
a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Todo ello, sin perjuicio de
fomentar, además, la colaboración entre las distintas Administraciones
públicas competentes, teniendo en cuenta su especial protagonismo en
materia de ordenación del territorio, usos del suelo y construcción
y regulación de las obras hidráulicas.
Todos estos objetivos, necesidades y demandas se afrontan mediante el presente
texto modificativo de la Ley 29/1985, de forma que sin alterar sustantivamente
la legislación preexistente y manteniendo su espíritu codificador,
se dé respuesta a sus insuficiencias, a los nuevos retos que exige la
gestión del agua a las puertas del siglo XXI , en concordancia con nuestra
plena integración en la Unión Europea y ala necesidad de otorgar
la máxima protección a dicho recurso natural como bien medioambiental
de primer orden.
Artículo único. Modificaciones que se introducen en el articulado
de la Ley 29/1985, de 2 de agosto,
de Aguas.
Los preceptos de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, que se relacionan
a continuación, quedan modificados en los términos que en cada
caso se indican.
Primero. Se introduce
un nuevo apartado e) en el artículo 2:
e) Las aguas procedentes de la desalación de agua de mar una vez que,
fuera de la planta de producción, se incorporen a cualquiera de los elementos
señalados en los apartados anteriores.»
Segundo. Se modifica
el apartado 2 del artículo 5, que queda redactado de la siguiente forma:
«2. El dominio privado de estos cauces no autoriza para hacer en ellos
labores ni construir obras que puedan hacer variar el curso natural de las aguas
o alterar su calidad en perjuicio del interés público o de tercero,
o cuya destrucción por la fuerza de las avenidas pueda ocasionar daños
a personas o cosas.»
Tercero. Se da
nueva redacción al artículo 10, con el siguiente tenor:
«10. Las charcas situadas en predios de propiedad privada se considerarán
como parte integrante de los mismos siempre que se destinen al servicio exclusivo
de tales predios y sin perjuicio de la aplicación de la legislación
ambiental corres' pondiente.»
Cuarto. Se crea un nuevo apartado 2 en el artículo 1 1, y el anterior
apartado 2 pasa a ser el apartado 3, con la siguiente redacción:
«2. Los Organismos de cuenca darán traslado a las Administraciones
competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo de los
datos y estudios disponibles sobre avenidas, al objeto de que se tengan en cuenta
en la planificación del suelo y, en particular, en las autorizaciones
de usos que se acuerden en las zonas inundables.
3. El Gobierno, por Real Decreto, podrá establecer las limitaciones en
el uso de las zonas inundables que estime necesarias para garantizar la seguridad
de las personas y bienes. Los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas
podrán establecer, además, normas complementarias de dicha regulación.»
Quinto. Se crea
un nuevo capítulo V en el Título I, cuya rúbrica será:
«De las aguas procedentes de la desalación», que estará
compuesto por el artículo 12 bis, con el siguiente contenido:
«Artículo 12 bis.
1. Cualquier persona física o jurídica podrá realizar la actividad de desalación de agua de mar, previas las correspondientes autorizaciones administrativas respecto a los vertidos que procedan, a las condiciones de incorporación al dominio público hidráulico y a los requisitos de calidad según los usos a los que se destine el agua.
2. Lo dispuesto
en este artículo se entiende sin perjuicio de las autorizaciones y concesiones
demaniales que sean precisas de acuerdo con la Ley 22/1988, de 28 de julio,
de Costas, y las demás que procedan conforme a la legislación
sectorial aplicable si a la actividad de desalación se asocian otras
actividades industriales reguladas, así como las derivadas de los actos
de intervención y uso del suelo.
Aquellas autorizaciones y concesiones que deban otorgarse por dos o más
órganos u organismos públicos de la Administración General
del Estado se tramitarán en un sólo expediente, en la forma que
reglamentariamente se determine.
3. La desalación de aguas continentales se someterá al régimen previsto en esta Ley para la explotación del dominio público hidráulico.»
Sexto. Se crea el artículo 13 bis, con el siguiente contenido:
«Artículo
13 bis.
1. Todas las personas físicas o jurídicas tienen derecho a acceder
a la información en materia de
aguas en los términos previstos en la Ley 38/1995, de 12 de diciembre,
sobre el derecho a la información en materia de medio ambiente, y, en
particular, a la información sobre vertidos y calidad de las aguas.
2. Los miembros de los órganos de gobierno y administración de
los Organismos de cuenca tienen derecho a obtener toda la información
disponible en el organismo respectivo en las materias propias de la competencia
de los órganos de que formen parte.»
Séptimo. Se modifican los apartados 1, 2 y 4 del artículo 20, que tendrán el siguiente contenido:
«1. Los Organismos
de cuenca, con la denominación de Confederaciones Hidrográficas,
son Organismos autónomos de los previstos en el artículo 43.1.a)
de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de
la Administración General del Estado, adscritos a efectos administrativos
al Ministerio de Medio Ambiente.
2. Los Organismos de cuenca dispondrán de autonomía para regir
y administrar por sí los intereses que les sean confiados; para adquirir
y enajenar los bienes y derechos que puedan constituir su propio patrimonio;
para contratar y obligarse y para ejercer ante los Tribunales todo género
de acciones, sin más limitaciones que las impuestas por las leyes. Sus
actos y resoluciones ponen fin a la vía administrativa.»
«4. Los Organismos de cuenca se rigen por la Ley 6/1997, de 14 de abril,
y demás disposiciones de aplicación a los Organismos autónomos
de la Administración General del Estado, así como por la presente
Ley y por los reglamentos dictados para su desarrollo y ejecución.»
Octavo. Se introduce un nuevo apartado f) en el artículo 22, y el anterior apartado f) pasa a ser el apartado g) con la siguiente redacción:
«f) La realización,
en el ámbito de sus competencias, de planes, programas y acciones que
tengan como objetivo una adecuada gestión de las demandas, a fin de promover
el ahorro y la eficiencia económica y ambiental de los diferentes usos
del agua mediante el aprovechamiento global e integrado de las aguas superficiales
y subterráneas, de acuerdo, en su caso, con las previsiones de la correspondiente
planificación sectorial.
g) La prestación de toda clase de servicios técnicos relacionados
con el cumplimiento de sus fines específicos y, cuando les fuera solicitado,
el asesoramiento a la Administración General del Estado, Comunidades
Autónomas, Corporaciones locales y demás entidades públicas
o privadas, así como a los particulares.»
Noveno. El texto del artículo 23 se convierte en el apartado 1 de tal
artículo, y se crean los apartados 2, 3 y 4, por lo que el artículo
23 tendrá la siguiente redacción:
«Artículo 23.
1. Los Organismos de cuenca y las Comunidades Autónomas podrán establecer una mutua colaboración en el ejercicio de sus respectivas competencias, especialmente mediante la incorporación de aquéllas a la Junta de Gobierno de dichos organismos, según lo determinado en esta Ley.
2. Los Organismos
de cuenca podrán celebrar convenios de colaboración con las Comunidades
Autónomas, las Administraciones locales y las Comunidades de Usuarios
para el ejercicio de sus respectivas competencias, conforme a lo dispuesto en
la legislación vigente.
3. Los expedientes,
que tramiten los Organismos de cuenca en el ejercicio de sus competencias sustantivas
sobre la utilización y aprovechamiento del dominio público hidráulico,
se someterán a informe previo de las Comunidades Autónomas para
que manifiesten, en el plazo y supuestos que reglamentariamente se determinen,
lo que estimen oportuno en materias de su competencia. Las autorizaciones y
concesiones sometidas a dicho trámite de informe previo no estarán
sujetas a ninguna otra intervención ni autorización administrativa
respecto al derecho a usar el recurso, salvo que así lo establezca una
ley estatal, sin perjuicio de las autorizaciones o licencias exigibles por otras
Administraciones públicas en relación a la actividad de que se
trate o en materia de intervención o uso de suelo. Al mismo trámite
de informe, se someterán los planes, programas y acciones a que se refiere
el artículo 22, apartado f).
4. Las Confederaciones Hidrográficas emitirán informe previo,
en el plazo y supuestos que reglamentariamente se determinen, sobre los actos
y planes que las Comunidades Autónomas hayan de aprobar en el ejercicio
de sus competencias, entre otras, en materia de medio ambiente, ordenación
del territorio y urbanismo, espacios naturales, pesca, montes, regadíos
y obras públicas de interés regional, siempre que tales actos
y planes afecten al régimen y aprovechamiento de las aguas continentales
o a los usos permitidos en terrenos de dominio público hidráulico
y en sus zonas de servidumbre y policía, teniendo en cuenta, a estos
efectos, lo previsto en la planificación hidráulica y en las planificaciones
sectoriales aprobadas por el Gobierno. El informe se entenderá favorable
si no se emite en el plazo indicado. Igual norma será también
de aplicación a los actos y ordenanzas que aprueben las entidades locales
en el ámbito de sus competencias.
