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    REVISTA DEL COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS
Nº 13
AÑO 1989
ESPAÑA Y EL AGUA, I

Comentarios sobre la aplicación de la nueva legislación a la gestión de las aguas subterráneas (imágenes del artículo)
Manuel Ramón Llamas Madurga

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Fig. 1. Las pequeñas lagunas endorréicas son un singular tipo de humedales que conviene conservar. Laguna de Lillo (Toledo), en 1989.

Fig. 2. Las zonas de descarga de aguas subterráneas contribuyen decisivamente a la diversidad paisajística en las mesetas castellanas. Su desecación debe ser evitada. Zona de descarga en el río Alberche (Toledo), en 1982.

Fig. 3. La sequía e sun fenómeno recurrente pero prácticamente impredecible a corto y medio palzo. Es necesario mejorar sensiblemente la estrategia para hacer frente a la sequía. No se debe confiar de mdoo primordial en una simple tecnología estructural. (Pegatina del Canal de Isabel II. Madrid, 1983).

Fig. 4. El Parque Nacional de las Tabals de DAimiel ha sido prácticamente destruido por el descenso del nivel freático causado por los bombeos. Balance hidráulico de las Tablas de Daimiel (Según Llamas, 1989).

Fig. 5. La viabilidad de la regeneración hídrica del Parque nacional de las Tablas de Daimiel es muy dudosa. Puede quedar reducida a un simple maquillaje ecológico. Pozo par ainyectar agua en las Tablas (1989).

Fig. 6. Flamencos en la Laguna de Santa Olalla. El Parque Nacional de Doñana que es seguramente el humedal más importante de Europa, problamente sufrirá pronto una "daimielización", a causa de las extracciones de aguas subterráneas fomentadas por la propia Administración.