La
excelente calidad del agua captada del río Taibilla permitió
que durante casi un cuarto de siglo su condición de potable
quedara garantizada mediante una simple cloración y posterior
control de presencia de cloro libre, control este último que
se realizaba en todos los depósitos por el servicio de guardería.
La puesta en funcionamiento de la captación en e1 río
Segura, del embalse del Taibilla y las sucesivas incorporaciones de
caudales provenientes del trasvase Tajo-Segura fué acompañada
por crecientes controles de la |
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calidad
del agua a través de dos redes de laboratorios: una primera
constituida por los laboratorios de Mancomunidad (Central y en cada
planta de Tratamiento) y otra auxiliar integrada por profesionales
especialistas contratados. Ambos confirman diariamente el cumplimiento,
por parte del agua suministrada, de la Reglamentación Técnico-Sanitaria
que desde el año 1982 es la norma de obligado cumplimiento
en lo que se refiere a las aguas potables. |