No será necesario el informe previsto en el párrafo anterior en
el supuesto de actos dictados en aplicación de instrumentos de planeamiento
que hayan sido objeto del correspondiente informe previo por la Confederación
Hidrográfica.»
Décimo. El apartado b) del artículo 25 queda redactado del siguiente
tenor:
«b) La Administración General del Estado contará con una
representación de cuatro vocales como mínimo, uno de cada uno
de los Ministerios de Medio Ambiente; de Agricultura, Pesca y Alimentación;
de Industria y Energía; y de Sanidad y Consumo, y un representante de
la Administración tributaria del Estado, en el supuesto de que por convenio
se encomiende a ésta la gestión y recaudación en la cuenca
de las exacciones previstas en la presente Ley.»
Undécimo. Se modifica la redacción del artículo 26, que tendrá el siguiente contenido:
«Artículo
26.
Corresponde a la Junta de Gobierno:
a) Aprobar los planes de actuación del organismo, la propuesta de presupuesto
y conocer la liquidación de los mismos.
b) Acordar, en su caso, las operaciones de crédito necesarias para finalidades
concretas relativas
a su gestión, así como para financiar las actuaciones incluidas
en los planes de actuación, con los límites que reglamentariamente
se determinen.
c) Adoptar los acuerdos que correspondan en el ejercicio de las funciones establecidas
en el artículo 21 de la presente Ley, así como los relativos a
los actos de disposición sobre el patrimonio de los Organismos de cuenca.
d) Preparar los asuntos que se hayan de someter al Consejo de Agua de la cuenca.
e) Aprobar, previo informe del Consejo del Agua de la cuenca, las modificaciones
sobre la anchura de las zonas de servidumbre y de policía previstas en
el artículo 6 de la presente Ley.
f) Declarar acuíferos sobreexplotados o en riesgo de estarlo, determinar
los perímetros de protección de los acuíferos subterráneos
conforme a lo señalado en el artículo 54 de la presente Ley, aprobar
las medidas de carácter general contempladas en el artículo 53
y ser oída en el trámite de audiencia al Organismo de cuenca a
que se refiere el artículo 56. Asimismo, le corresponde la adopción
de las medidas para la protección de las aguas subterráneas frente
a intrusiones de aguas salinas a que se refiere el artículo 91 de la
presente Ley.
g) Adoptar las decisiones sobre Comunidades de Usuarios a las que se refieren
los artículos 73.4 y 74.4.
h) Promover las iniciativas sobre zonas húmedas a las que se refieren
los apartados 5 y 6 del artículo 103.
i) Informar, a iniciativa del Presidente, las propuestas de sanción por
infracciones graves o muy graves cuando los hechos de que se trate sean de una
especial trascendencia para la buena gestión del recurso en el ámbito
de la cuenca hidrográfica.
j) Aprobar, en su caso, criterios generales para la determinación de
las indemnizaciones por daños y perjuicios ocasionados al dominio público
hidráulico, de acuerdo con el artículo 1 10 de la presente Ley.
k) Proponer al Consejo del Agua de la cuenca la revisión del plan hidrológico
correspondiente
¡) Y, en general, deliberar sobre aquellos asuntos que sean sometidos
a su consideración por su Presidente o por cualquiera de sus miembros.»
Duodécimo.
Se modifica la redacción del artículo 27, que tendrá el
siguiente contenido:
«Artículo 27.
Los Presidentes de los Organismos de cuenca serán nombrados y cesados
por el Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Medio Ambiente. Los
nombramientos se ajustarán a lo establecido en el artículo 18.2
de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de
la Administración General del Estado»
Decimotercero.
Se modifica la redacción del artículo 30, con el siguiente contenido:
«Artículo 30.
Las Juntas de Explotación tienen por finalidad coordinar, respetando
los derechos derivados de las correspondientes concesiones y autorizaciones,
la explotación de las obras hidráulicas y de los recursos de agua
de aquel conjunto de ríos, río, tramo de río o unidad hidrogeológica,
cuyos aprovechamientos estén especialmente interrelacionados. Las propuestas
formuladas por las Juntas de Explotación en el ámbito de sus competencias
se trasladarán, a los efectos previstos en el artículo 28.1, al
Presidente del Organismo de cuenca.
La constitución de las Juntas de Explotación, en las que los usuarios
participarán mayoritariamente en relación a sus respectivos intereses
en el uso del agua y al servicio prestado a la comunidad, se determinará
reglamentariamente.
Se promoverá la constitución de Juntas de Explotación conjunta
de aguas superficiales y subterráneas en todos los casos en que los aprovechamientos
de unas y otras aguas estén claramente interrelacionados.»
Decimocuarto. Se
añade un apartado e) al artículo 34 con el siguiente texto:
«e) Las entidades locales cuyo territorio coincida total o parcialmente
con el de la cuenca estarán representadas en función de la extensión
o porcentaje de dicho territorio afectado por la cuenca hidrográfica.»
Decimoquinto. Se
modifican los apartados 1 y 4 del artículo 38, de la siguiente forma:
«1. La planificación hidrológica tendrá por objetivos
generales conseguir el buen estado ecológico del dominio público
hidráulico y la satisfacción de las demandas de agua, el equilibrio
y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las
disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo
y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás
recursos naturales.»
«4. Los planes hidrológicos se elaborarán en coordinación
con las diferentes planificaciones sectoriales que les afecten, tanto respecto
a los usos del agua como a los del suelo, y especialmente con lo establecido
en la planificación de regadíos y otros usos agrarios.»
Decimosexto. Se
modifica el artículo 44, con el siguiente contenido:
«Artículo 44.
1. Tendrán la consideración de obras hidráulicas de interés
general y serán de competencia de la Administración General del
Estado, en el ámbito de las cuencas a que se refiere el artículo
19 de esta Ley:
a) Las obras que sean necesarias para la regulación y conducción
del recurso hídrico, al objeto de garantizar la disponibilidad y aprovechamiento
del agua en toda la cuenca.
b) Las obras necesarias para el control, defensa y protección del dominio
público hidráulico, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades
Autónomas, especialmente las que tengan por objeto hacer frente a fenómenos
catastróficos como las inundaciones, sequías y otras situaciones
excepcionales, así como la prevención de avenidas vinculadas a
obras de regulación que afecten al aprovechamiento, protección
e integridad de los bienes de dominio público hidráulico.
c) Las obras de corrección hidrológico-forestal cuyo ámbito
territorial afecte a más de una Comunidad Autónoma.
d) Las obras de abastecimiento, potabilización y desalación cuya
realización afecte a más de una Comunidad Autónoma.
2. El resto de obras hidráulicas serán declaradas de interés
general por ley.
3. No obstante, lo señalado en el apartado anterior, podrán ser
declaradas obras hidráulicas de interés general mediante Real
Decreto:
a) Las obras hidráulicas contempladas en el apartado 1 en las que no
concurran las circunstancias en él previstas, a solicitud de la Comunidad
Autónoma en cuyo territorio se ubiquen, cuando por sus dimensiones o
coste económico tengan una relación estratégica en la gestión
integral de la cuenca hidrográfica.
b) Las obras necesarias para la ejecución de planes nacionales, distintos
de los hidrológicos pero que guarden relación con ellos, siempre
que el mismo plan atribuya la responsabilidad de las obras a la Administración
General del Estado, a solicitud de la Comunidad Autónoma en cuyo territorio
se ubique.
4. La declaración como obras hidráulicas de interés general
de las infraestructuras necesarias para las transferencias de recursos, a que
se refiere la letra c), apartado 1 del artículo 43 de la presente Ley,
sólo podrá realizarse por la norma legal que apruebe o modifique
el Plan Hidrológico Nacional.»
Decimoséptimo.
Se modifica el apartado 4 del artículo 51 y se introduce un nuevo apartado
6, con los siguientes contenidos:
«4. Al extinguirse el derecho concesional, revertirán a la Administración
competente gratuitamente y libres de cargas cuantas obras hubieran sido construidas
dentro del dominio público hidráulico para la explotación
del aprovechamiento, sin perjuicio del cumplimiento de las condiciones estipuladas
en el documento concesional.»
«6. La vigencia de los contratos de cesión de derechos de uso del
agua a que se refiere el artículo 61 bis será la establecida por
las partes en dichos contratos. En todo caso, la extinción del derecho
al uso privativo del cedente implicará automáticamente la caducidad
del contrato de cesión.»
Decimoctavo. Se
modifica la redacción del apartado 1 del artículo 53 y se añade
un apartado 4, con los siguientes contenidos:
«1. El Organismo de cuenca, cuando así lo exija la disponibilidad
del recurso, podrá fijar el régimen de explotación de los
embalses establecidos en los ríos y de los acuíferos subterráneos,
régimen al que habrá de adaptarse la utilización coordinada
de los aprovechamientos existentes. Igualmente, podrá fijar el régimen
de explotación conjunta de las aguas superficiales y de los acuíferos
subterráneos.»
