Después de un alto en el
camino en Dueñas nos ponemos en marcha
para terminar nuestro itinerario canaliego. Este tramo es, tal vez,
el menos atractivo, pues buena parte discurre entre la autovía
y el ferrocarril. No obstante, las esclusas nos ofrecerán la
posibilidad de parar a descansar al margen de los bullicios de esos
medios de trasporte. Así, por la esclusa 39 cruza la carretera
que nos llevaría a Trigueros del Valle, Cubillas de
Santa Marta y Valoria la Buena. Si elegimos esta localidad
veremos una preciosa iglesia de planta octogonal y, antes, cruzaremos
el Pisuerga por una zona en la que la ribera se ensancha, formando
sotos y parajes en los que abundan todo tipo de aves. En Trigueros,
tenemos una ermita y un castillo.
Desde la 40, en Aguilarejo,
podremos ver los cortados del páramo sobre el Pisuerga
y. un poco más adelante, los restos del monasterio de Palazuelos,
románico del siglo XIII. Y llegaremos a la 42, única
esclusa de todo el Canal que
tiene practicables las compuertas. En ella, es muy fácil imaginarnos
el funcionamiento de todas. Y la dársena de Valladolid,
donde todavía queda una vieja grúa de las que trabajó
cargando las barcazas que subían hasta Alar.