«4. Los Organismos de cuenca determinarán, en su ámbito
territorial, los sistemas de control efectivo de los caudales de agua utilizados
y de los vertidos al dominio público hidráulico que deban establecerse
para garantizar el respeto a los derechos existentes, permitir la correcta planificación
y administración de los recursos, y asegurar la calidad de las aguas.
A tal efecto, y a instancias del Organismo de cuenca, los titulares de las concesiones
administrativas de aguas y todos aquellos que por cualquier otro título
tengan derecho a su uso privativo, estarán obligados a instalar y mantener
los correspondientes sistemas de medición que garanticen información
precisa sobre los caudales de agua en efecto utilizados y, en su caso, retornados.
Reglamentariamente se establecerá la forma de cómputo de los caudales
efectivamente aprovechados cuando se trate de caudales sobrantes de otros aprovechamientos.
Las Comunidades de Usuarios podrán exigir también el establecimiento
de análogos sistemas de medición a los comuneros o grupos de comuneros
que se integran en ellas.
La obligación de instalar y mantener sistemas de medición es exigible
también a quienes realicen cualquier tipo de vertidos en el dominio público
hidráulico.
Los sistemas de medición serán instalados en el punto que determine
el Organismo de cuenca previa audiencia a los usuarios. Las Comunidades de Usuarios
podrán solicitar la instalación de un único sistema de
medición de caudales para los aprovechamientos de conjuntos de usuarios
interrelacionados.
Las medidas previstas en el presente apartado podrán ser adoptadas por
el organismo competente de la Comunidad Autónoma, en coordinación
con el Organismo de cuenca, cuando así se haya encomendado.»
Decimonoveno. Se
modifican los apartados 1 y 3 del artículo 54, con los siguientes contenidos:
«1. El Organismo de cuenca competente, oído el Consejo del Agua,
podrá declarar que los recursos hidráulicos subterráneos
de una zona están sobreexplotados o en riesgo de estarlo. En estas zonas
el Organismo de cuenca, de oficio o a propuesta de la Comunidad de Usuarios
u órgano que la sustituya, conforme al apartado 2 del artículo
79, aprobará, en el plazo máximo de dos años desde la declaración,
un plan de ordenación para la recuperación del acuífero
o unidad hidrogeológica. Hasta la aprobación del plan, el Organismo
de cuenca podrá establecer las limitaciones de extracción que
sean necesarias como medida preventiva y cautelar.
El referido plan ordenará el régimen de extracciones para lograr
una explotación racional de los recursos y podrá establecer la
sustitución de las captaciones individuales preexistentes por captaciones
comunitarias, transformándose, en su caso, los títulos individuales
con sus derechos inherentes, en uno colectivo que deberá ajustarse a
lo dispuesto en el Plan de ordenación.»
«3. Asimismo, a fin de proteger las aguas subterráneas frente a
los riesgos de contaminación, el Organismo de cuenca podrá determinar
perímetros de protección del acuífero o unidad hidrogeológica
en los que será necesaria autorización del Organismo de cuenca
para la realización de obras de infraestructura, extracción de
áridos u otras actividades e instalaciones que puedan afectarlo.»
Vigésimo.
Se añaden los apartados 7 y 8 al artículo 57, con los siguientes
contenidos:
«7. Los caudales ecológicos o demandas ambientales no tendrán
el carácter de uso a efectos de lo previsto en este artículo y
siguientes, debiendo considerarse como una restricción que se impone
con carácter general a los sistemas de explotación. En todo caso,
se aplicará también a los caudales medioambientales la regla sobre
supremacía del uso para abastecimiento de poblaciones recogida en el
párrafo final del apartado 3 del artículo 58. Los caudales ecológicos
se fijarán en los planes hidrológicos de cuenca. Para su establecimiento,
los Organismos de cuenca realizarán estudios específicos para
cada tramo de río.
8. El otorgamiento de una concesión no exime al concesionario de la obtención
de cualquier otro tipo de autorización o licencia que, conforme a otras
leyes, se exija a su actividad o instalaciones.»
Vigésimo
primero. Se modifica el apartado 4 del artículo 58, que quedará
redactado de la siguiente forma:
«4. Dentro de cada clase, en caso de incompatibilidad de usos, serán
preferidas aquéllas de mayor utilidad pública o general, o aquéllas
que introduzcan mejoras técnicas que redunden en un menor consumo de
agua o en el mantenimiento o mejora de su calidad.»
Vigésimo segundo. Se modifican los apartados 2 y 4 del artículo
59 y se crea un nuevo apartado 5, con los siguientes contenidos:
«2. El agua que se conceda quedará adscrita a los usos indicados
en el título concesional, sin que pueda ser aplicada a otros distintos,
ni a terrenos diferentes si se tratase de riegos, con la excepción de
lo previsto en el artículo 61 bis.»
«4. Cuando el destino de las aguas fuese el riego, el titular de la concesión
deberá serlo también de las tierras a las que el agua vaya destinada,
sin perjuicio de las concesiones otorgadas a las Comunidades de Usuarios y de
lo que se establece en el artículo siguiente. La concesión para
riego podrá prever la aplicación del agua a distintas superficies
alternativa o sucesivamente o prever un perímetro máximo de superficie
dentro del cual el concesionario podrá regar unas superficies u otras.
5. El Organismo de cuenca podrá otorgar concesiones colectivas para riego
a una pluralidad de titulares de tierras que se integren mediante convenio en
una agrupación de regantes, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado
5 del artículo 73. En este supuesto, el otorgamiento del nuevo título
concesional llevará implícita la caducidad de las concesiones
para riego preexistentes de las que sean titulares los miembros de la agrupación
de regantes en las superficies objeto del convenio.»
Vigésimo
tercero. Se modifica el apartado 4 del artículo 60, con la siguiente
redacción:
«4. Las obras e instalaciones que no hayan revertido a la Administración
competente pasarán, en su caso, a la titularidad del nuevo concesionario.»
Vigésimo cuarto. Se crea un nuevo artículo 61 bis, con el siguiente
contenido:
«Artículo 61 bis.
1. Los concesionarios o titulares de algún derecho al uso privativo de
las aguas podrán ceder con carácter temporal a otro concesionario
o titular de derecho de igual o mayor rango según el orden de preferencia
establecido en el plan hidrológico de la cuenca correspondiente o, en
su defecto, en el artículo 58 de la presente Ley, previa autorización
administrativa, la totalidad o parte de los derechos de uso que les correspondan.
El volumen anual susceptible de cesión en ningún caso podrá
superar al realmente utilizado por el cedente. Reglamentariamente se establecerán
las normas para el cálculo de dicho volumen anual, tomando como referencia
el valor medio del caudal realmente utilizado durante la serie de años
que se determinen, corregido, en su caso, conforme a la dotación objetivoque
fije el plan hidrológico de cuenca y el buen uso del agua, sin que en
ningún caso pueda cederse un caudal superior al concedido. Los concesionarios
o titulares de derechos de usos privativos de carácter no consuntivo
no podrán ceder sus derechos para usos que no tengan tal consideración.
2. Los contratos de cesión deberán ser formalizados por escrito
y puestos en conocimiento del Organismo de cuenca y de las Comunidades de Usuarios
a las que pertenezcan el cedente y el cesionario mediante el traslado de la
copia del contrato, en el plazo de quince días desde su firma. Se entenderán
autorizados, sin que hasta entonces produzcan efectos entre las partes, en el
plazo de un mes a contar desde la notificación efectuada al Organismo
de cuenca, si éste no formula oposición cuando se trate de cesiones
entre miembros de la misma Comunidad de Usuarios, y en el plazo de dos meses
en el resto de los casos. Cuando la cesión de derechos se refiera a una
concesión para regadíos y usos agrarios, el Organismo de cuenca
dará traslado de la copia del contrato a la correspondiente Comunidad
Autónoma y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación,
para que emitan informe previo en el ámbito de sus respectivas competencias
en el plazo de diez días.
3. El Organismo de cuenca podrá no autorizar la cesión de derechos
de uso del agua, mediante resolución motivada, dictada y notificada en
el plazo señalado, si la misma afecta negativamente al régimen
de explotación de los recursos en la cuenca, a los derechos de terceros,
a los caudales medioambientales, al estado o conservación de los ecosistemas
acuáticos, o si incumple algunos de los requisitos señalados en
el presente artículo, sin que ello dé lugar a derecho a indemnización
alguna por parte de los afectados. También podrá ejercer en ese
plazo un derecho de adquisición preferente del aprovechamiento de los
caudales a ceder, rescatando los caudales de todo uso privativo.
4. Los adquirentes de los derechos dimanantes de la cesión se subrogarán
en las obligaciones que correspondan al cedente ante el Organismo de cuenca
respecto al uso del agua.
5. La cesión de derechos de uso del agua podrá conllevar una compensación
económica que se fijará de mutuo acuerdo entre los contratantes
y deberá explicitarse en el contrato. Reglamentariamente podrá
establecerse el importe máximo de dicha compensación.
6. Los caudales que sean objeto de cesión se computarán como de
uso efectivo de la concesión a los efectos de evitar la posible caducidad
del título concesional del cedente.
7. En el caso de cesiones entre usuarios de agua para riego, deberá constar
en el contrato la identificación expresa de los predios que el cedente
renuncia a regar o se compromete a regar con menos dotación durante la
vigencia del contrato, así como la de los predios que regará el
adquirente con el caudal cedido.
8. Cuando la realización material de las cesiones acordadas requiera
el empleo de instalaciones o infraestructuras hidráulicas de las que
fuesen titulares terceros, su uso se establecerá por libre acuerdo entre
las partes. En el caso de que las instalaciones o infraestructuras hidráulicas
necesarias sean de titularidad del Organismo de cuenca, o bien tenga éste
encomendada su explotación, los contratantes deberán solicitar,
a la vez que dan traslado de la copia del contrato para su autorización,
la determinación del régimen de utilización de dichas instalaciones
o infraestructuras, así como la fijación de las exacciones económicas
que correspondan de acuerdo con la legislación vigente. Si para la realización
material de las cesiones acordadas fuese necesario construir nuevas instalaciones
o infraestructuras hidráulicas, los contratantes deberán presentar,
a la vez que solicitan la autorización, el documento técnico que
defina adecuadamente dichas obras e instalaciones. Cuando las aguas cedidas
se vayan a destinar al abastecimiento de poblaciones, se presentará también
informe de la autoridad sanitaria sobre la idoneidad del agua para dicho uso.
La autorización del contrato de cesión no implicará por
sí misma la autorización para el uso o construcción de
infraestructuras a que se refiere este apartado. La resolución del Organismo
de cuenca sobre el uso o construcción de infraestructuras a que se refiere
al párrafo anterior será independiente de la decisión que
adopte sobre la autorización o no del contrato de cesión, y no
se aplicarán a la misma los plazos a que se refiere el anterior apartado
2.
9. El incumplimiento de los requisitos establecidos en este artículo
será causa para acordar la caducidad del derecho concesional del cedente.
10. Los Organismos de cuenca inscribirán los contratos de cesión
de derechos de uso del agua en el Registro de Aguas al que se refiere el artículo
72, en la forma que se determine reglamentariamente. Posteriormente, podrán
inscribirse, además, en el Registro de la Propiedad, en los folios abiertos
a las concesiones administrativas afectadas.
11. En las situaciones reguladas en los artículos 53, 54 y 56 de la presente
Ley, y en aquellas otras que reglamentariamente se determinen por concurrir
causas análogas, se podrán constituir centros de intercambio de
derechos de uso del agua mediante Acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta
del Ministro de Medio Ambiente. En este caso, los Organismos de cuenca quedarán
autorizados para realizar ofertas públicas de adquisición de derechos
de uso del agua para posteriormente cederlos a otros usuarios mediante el precio
que el propio organismo oferte. La contabilidad y registro de las operaciones
que se realicen al amparo de este precepto se llevarán separadamente
respecto al resto de actos en que puedan intervenir los Organismos de cuenca.
Las Comunidades Autónomas podrán instar a los Organismos de cuenca
a realizar las adquisiciones a que se refiere el párrafo anterior para
atender fines concretos de interés autonómico en el ámbito
de sus competencias.
Las adquisiciones y enajenaciones del derecho al uso del agua que se realicen
conforme a este apartado deberán respetar los principios de publicidad
y libre concurrencia y se llevarán a cabo conforme al procedimiento y
los criterios de selección que reglamentariamente se determinen.
12. Cuando razones de interés general lo justifiquen, el Ministro de
Medio Ambiente podrá autorizar expresamente, con carácter temporal
y excepcional, cesiones de derechos de uso del agua que no respeten las normas
sobre prelación de usos a que se refiere el apartado 1.
13. Las competencias de la Administración hidráulica a las que
se refiere el presente artículo serán ejecutadas en las cuencas
intracomunitarias por la Administración hidráulica de la correspondiente
Comunidad Autónoma.
14. Sólo se podrán usar infraestructuras que interconecten territorios
de distintos planes hidroógicos de cuenca para transacciones reguladas
en este artículo si el Plan Hidrológico Nacional o las leyes singulares
reguladoras de cada trasvase así lo han previsto. En este caso, la competencia
para autorizar el uso de estas infraestructuras y el contrato de cesión
corresponderá al Ministerio de Medio Ambiente, entendiéndose desestimadas
las solicitudes de cesión una vez transcurridos los plazos previstos
sin haberse notificado resolución administrativa.»
Vigésimo
quinto. Se añade un párrafo segundo al artículo 69.2, con
el siguiente contenido:
«La incoación de los expedientes sobre aprovechamientos de áridos
se notificará a los órganos responsables del dominio público
marítimo terrestre de la misma cuenca para que estos puedan optar por
su uso en la regeneración del litoral que siempre será preferente
sobre cualquier otro posible uso privativo.»
Vigésimo
sexto. Se añade un nuevo apartado 4 al artículo 71, con la siguiente
redacción:
«4. En el caso de concesiones y autorizaciones en materia de regadíos
u otros usos agrarios, será preceptivo un informe de la correspondiente
Comunidad Autónoma y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
en relación con las materias propias de su competencia y, en especial,
respecto a su posible afección a los planes de actuación existentes.»
Vigésimo
séptimo. Se modifican los apartados 1 y 2 del artículo 74, con
los siguientes contenidos:
«1. Las Comunidades de Usuarios tienen el carácter de corporaciones
de derecho público, adscritas al Organismo de cuenca, que velará
por el cumplimiento de sus Estatutos u Ordenanzas y por el buen orden del aprovechamiento.
Actuarán conforme a los procedimientos establecidos en la presente Ley,
en sus Reglamentos y en sus Estatutos y Ordenanzas, de acuerdo con lo previsto
en la Ley 30/1992, de 26 de diciembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
2. Los Estatutos y Ordenanzas de las Comunidades de Usuarios incluirán
la finalidad y el ámbito territorial de la utilización de los
bienes del dominio público hidráulico, regularán la participación
y representación obligatoria, en relación a sus respectivos intereses,
de los titulares actuales y sucesivos de bienes y servicios y de los participantes
en el uso del agua; y obligarán a que todos los titulares contribuyan
a satisfacer en equitativa proporción los gastos comunes de explotación,
conservación, reparación y mejora, así como los cánones
y tarifas que correspondan. Los Estatutos y Ordenanzas de las Comunidades, en
cuanto acordados por su Junta General, establecerán las previsiones correspondientes
a las infracciones y sanciones que puedan ser impuestas por el jurado de acuerdo
con la costumbre y el procedimiento propios de los mismos, garantizando los
derechos de audiencia y defensa de los afectados.»
Vigésimo octavo. Se añade una nueva letra d) al apartado 4 del
artículo 76, con el siguiente contenido:
«d) Ejecutar en el ámbito de sus competencias las funciones que
les sean atribuidas por las leyes o que puedan asumir en virtud de los Convenios
que suscriban con el Organismo de cuenca.»
Vigésimo noveno. El texto del artículo 79 se convierte en el apartado
1 de tal artículo y se crean los apartados 2 y 3, por lo que el artículo
79 tendrá la siguiente redacción:
«1. Los usuarios de una misma unidad hidrogeológica o de un mismo
acuífero estarán obligados, a requerimiento del Organismo de cuenca,
a constituir una Comunidad de Usuarios, correspondiendo a dicho organismo, a
instancia de parte o de oficio, determinar sus límites y establecer el
sistema de utilización conjunta de las aguas.
2. En los acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo
en aplicación del apartado 1 del artículo 54 de esta Ley, será
obligatoria la constitución de una Comunidad de Usuarios. Si transcurridos
seis meses desde la fecha de la declaración de sobreexplotación
no se hubiese constituido la Comunidad de Usuarios, el Organismo de cuenca la
constituirá de oficio, o encomendará sus funciones con carácter
temporal a un órgano representativo de los intereses concurrentes.
3. Los Organismos de cuenca podrán celebrar convenios con las Comunidades
de Usuarios de aguas subterráneas, al objeto de establecer la colaboración
de éstas en las funciones de control efectivo del régimen de explotación
y respeto a los derechos sobre las aguas. En estos convenios podrá preverse,
entre otras cosas, la sustitución de las captaciones de aguas subterráneas
preexistentes por captaciones comunitarias, así como el apoyo económico
y técnico del Organismo de cuenca a la Comunidad de Usuarios para el
cumplimiento de los términos del convenio.»
Trigésimo.
Se modifica la redacción del artículo 84, en el siguiente sentido:
«Artículo 84.
Son objetivos de la protección del dominio público hidráulico:
a) Prevenir el deterioro del estado ecológico y la contaminación
de las aguas para alcanzar un buen estado general.
b) Establecer programas de control de calidad en cada cuenca hidrográfica.
c) Impedir la acumulación de compuestos tóxicos o peligrosos en
el subsuelo capaces de contaminar las aguas subterráneas.
d) Evitar cualquiera otra acumulación que pueda ser causa de degradación
del dominio público hidráulico.
e) Recuperar los sistemas acuáticos asociados al dominio público
hidráulico.
Reglamentariamente se establecerán los niveles de calidad correspondientes
a los estados indicados en el apartado a) y los plazos para alcanzarlos.»
Trigésimo primero. El texto actual del artículo 87, pasa a ser
su apartado 1 y se crean los apartados 2 y 3, con el siguiente contenido:
«2. El deslinde aprobado declara la posesión y la titularidad dominical
a favor del Estado, dando lugar al amojonamiento.
3. La resolución de aprobación del deslinde será título
suficiente para rectificar las inscripciones del Registro de la Propiedad contradictorias
con el mismo, en la forma y condiciones que se determinen reglamentariamente,
siempre que haya intervenido en el expediente el titular registra¡, conforme
a la legislación hipotecaria. Dicha resolución será título
suficiente, asimismo, para que la Administración proceda a la inmatriculación
de los bienes de dominio público cuando lo estime conveniente.
En todo caso los
titulares de los derechos inscritos afectados podrán ejercitar las acciones
que estimen pertinentes en defensa de sus derechos, siendo susceptible de anotación
preventiva la correspondiente reclamación judicial»
Trigésimo segundo. Se modifica la redacción del artículo
89, que tendrá el siguiente contenido:
«Artículo 89.
Queda prohibida con carácter general, y sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 92, toda actividad susceptible de provocar la contaminación
o degradación del dominio público hidráulico y, en particular:
a) Acumular residuos sólidos, escombros o sustancias, cualquiera que
sea su naturaleza y el lugar en que se depositen, que constituyan o puedan constituir
un peligro de contaminación de las aguas o de degradación de su
entorno.
b) Efectuar acciones sobre el medio físico o biológico afecto
al agua, que constituyan o puedan constituir una degradación del mismo.
c) El ejercicio de actividades dentro de los perímetros de protección,
fijados en los planes hidrológicos, cuando pudieran constituir un peligro
de contaminación o degradación del dominio público hidráulico.»
Trigésimo
tercero. Se modifica el artículo 90, que tendrá la siguiente redacción:
«Artículo 90.
Los Organismos de cuenca, en las concesiones y autorizaciones que otorguen,
adoptarán las medidas necesarias para hacer compatible el aprovechamiento
con el respeto del medio ambiente y garantizar los caudales ecológicos
o demandas ambientales previstas en la planificación hidrológica.
En la tramitación de concesiones y autorizaciones que afecten al dominio
público hidráulico que pudieran implicar riesgos para el medio
ambiente, será preceptiva la presentación de un informe sobre
los posibles efectos nocivos para el medio, del que se dará traslado
al órgano ambiental competente para que se pronuncie sobre las medidas
correctoras que a su juicio deban introducirse como consecuencia del informe
presentado. Sin perjuicio de los supuestos en que resulte obligatorio conforme
a lo previsto en la normativa vigente, en los casos en que el Organismo de cuenca
presuma la existencia de un riesgo grave para el medio ambiente, someterá
igualmente a la consideración del órgano ambiental competente
la conveniencia de iniciar el procedimiento de evaluación de impacto
ambiental.»
Trigésimo
cuarto. Se modifica la redacción del articulo 92, con el siguiente contenido:
«Artículo 92.
1. A los efectos de la presente Ley, se considerarán vertidos los que
se realicen directa o indirectamente en las aguas continentales así como
en el resto del dominio público hidráulico, cualquiera que sea
el procedimiento o técnica utilizada. Queda prohibido con carácter
general el vertido directo o indirecto de aguas y de productos residuales susceptibles
de contaminar las aguas continentales o cualquier otro elemento del dominio
público hidráulico, salvo que se cuente con la previa autorización
administrativa.
2. La autorización de vertido tendrá como objeto la consecución
del buen estado ecológico de las aguas, de acuerdo con las normas de
calidad, los objetivos ambientales y las características de emisión
e inmisión establecidas reglamentariamente en aplicación de la
presente Ley. Esas normas y objetivos podrán ser concretados para cada
cuenca por el respectivo plan hidrológico.
Por buen estado ecológico de las aguas se entiende aquel que se determina
a partir de indicadores de calidad biológica, físico-químicos
e hidromorfológicos, inherentes a las condiciones naturales de cualquier
ecosistema hídrico, en la forma y con los criterios de evaluación
que reglamentariamente se determinen.
3. Cuando se otorgue una autorización o se modifiquen sus condiciones
podrán establecerse plazos y programas de reducción de la contaminación
para la progresiva adecuación de las características de los vertidos
a los límites que en ella se fijen.
4. La autorización de vertido no exime de cualquier otra que sea necesaria
conforme a otras leyes para la actividad o instalación de que se trate.»
Trigésimo
quinto. Se modifica la redacción del artículo 93, con el siguiente
contenido:
«Artículo 93.
1. Las autorizaciones de vertidos establecerán las condiciones en que
deben realizarse, en la forma que reglamentariamente se determine.
En todo caso, deberán especificar las instalaciones de depuración
necesarias y los elementos de control de su funcionamiento, así como
los límites cuantitativos y cualitativos que se impongan a la composición
del efluente y el importe del canon de control del vertido definido en el artículo
105.
2. Las autorizaciones de vertido tendrán un plazo máximo de vigencia
de cinco años, renovables sucesivamente siempre que cumplan las normas
de calidad y objetivos ambientales exigibles en cada momento. En caso contrario,
podrán ser modificadas o revocadas de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 96 y 97.
3. A efectos del otorgamiento, renovación o modificación de las
autorizaciones de vertido el solicitante acreditará ante la Administración
hidráulica competente, en los términos que reglamentariamente
se establezcan, la adecuación de las instalaciones de depuración
y los elementos de control de su funcionamiento, a las normas y objetivos de
calidad de las aguas. Asimismo, con la periodicidad y en los plazos que reglamentariamente
se establezcan, los titulares de autorizaciones de vertido deberán acreditar
ante la Administración hidráulica las condiciones en que vierten.
Los datos a acreditar ante la Administración hidráulica conforme
a este apartado, podrán ser certificados por las entidades que se homologuen
a tal efecto, conforme a lo que reglamentariamente se determine.
4. Las solicitudes de autorizaciones de vertido de las entidades locales contendrán,
en todo caso, un plan de saneamiento y control de vertidos a colectores municipales.
Las entidades locales estarán obligadas a informar a la Administración
hidráulica sobre la existencia de vertidos en los colectores locales
de sustancias tóxicas y peligrosas reguladas por la normativa sobre calidad
de las aguas.»
Trigésimo sexto. Se modifica la redacción del artículo 96, con el siguiente contenido: «Artículo 96.
1. El Organismo de cuenca podrá revisar las autorizaciones de vertido en los siguientes casos:
a) Cuando sobrevengan circunstancias que, de haber existido anteriormente, habrían justificado su denegación o el otorgamiento en términos distintos.
b) Cuando se produzca una mejora en las características del vertido y así lo solicite el interesado.
c) Para adecuar el vertido a las normas y objetivos de calidad de las aguas que sean aplicables en cada momento y, en particular, a las que para cada río, tramo de río, acuífero o masa de agua dispongan los planes hidrológicos de cuenca.
2. En casos excepcionales, por razones de sequía o en situaciones hidrológicas extremas los Organismos de cuenca podrán modificar, con carácter general, las condiciones de vertido a fin de garantizar los objetivos de calidad.»
Trigésimo séptimo. Se modifica la redacción del artículo 97, con el siguiente contenido: «Artículo 97.
1. Comprobada la existencia de un vertido no autorizado, o que no cumpla las condiciones de la autorización, el Organismo de cuenca realizará las siguientes actuaciones:
a) Incoar un procedimiento sancionador y de determinación del daño causado a la calidad de las aguas.
b) Liquidará el canon de control de vertido, de conformidad con lo establecido en el artículo 105.
2. Complementariamente, el Organismo de cuenca podrá acordar la iniciación de los siguientes procedimientos:
a) De revocación de la autorización de vertido, cuando la hubiera, para el caso de incumplimiento de alguna de sus condiciones.
b) De autorización del vertido, si no la hubiera, cuando éste sea susceptible de legalización.
c) De declaración de caducidad de la concesión de aguas en los casos especialmente cualificados de incumplimiento de las condiciones o de inexistencia de autorización, de los que resulten daños muy graves en el dominio público hidráulico.
3. Las revocaciones y declaraciones de caducidad acordadas conforme al apartado anterior no darán derecho a indemnización.»
Trigésimo octavo. Se modifica la redacción del artículo 101, con el siguiente contenido: «Artículo 101.
1. El Gobierno establecerá las condiciones básicas para la reutilización de las aguas, precisando la calidad exigible a las aguas depuradas según los usos previstos.
2. La reutilización de las aguas procedentes de un aprovechamiento requerirá concesión administrativa como norma general. Sin embargo, en el caso de que la reutilización fuese solicitada por el titular de una autorización de vertido de aguas ya depuradas, se requerirá solamente una autorización administrativa, en la cual se establecerán las condiciones necesarias complementarias de las recogidas en la previa autorización de vertido.
3. Cualquier persona física o jurídica que haya obtenido una concesión de reutilización de aguas podrá subrogarse por vía contractual con el titular de la autorización de vertido de aquellas aguas, en dicha titularidad, con asunción de las obligaciones que ésta conlleve, incluidas la depuración y la satisfacción del canon de control de vertido. Estos contratos deberán ser autorizados por el correspondiente Organismo de cuenca, a los efectos del cambio de titular de la autorización de vertido. En el caso de que la concesión se haya otorgado respecto a aguas efluentes de una planta de depuración, las relaciones entre el titular de ésta y el de aquella concesión serán reguladas igualmente mediante un contrato que deberá ser autorizado por el correspondiente Organismo de cuenca.
4. Las personas físicas o jurídicas que asuman las obligaciones a que se refiere el apartado anterior, podrán solicitar la modificación de la autorización de vertido previamente existente, a fin de adaptarla a las nuevas condiciones de vertido. Para su revisión se tendrá en consideración el volumen y la calidad del efluente que se vierta al dominio público hidráulico tras la reutilización.
5. En todo caso, el vertido final de las aguas reutilizadas se acomodará a lo previsto en la presente Ley.»
Trigésimo noveno. Se da nueva redacción al apartado 4 del artículo 103, con el siguiente tenor:
«4. Los Organismos de cuenca y la Administración ambiental competente coordinarán sus actuaciones para la conservación, la protección eficaz, la gestión sostenible y la recuperación de las zonas húmedas, especialmente de aquellas que posean un interés natural o paisajístico.»
Cuadragésimo. Se modifica la redacción del artículo 104, con el siguiente contenido:
«Artículo 104.
1. La ocupación, utilización o aprovechamiento de los bienes del dominio público hidráulico incluidos en los apartados b) y c) del artículo 2 de la presente Ley, que requieran concesión o autorización administrativa, devengarán a favor del Organismo de cuenca competente una tasa denominada canon de utilización de bienes del dominio público hidráulico, destinada a la protección y mejora de dicho dominio. Los concesionarios de aguas estarán exentos del pago del canon por la ocupación o utilización de los terrenos de dominio público necesarios para llevara cabo la concesión.
2. El devengo de la tasa se producirá con el otorgamiento inicial y el mantenimiento anual de la concesión o autorización y será exigible en la cuantía que corresponda y en los plazos que se señalen en las condiciones de dicha concesión o autorización.
3. Serán sujetos pasivos del canon los concesionarios o personas autorizadas o, en su caso, quienes se subroguen en lugar de aquéllos.
4. La base imponible de la exacción se determinará por el Organismo de cuenca según los siguientes supuestos:
a) En el caso de ocupación de terrenos del domino público hidráulico, por el valor del terreno ocupado tomando como referencia el valor de mercado de los terrenos contiguos.
b) En el caso de utilización del dominio público hidráulico, por el valor de dicha utilización o del beneficio obtenido con la misma.
c) En el caso de aprovechamiento de bienes del dominio público hidráulico, por el valor de los materiales consumidos o la utilidad que reporte dicho aprovechamiento.
5. El tipo de gravamen anual será del 5 por 100 en los supuestos previstos en las letras a) y b) del apartado anterior, y del 100 por 100 en el supuesto de la letra c), que se aplicarán sobre el valor de la base imponible resultante en cada caso.
6. En el supuesto de cuencas intercomunitarias este canon será recaudado por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.»
Cuadragésimo primero. Se modifica la redacción del artículo 105, con el siguiente contenido:
«Artículo 105.
1. Los vertidos al dominio público hidráulico estarán gravados con una tasa destinada al estudio, control, protección y mejora del medio receptor de cada cuenca hidrográfica, que se denominará canon de control de vertidos.
2. Serán sujetos pasivos del canon de control de vertidos, quienes lleven a cabo el vertido.
3. El importe del canon de control de vertidos será el producto del volumen de vertido autorizado por el precio unitario de control de vertido. Este precio unitario se calculará multiplicando el precio básico por metro cúbico por un coeficiente de mayoración o minoración, que se establecerá regiamentariamente en función de la naturaleza, características y grado de contaminación del vertido, así como por la mayor calidad ambiental del medio físico en que se vierte.
El precio básico por metro cúbico se fija en 2 pesetas/metro cúbico para el agua residual urbana y en 5 pesetas/metro cúbico para el agua residual industrial. Estos precios básicos podrán revisarse periódicamente en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado.
El coeficiente de mayoración del precio básico no podrá ser superior a 4.
4. El canon de control de vertidos se devengará el 31 de diciembre, coincidiendo el período impositivo con un año natural, excepto el ejercicio en que se produzca la autorización del vertido o su cese, en cuyo caso, se calculará el canon proporcionalmente al número de días de vigencia de la autorización en relación con el total del año. Durante el primer trimestre de cada año natural, deberá liquidarse el canon correspondiente al año anterior.
5. En el supuesto de cuencas intercomunitarias este canon será recaudado por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.
6. Cuando se compruebe la existencia de un vertido, cuyo responsable carezca de la autorización administrativa a que se refiere el artículo 92, con independencia de la sanción que corresponda, el Organismo de cuenca liquidará el canon de control de vertidos por los ejercicios no prescritos, calculando su importe por procedimientos de estimación indirecta conforme a lo que reglamentariamente se establezca.
7. El canon de control de vertidos será independiente de los cánones o tasas que puedan establecer las Comunidades Autónomas o Corporaciones locales para financiar las obras de saneamiento y depuración.»
Cuadragésimo segundo. Se modifican los apartados 1, 2 y 5 del artículo 106 y se crean los nuevos apartados 6 y 7, que tendrán la siguiente redacción:
«1. Los beneficiados por las obras de regulación de las aguas superficiales o subterráneas, financiadas total o parcialmente con cargo al Estado, satisfarán un canon de regulación destinado a compensar los costes de la inversión que soporte la Administración estatal y atender los gastos de explotación y conservación de tales obras.
2. Los beneficiados por otras obras hidráulicas específicas financiadas total o parcialmente a cargo del Estado, incluidas las de corrección del deterioro del dominio público hidráulico, derivado de su utilización, satisfarán por la disponibilidad o uso del agua una exacción denominada "tarifa de utilización del agua", destinada a compensar los costes de inversión que soporte la Administración estatal y a atender a los gastos de explotación y conservación de tales obras.»
«5. En el supuesto de cuencas intercomunitarias las exacciones previstas en este artículo serán gestionadas y recaudadas por el Organismo de cuenca o bien por la Administración tributaria del Estado, en virtud de convenio con aquél. En este segundo caso la Agencia Estatal de la Administración Tributaria recibirá del Organismo de cuenca los datos y censos pertinentes que faciliten su gestión, e informará periódicamente a éste en la forma que se determine por vía reglamentaria. El canon recaudado será puesto a disposición del Organismo de cuenca correspondiente.
6. El organismo liquidador de los cánones y exacciones introducirá un factor corrector del importe a satisfacer, según el beneficiado por la obra hidráulica consuma en cantidades superiores o inferiores alas dotaciones de referencia fijadas en los planes hidrológicos de cuenca o, en su caso, en la normativa que regule la respectiva planificación sectorial, en especial en materia de regadíos u otros usos agrarios. Este factor corrector consistirá en un coeficiente a aplicar sobre la liquidación, que no podrá ser superior a 2 ni inferior a 0,5, conforme alas reglas que se determinen reglamentariamente.
7. El Organismo de cuenca aprobará y emitirá las liquidaciones reguladas en este artículo en el ejercicio al que correspondan.»
Cuadragésimo tercero. Se añade el apartado 3 al artículo 107, con el siguiente contenido:
«3. El pago de las exacciones previstas en la presente Ley, cuando los obligados a ello estén agrupados en una Comunidad de Usuarios u organización representativa de los mismos, se podrá realizar a través de tales comunidades o entidades, que quedan facultadas a tal fin para llevar a cabo la recaudación correspondiente, en los términos que se establezcan reglamentariamente.»
Cuadragésimo
cuarto. Se modifica el apartado a) y se crea el apartado h) del artículo
108, que tendrán los siguientes contenidos:
«a) Las acciones que causen daños a los bienes de dominio público
hidráulico y a las obras hidráulicas.»
«h) La apertura de pozos y la instalación en los mismos de instrumentos
para la extracción de aguas subterráneas sin disponer previamente
de concesión o autorización del Organismo de cuenca para la extracción
de las aguas.»
Cuadragésimo
quinto. Se modifica el apartado 2 del artículo 109, con el siguiente
contenido:
«2. La sanción de las infracciones leves y menos graves corresponderá
al Organismo de cuenca. En relación con las primeras se establecerá
reglamentariamente un procedimiento abreviado y sumario, respetando los principios
establecidos en el capítulo II del Título IX de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Será
competencia del Ministro de Medio Ambiente la sanción de las infracciones
graves y quedará reservada al Consejo de Ministros la imposición
de multas por infracciones muy graves.»
Cuadragésimo
sexto. Se añade el apartado 2 al artículo 1 1 1, con el siguiente
contenido:
«2. Para garantizar la eficacia de la resolución final que pudiera
recaer, podrán adoptarse, con carácter provisional, las medidas
cautelares que resulten necesarias para evitar la continuación de la
actividad infractora, como el sellado de instalaciones, aparatos, equipos y
pozos y el cese de actividades.»
Cuadragésimo séptimo. Se crea un nuevo Título VIII, con la rúbrica < De las obras hidráulicas», compuesto por los artículos 114 al 120, que tendrán los siguientes contenidos:
«Artículo
114.
A los efectos de esta Ley, se entiende por obra hidráulica la construcción
de bienes que tengan naturaleza inmueble destinada a la captación, extracción,
desalación, almacenamiento, regulación, conducción, control
y aprovechamiento de las aguas, así como el saneamiento, depuración,
tratamiento y reutilización de las aprovechadas y las que tengan como
objeto la recarga artificial de acuíferos, la actuación sobre
cauces, corrección del régimen de corrientes y la protección
frente a avenidas, tales como presas, embalses, canales de acequias, azudes,
conducciones, y depósitos de abastecimiento a poblaciones, instalaciones
de desalación, captación y bombeo, alcantarillado, colectores
de aguas pluviales y residuales, instalaciones de saneamiento, depuración
y tratamiento, estaciones de aforo, piezómetros, redes de control de
calidad, diques y obras de encauzamiento y defensa contra avenidas, así
como aquellas actuaciones necesarias para la protección del dominio público
hidráulico.
Artículo
115.
1. Las obras hidráulicas pueden ser de titularidad pública o privada.
No podrá iniciarse la construcción de una obra hidráulica
que comporte la concesión de nuevos usos del agua, sin que previamente
se obtenga o declare la correspondiente concesión, autorización
o reserva demaniales, salvo en el caso de declaración de emergencia o
de situaciones hidrológicas extremas.
A las obras hidráulicas vinculadas a aprovechamientos energéticos
les resultará igualmente de aplicación lo previsto en la Ley 54/1997,
de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico.
2. Son obras hidráulicas públicas las destinadas a garantizar
la protección, control y aprovechamiento de las aguas continentales y
del dominio público hidráulico y que sean competencia de la Administración
General del Estado, de las Confederaciones Hidrográficas, de las Comunidades
Autónomas y de las entidades locales.
3. Son competencia de la Administración General del Estado las obras
hidráulicas de interés general. La gestión de estas obras
podrá realizarse directamente por los órganos competentes del
Ministerio de Medio Ambiente o a través de las Confederaciones Hidrográficas.
También podrán gestionar la construcción y explotación
de estas obras, las Comunidades Autónomas en virtud de convenio específico
o encomienda de gestión.
4. Son competencia de las Confederaciones Hidrográficas las obras hidráulicas
realizadas con cargo a sus fondos propios, en el ámbito de las competencias
de la Administración General del Estado.
5. El resto de las obras hidráulicas públicas son de competencia
de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales, de acuerdo con
lo que dispongan sus respectivos Estatutos de Autonomía y sus leyes de
desarrollo, y la legislación de régimen local.
6. La Administración General del Estado, las Confederaciones Hidrográficas,
las Comunidades Autónomas y las entidades locales podrán celebrar
convenios para la realización y financiación conjunta de obras
hidráulicas de su competencia.
7. El Ministerio de Medio Ambiente y las Confederaciones Hidrográficas,
en el ámbito de sus competencias, podrán encomendar a las Comunidades
de Usuarios, a las Comunidades Generales o Juntas Centrales de Usuarios, la
explotación y el mantenimiento de las obras hidráulicas que les
afecten. A tal efecto, se suscribirá un convenio entre la Administración
y las Comunidades o Juntas Centrales de Usuarios en el que se determinarán
las condiciones de la encomienda de gestión y, en particular, su régimen
económico-financiero.
Asimismo, las Comunidades de Usuarios y las Juntas Centrales de Usuarios podrán
ser beneficiarios directos, sin concurrencia, de concesiones de construcción
y/o explotación de las obras hidráulicas que les afecten. Un convenio
específico entre la Administración General del Estado y los usuarios,
regulará cada obra y fijará, en su caso, las ayudas públicas
asociadas a cada operación.
8. A los efectos previstos en la letra a) del apartado 3 del artículo
106, tendrán la consideración de gastos de funcionamiento y conservación
las cantidades que se obliguen a satisfacer la Administración General
del Estado o las Confederaciones Hidrográficas, en virtud de convenio
suscrito con un tercero a quien se haya atribuido la gestión de la construcción
y/o explotación de una obra hidráulica de interés general,
o sea concesionario de las mismas.
Artículo
116.
1. Las obras hidráulicas de interés general y las obras y actuaciones
hidráulicas de ámbito supramunicipal, incluidas en la planificación
hidrológica, y que no agoten su funcionalidad en el término municipal
donde se ubiquen, no estarán sujetas a licencia ni a cualquier acto de
control preventivo municipal a los que se refieren la letra b) del apartado
1 del artículo 84 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las
Bases de Régimen Local.
2. Los órganos urbanísticos competentes no podrán suspender
la ejecución de las obras a las que se refiere el párrafo primero
del apartado anterior, siempre que se haya cumplido el trámite de informe
previo, esté debidamente aprobado el proyecto técnico por el órgano
competente, las obras se ajusten a dicho proyecto o a sus modificaciones y se
haya hecho la comunicación a que se refiere el apartado siguiente.
3. El Ministerio de Medio Ambiente deberá comunicar alas entidades locales
afectadas la aprobación de los proyectos de las obras públicas
hidráulicas a que se refiere el apartado 1, a fin de que se inicie, en
su caso, el procedimiento de modificación del planeamiento urbanístico
municipal para adaptarlo ala implantación de las nuevas infraestructuras
o instalaciones, de acuerdo con la legislación urbanística que
resulte aplicable en función de la ubicación de la obra.
Artículo
117.
1. La Administración General del Estado, las Confederaciones Hidrográficas,
las Comunidades Autónomas y las entidades locales tienen los deberes
de recíproca coordinación de sus competencias concurrentes sobre
el medio hídrico con incidencia en el modelo de ordenación territorial,
en la disponibilidad, calidad y protección de aguas y, en general, del
dominio público hidráulico, así como los deberes de información
y colaboración mutua en relación con las iniciativas o proyectos
que promuevan.
2. La coordinación y cooperación a la que se refiere el apartado
anterior se efectuará a través de los procedimientos establecidos
en la Ley 12/1983, de 14 de octubre, del Proceso Autonómico; en la Ley
7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local, y en
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común,
así como de los específicos que se hayan previsto en los convenios
celebrados entre las Administraciones afectadas.
3. Respecto a las cuencas intercomunitarias, la aprobación, modificación
o revisión de los instrumentos de ordenación territorial y planificación
urbanística que afecten directamente a los terrenos previstos para los
proyectos, obras e infraestructuras hidráulicas de interés general
contemplados en los planes hidrológicos de cuenca o en el Plan Hidrológico
Nacional, requerirán, antes de su aprobación inicial, el informe
vinculante del Ministerio de Medio Ambiente, que versará en exclusiva
sobre la relación entre tales obras y la protección y utilización
del dominio público hidráulico y sin perjuicio de lo que prevean
otras leyes aplicables por razones sectoriales o medio ambientales. Este informe
se entenderá positivo si no se emite y notifica en el plazo de dos meses.
4. Los terrenos reservados en los planes hidrológicos para la realización
de obras hidráulicas de interés general, así como los que
sean estrictamente necesarios para su posible ampliación, tendrán
la clasificación y calificación que resulte de la legislación
urbanística aplicable y sea adecuada para garantizar y preservar la funcionalidad
de dichas obras, la protección del dominio público hidráulico
y su compatibilidad con los usos del agua y las demandas medioambientales. Los
instrumentos generales de ordenación y planeamiento urbanístico
deberán recoger dicha clasificación y calificación.
Artículo
1 18.
Los proyectos de obras hidráulicas de interés general se someterán
al procedimiento de evaluación de impacto ambiental en los casos establecidos
en la legislación de evaluación de impacto ambiental.
Artículo
119. ,
1. La aprobación de los proyectos de obras hidráulicas de interés
general llevará implícita la declaración de utilidad pública
y la necesidad de ocupación de los bienes y adquisición de derechos,
a los fines de expropiación forzosa y ocupación temporal, de acuerdo
con lo dispuesto en la legislación correspondiente.
2. La declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación
se referirá también a los bienes y derechos comprendidos en el
replanteo del proyecto y en las modificaciones de obras que puedan aprobarse
posteriormente.
3. La propuesta de declaración de urgencia para la ocupación de
bienes y derechos afectados por obras hidráulicas de interés general
corresponderá al órgano competente del Ministerio de Medio Ambiente.
4. Cuando la realización de una obra hidráulica de interés
general afecte de forma singular al equilibrio socioeconómico del término
municipal en que se ubique, se elaborará y ejecutará un proyecto
de restitución territorial para compensar tal afección.
Artículo
120.
1. La iniciativa para la declaración de una obra hidráulica como
de interés general, conforme a los apartados 2 y 3 del artículo
44 de la presente Ley, corresponderá al Ministerio de Medio Ambiente,
de oficio o a instancia de quienes tuvieran interés en ello, sin perjuicio
de lo dispuesto en las letras a) y b) del apartado 3 del artículo 44.
Podrán instar la iniciación del expediente de declaración
de una obra hidráulica como de interés general, en el ámbito
de sus competencias:
a) El resto de los Departamentos ministeriales de la Administración General
del Estado.
b) Las Comunidades Autónomas y las entidades locales.
c) Las Comunidades de Usuarios u organizaciones representativas de los mismos.
En todo caso, serán oídos en el correspondiente expediente las
Comunidades Autónomas y entidades locales afectadas.
2. Cuando se trate de obras hidráulicas que tengan como finalidad principal
los regadíos u otros usos agrarios, el Ministerio de Agricultura, Pesca
y Alimentación informará preceptivamente sobre las materias propias
de su competencia, en especial sobre la adecuación del proyecto a lo
establecido en la planificación nacional de regadíos vigente.
3. Para declarar una obra hidráulica de interés general, deberá
ponderarse la adecuación del proyecto a las exigencias medioambientales,
teniendo especialmente en cuenta la compatibilidad de los usos posibles y el
mantenimiento de la calidad de las aguas.
4. El expediente de declaración de una obra hidráulica como de
interés general deberá incluir una propuesta de financiación
de la construcción y explotación de la obra, así como un
estudio sobre los cánones y tarifas a satisfacer por los beneficiarios.
A estos efectos, dicho expediente será informado por el Ministerio de
Economía y Hacienda.»
Cuadragésimo octavo. El texto de la disposición adicional tercera se convierte en el apartado 1, y se añade un nuevo apartado 2, por lo que la citada disposición adicional tendrá la siguiente redacción:
1. Esta Ley no
producirá efectos derogatorios respecto de la legislación que
actualmente se aplica en el territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias,
que subsistirá en tanto ésta no dicte otras normas. A partir de
la entrada en vigor de esta Ley, los artículos que definen el dominio
público estatal y aquellos que supongan una modificación o derogación
de las disposiciones contenidas en el Código Civil, serán de aplicación
en Canarias, de acuerdo con la singularidad que le confiere su derecho especial.
2. Las actuaciones en obras de interés general en Canarias comprenderán
la desalación, reutilización o cualquier otro tipo de obra hidráulica,
que por su dimensión o interés público o social, suponga
una iniciativa esencial para el mantenimiento de adecuados niveles de disponibilidad
del agua en las diferentes islas. Dichas actuaciones serán propuestas
por la Administración de la Comunidad Autónoma y su ejecución
convenida con la Administración General del Estado.»
Cuadragésimo
noveno. Se agrega una nueva disposición adicional octava con la siguiente
redacción:
"Disposición adicional octava. Plazos en expedientes sobre dominio
público hidráulico.
A los efectos previstos en el artículo 42.2 de la Ley 30/1992, de 26
de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas
y del Procedimiento Administrativo Común, en la redacción dada
al mismo por la Ley 4/1 999, de modificación de la anterior, los plazos
para resolver y notificar la resolución en los procedimientos regulados
en esta Ley, serán los siguientes:
1. Procedimientos relativos a concesiones del dominio público hidráulico,
excepto los previstos en el artículo 61 bis, dieciocho meses.
2. Procedimientos de autorización de usos del dominio público
hidráulico, seis meses.
3. Procedimientos sancionadores y otras actuaciones referentes al dominio público
hidráulico, un año."
Disposición
adicional primera. Medidas complementarias derivadas del período de sequía
comprendido entre 7992 y 1995.
1. Se indemniza en la cuantía de las cuotas y recargos devengados de
la tarifa de utilización del agua y del canon de regulación correspondientes
al ejercicio
de 1995 y anteriores, a los titulares de explotaciones agrarias que hubieran
tenido que satisfacer los citados cánones y tarifas, diferidos en virtud
del artículo 6 del Real Decreto-ley 3/1992, de 22 de mayo; del artículo
3.3 del Real Decreto-ley 8/1993, de 21 de mayo; del artículo 1 del Real
Decreto-ley 2/1994, de 4 de enero; del artículo 3.1 del Real Decreto-ley
6/1994, de 27 de mayo; y, del artículo 3.1 de la Ley 8/1996, de 1 5 de
enero, por la que se adoptan medidas urgentes para reparar los efectos producidos
por la sequía.
2. Las explotaciones agrarias de regadíos beneficiarias de las indemnizaciones
establecidas en el apartado anterior, serán las incluidas en los ámbitos
territoriales afectados por la sequía, en las que se hayan producido
reducciones de más de 50 por 100 en las dotaciones de agua habitualmente
disponibles para los regadíos, según lo establecido en las disposiciones
legales citadas y en las normas dictadas en su desarrollo.
Disposición
adicional segunda. Acuíferos sobreexplotados.
1. En los acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo,
se podrán otorgar concesiones de aguas subterráneas que permitan
la extracción del recurso sólo en circunstancias de sequía
previamente constatadas por la Junta de Gobierno del Organismo de cuenca y de
acuerdo con el plan de ordenación para la recuperación del acuífero.
2. Los derechos de aprovechamiento del artículo 52.2 y los derechos sobre
aguas privadas a que se refiere la disposición transitoria tercera de
la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, estarán sujetos a las restricciones
derivadas del plan de ordenación para la recuperación del acuífero
o las limitaciones que en su caso se establezcan en aplicación del artículo
56, en los mismos términos previstos para los concesionarios de aguas,
sin derecho a indemnización.
Disposición adicional tercera. Ministerio de Medio Ambiente.
Todas las referencias que se contienen en la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, se han de entender realizadas al Ministerio de Medio Ambiente.
Disposición
adicional cuarta. Obras de mejora de infraestructura hidráulica del delta
del Ebro.
Una vez finalizado el plan de obras de mejora de infraestructura hidráulica
del delta del Ebro, sin perjuicio de las competencias de la Administración
Hidráulica del Estado, la Administración Hidráulica de
Cataluña, en la parte de la cuenca del Ebro situada en el territorio
de dicha Comunidad Autónoma, ejecutará las obras que permitan
un mejor aprovechamiento de los recursos de la misma previstos en la Ley 18/1981,
de 1 de julio, de actuaciones en materia de aguas en Tarragona, con cargo al
porcentaje del canon ingresado que se determine deforma definitiva en el Plan
Hidrológico Nacional.
Disposición
transitoria única. Canon de control de vertidos.
1. El canon de control de vertidos entrará en vigor el 1 de enero del
año 2001. Hasta la referida fecha permanecerá vigente el canon
de vertido establecido en el artículo 105 de la Ley 29/1 985, de 2 de
agosto, de Aguas.
2. Lo previsto en el apartado 5 del artículo 105 para gestión
y recaudación del canon de control de vertido en las cuencas intercomunitarias
será de aplicación a las cuencas intracomunitarias sin traspaso
de competencias.
Disposición
final primera.
El Gobierno y el Ministro de Medio Ambiente, en el ámbito de sus respectivas
competencias, podrán dictar las normas reglamentarias que requiera el
desarrollo y aplicación de la presente Ley.
Disposición
final segunda.
En el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de esta Ley, el
Gobierno dictará un Real Decreto legis-lativo en el que se refunda y
adapte la normativa legal en materia de aguas existente.
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y auto-ridades, que guarden
y hagan guardar esta Ley.
Madrid, 1 3 de diciembre de 1999.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno, JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